Capítulo 12

96 15 0
                                    

Los días de tortura regresan por parte de Paula, quien se ha convertido en mi mayor dolor de cabeza. No hay momento en el que no me trate mal. Todas las clases se han vuelto una batalla campal de indirectas. Y ni hablar del selectivo de ciencias. La profesora nos dice que somos peores que "Chernóbil" y que si continuamos así, nos retirará del selectivo.

No sé cuánto más podré aguantar esta situación. El desgaste emocional que me está causando podría hacer que colapse en cualquier momento. Todavía no he podido hablar con Jota porque no encuentro el momento adecuado, y tampoco he tenido suficiente tiempo para pensar en qué quiero decir.

He estado descubriendo mis nuevos sentimientos estos días, y aún no logro comprenderlos. Una pregunta ha estado rondándome y cuestionando varias cosas: si me gusta Paula, ¿Significa que soy una chica lesbiana? Porque me gustaba mucho Jota, y los chicos en general me atraen bastante. Entonces, ¿Qué significa todo esto? Nunca había sentido esto por una chica. Paula es la primera. Esta situación es algo curiosa para mí, ya que cuando alguien me decía su orientación sexual, les decía que los apoyaba y que no debería importarle a nadie. Pero ahora que se trata de mí, puedo ver el privilegio heterosexual con el cual he estado viviendo toda mi vida: el de la aceptación. Cuando eres heterosexual, no pasas por ese proceso.

Siento una punzada en mi estómago. ¿Ahora mi orientación sexual me definiría como persona? Solo quiero ser Marte, no quiero dejar de ser Marte. Todo lo que he aprendido sobre el tema y la libertad que creía que existían en pleno 2022 se han ido a la basura. Me siento muy ignorante. Es cierto que cuando no vives en carne propia algunas experiencias, es difícil comprender al cien por ciento a los demás. ¿Cómo afectará esto mi vida a partir de ahora? Si continúo con Jota, ¿él aceptará mi orientación sexual? ¿Y si no le gusto más?

Pero, sobre todo, ¿cuál es mi orientación sexual? Mi cabeza empieza a bombardearme con muchas preguntas que nunca antes me había hecho, preguntas con respuestas que me causan mucho miedo.

«De nuevo el bendito dolor de cabeza que no me suelta más» Tengo que respirar y relajarme. Debo ir despacio.

Agarro mi celular y busco la palabra que creo que me identifica: "¿Soy bisexual?". Pero no puedo continuar con mi búsqueda en internet porque el sonido de una guitarra me desconcentra.

Jota camina hacia mí mientras toca su guitarra.

-¿Qué haces?- pregunto mientras trato de sonreír y guardo mi celular. Él no me dice nada y sigue tocando una canción que no logro reconocer.

- Hola Marte, hoy te canto una canción- «Oh por dios» Automáticamente, miro a mi alrededor por si hay alguien mirando, pero el pasillo está casi vacío. De todos modos, me sonrojo un poco.

- Tú eres mi canción - Se me sale una pequeña risita, pero de ternura.

Gracias por inspirarme
Y por ser mi amor
Viajaremos hacia las Estrellas
Y disfrutemos esta sensación
Solos tú y yo
Déjame descubrir tu corazón
Y vivamos en Marte para amarte
Y ser feliz juntos los dos
Déjame quererte, por favor.

La canción es ridículamente perfecta. Es la primera vez que Jota canta para mí en público. Y ahora que recuerdo me doy cuenta de que nunca antes me había escrito una canción, lo que me hace sentir como si alguien pateara y aplastara los restos que quedan de mi corazón destrozado.

«Infiel»
Cuando miren al cielo
Verán nuestros cuerpos brillando
Navegando por este mar de estrellas
seremos una constelación
seremos tú y yo
Juntos los dos

Descubriendo a MarteWhere stories live. Discover now