𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋

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[ Amy Rose ]

Estuve quieta y observando al simplemente hacia afuera solo porque sí, no me encontraba pensando nada en concreto. Miré hacia el cielo y cuando sentí que estaba algo encandilada, vuelvo a ver al interior, la puerta se abre y Tails se asoma por la puerta.

—Amy, ¿Puedes venir un segundo? Estaba por llamarte pero supuse que estabas aquí dentro.

—¿Qué necesitas?

—Es que me pregunta si podrías..Ayudarme a sostener una pieza, es de un nuevo invento, solo que todos están ocupados, sé que tú también —observa hacia la cama donde está Sonic para después volver a verme— pero solo serán unos minutos, te lo prometo.

Observé de reojo hacia la cama, lógicamente él seguía sin despertar.

—Está bien, vamos rápido.

Tails asintió y caminé detrás de él.
Antes de cerrar la puerta de la habitación, sentí algo, como si mi presencia siempre debería mantenerse a su lado. «Solo serán unos segundos, lo prometo»

Y salí cuanto antes, dejándolo solo.

▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃

[ Sonic ]

Mis ojos se abren lentamente, no siento nada de mi cuerpo. Intento mover la mano, giro mi cabeza y mis ojos observan hacia mi mano estirada, trato de moverla.

Veo borroso, parpadeo muchas veces y poco a poco voy viendo dejando de ver la oscuridad de los colores para ver todo más resaltado.

Levanto la mano y la muevo, la observo mover lentamente, está entumecida y me está costando mover los dedos.

Intento lo mismo con la otra mano, poco a poco. Siento mis piernas cubiertas por una sábana, las muevo, creo que puedo hacerlo.

A-Amy —tosí, mi voz se escucha ahogada, casi inaudible, ronca— ¿Dónde estoy? —traté de pronunciar.

Aclaro mi garganta varias veces, me siento en la cama, no tengo huesos así que solo siento todo entumecido, mi espalda cruje o debe ser la cama, estiro las manos. La luces hacen que me duelan los ojos, aún no se me acostumbran del todo.

Intento bajarme de la cama y ponerme en pie.

Me tambaleo, siento como si estuviera en sobre una tabla delgada en medio de un barranco.

Estiro el pie para caminar cuando creo que eh conseguido el equilibrio y ¡Sopas!

Caigo de boca al suelo.

¿Qué rayos le pasa a mi cuerpo?

—¡Tails! —hablé apenas— ¡Alguien!

Intenté apoyarme en mis brazos pero me dolían mucho, nunca había sentido ese dolor.

Nadie me contestó.

Mis manos temblaron, intenté una vez más. Inspiré hondo, me apoyé con las rodillas y alzando las manos. Apoyo una mano sobre la rodilla y con la otra agarro fuerza para levantarme. Lo consigo, y me esfuerzo para tener equilibrio sobre mí.

𝗕𝗹𝘂𝗲 & 𝗬𝗼𝘂Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt