Domingo

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Al día siguiente.

Los dos se encontraban en la pastelería, aunque Craig intento convencer a Tweek de no ir, este dijo que tenía pedidos que entregar y como no pudo convencerlo decidió acompañarlo.

Le era aburrido estar sólo observando, así que tomó un mandil y empezó a ayudar.
Aunque era un poco torpe, las chicas estaban encantadas de que está pastelería tuviera a dos chicos guapos.

Por alguna razón, muchas más personas visitaron la pastelería el día de hoy y aunque el día fue ajetreado, hacía feliz a Tweek.

La gente empezó a disminuir, ahora sólo se encontraba un grupo de chicas que estaban por irse. Estas se acercaron al mostrador, dónde se encontraba Craig y Tweek. Todas animaban a una de ellas para que se acercara y hablara.

CHICA. – H-hola, sé que no me conoces, pero me pareces muy atractivo, así que... Toma. – Entrega un papel al azabache.

CRAIG. – ¿Ah...?

La chica se retira de una manera súper rápida saliendo de la pastelería junto a su grupo de amigas.

CRAIG. – Desenvuelve el papel, el cual decía Llámame con el número de teléfono. – Qué demo...

TWEEK. – Vaya, creo que ya tendrás con quien salir. – dice burlándose.

CRAIG. – No soy tan fácil como crees. – Habla, mientras arruga el papel, arrojándolo al bote de basura. – No me digas, ¿estás celoso?

TWEEK. – No lo estoy.

CRAIG. – ¿Ni un poquito?

TWEEK. – No cuando se lo loco estás por mí.

CRAIG. – Se acerca a este dándole un pequeño golpe con sus dedos en la frente, haciendo que el rubio se queje. – Tonto. – Lo toma del mentón y le da un pequeño beso.

TWEEK. – Je, je. Ya es un poco tarde, que tal si cerramos. Me gustaría que conocieras a alguien.

🐌

Al llegar al lugar Tweek toca la puerta esperando a que abran.

NICOLE. – ¡Oh! Tweek... Craig, entren.

Craig no entendía por qué estaban en la casa de Nicole hasta que...

TWEEK. – Gracias, ¿dónde está el abuelo?

IVÁN. – Tweek. – Sonríe al ver llegar al rubio de la mano con otro chico.

TWEEK. – Lo siento, ayer no pude quedarme a comer con ustedes.

IVÁN. – Está bien, no tienes por qué preocuparte por eso.

TWEEK. – Yo... – Dice viendo con una tierna sonrisa al azabache. – Quiero que conozca a Craig, él es el chico del que tanto le hable.

CRAIG. – Se sonrojo al escuchar las palabras del rubio. – M-mucho gusto, Tweek también me ha hablado mucho de usted.

IVÁN. – El gusto es mío muchacho.

CRAIG. – No sabía por qué se sentía tan nervioso, ni con los padres de Tweek le pasaba esto. – Muchas gracias por cuidar de Tweek todo este tiempo.

IVÁN. – al contrario, ellos me han cuidado a mí.

TWEEK. – Claro que no abuelo, sin su ayuda yo, no sé qué fuera de mí.

IVÁN. – No digas eso. Y bien, ¿ustedes ya son pareja?

TWEEK. – Mm, sí. – Dice con un ligero sonrojo.

IVÁN. – Me alegro que las cosas hayan salido bien.

TWEEK. – Abuelo, yo lo he estado pensado y tal vez retome mi relación con mis padres.

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