Entre nosotros dos | SEGUNDO LIBRO

Capítulo tres

Leah

Nuestros ojos se encuentran y parece que toda la gente de nuestro alrededor desaparece en ese mismo instante.

Es como si un imán me mantuviera quieta en el sitio, sin poder moverme, sin poder hablar, y sin poder apartar la mirada de la suya.

Una parte de mí quiere irse corriendo, me gustaría decir que es la parte que predomina, pero no es así.

La parte que predomina, quiere que me abrace. Quiero volver a sentirme segura entre sus brazos, como lo hacía antes.

Pero eso es imposible, porque por mucho que quiera, ya nada volverá a ser igual. Hay una especie de barrera entre nosotros dos, y dudo que vaya a romperse en un futuro cercano.

Recuperar la confianza en alguien que la ha roto es... difícil. Mucho.

Ayden parece no reaccionar, sus ojos siguen fijos en mí y tiene la boca entreabierta. Yo tampoco aparto la mirada, prácticamente me es imposible.

—Leah... —murmura.

Da un paso hacia mí y no me muevo, no quiero moverme. No quiero apartarme de él. Justo en ese preciso instante, me doy cuenta de que nunca lo he superado. Llevo meses pensando que sí, pero tenerlo aquí, frente a mí, me ha hecho ver que no es así. Y dudo ser capaz de superarlo en un futuro cercano.

Ayden es de esas personas que entran en tu vida para quedarse aunque físicamente se vayan. Es de esas personas que crees que has superado hasta que las tienes delante y en lo único que piensas es en abrazarlas y no soltarlas nunca.

Me tomo mi tiempo para observarlo. Está igual, pero a la vez lo veo diferente. Su pelo está un poco más largo, y lo lleva despeinado, como siempre. Puedo notar que ha adelgazado, no mucho, pero lo suficiente como para notarlo después de no haberlo visto en casi dos años.

Abro la boca, dispuesta a decir algo, pero justo entonces aparece una chica a su lado. Fijo mi mirada en ella, y mi corazón da un vuelco cuando me doy cuenta de que es Ivy.

Eso me hace reaccionar. Vuelvo a la realidad, la música vuelve a inundar mis oídos y vuelvo a ser consciente de la magnitud de gente que nos rodea.

Me obligo a dar media vuelta y empiezo a caminar a paso rápido hasta cualquier lugar, no sé donde, pero tengo que irme. Me abro paso entre la gente hasta llegar a la otra puerta de salida y el frío me envuelve rápidamente otra vez.

Estaba con Ivy...

Puedo notar que las lágrimas amenazan con salir, pero respiro hondo intentando contenerlas. No quiero llorar.

—¡Leah, espera!

Acelero el paso cuando escucho el grito de Ayden.

—¡Leah!

De repente siento su mano agarrarme del brazo haciendo que me quede quieta. Me giro hacia él de mala gana.

Quiero borrar todo lo que he sentido al verlo. Me encantaría volver atrás en el tiempo y no haber aceptado la invitación de Alex para venir a esta fiesta. Ojalá haberme quedado en casa.

Nada mas ver que estaba con Ivy... ha sido como si cogiera mi corazón y lo pisoteara varias veces.

Claro que era consciente de que durante este tiempo, Ayden habría estado con otras chicas. Yo también he estado con otros chicos, pero... ¿con Ivy? ¿En serio? ¿Eso quiere decir que me mintió cuando me dijo que el beso no significó nada?

Aparto esos pensamientos de mi mente,'o eso intento.

Mi mirada se dirige a cualquier parte menos a Ayden. Aparto el brazo de manera repentina al darme cuenta de que sigue agarrándome y doy un paso atrás.