Capítulo 1 - Visita

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Becky pensaba que yo estaba enamorada de Damian. ¿Cómo podía ser tan anticipada? Yo solo quiero que la misión se cumpla para así demostrar a mi papá de lo que puedo llegar a ser capaz.

—Aaanya... —exclamaba mi amiga enseñándome un vestido verde—. Este sí que te va a quedar de maravilla. Créeme.

Lo miré con asco. Era horrible. En vez de responderle, me dirigí hacia el puesto de comida que estaba cerca de la tienda en la que Becky yo estábamos para comprar maní, lo que tanto me gustaba.

Me senté en un sillón para disfrutar el maní cuando me fijé en un chico. Alto y serio. Iba acompañado de cuatro guardias, uno a cada lado, e iba dirigiéndose hacia mí. Desde más cerca pude verlo mejor: tenía el pelo muy corto, ojos marrones y piel muy pálida.

La gente susurraba y chillaban en cuanto al chico misterioso que sentía como si se dirigiese hacia mí. Algunos enloquecían y otros lo ignoraban.

Yo era de esos que lo ignoraban. Para mí ese era un extraño. Me levanté del sillón para volver a la tienda, ya que casi había terminado el maní, cuando una mano me atrapó la muñeca.

—Quieta —me ordenó.

Giré mi cabeza, asustada al ver de cerca al chico de antes.

Sus ojos me intimidaban demasiado.

—¿Qui... Quién eres? —pregunté, intentando liberar mi mano. De lejos me fijé en Becky quien tiró la bolsa de ropa que se acababa de comprar para mirarme asustada.

—Demetrius Desmond —respondió con franqueza—, descendiente de Donovan Desmond.

Me palidecí aún más.

"¡Es el Primero!" pensé, aturdida. "El hermano del Segundo!"

—¿A... qué viene su visita, Pri... Demetrius? —pregunté con dificultad.

Había tanta gente a mi alrededor que me costaba hablar y escucharle. No podía dejar de leer la mente de los demás.

El Primero hizo unos señales a los guardias.

—Ven conmigo.

El Primero se dirigía a la salida del centro comercial y yo le eché una mirada de disculpa a Becky mientras me dirigía hacia el Primero.

—¿Adónde vamos? —pregunté.

—Solo quiero tener una charla, Anya.

La manera en la que pronunció mi nombre no fue nada habitual.

—Entra. —El Primero abrió la puerta de atrás del coche y yo entré con mil sospechas.

A continuación, Demetrius se sentó a mi lado.

No veía mucha gente a nuestro alrededor. Seguramente lo que quería decirme se trate de algo muy importante.

—Escucha, Forger. Necesito que esto lo tengas muy claro: aléjate de mi hermano.

Abrí los ojos como platos. No me lo estaba creyendo.

—¿Por qué? —pregunté sin comprenderlo—. Ni siquiera es amigo de Anya. Deberías decirle eso a Ewen y Emile. Ellos sí que te entenderían.

Demetrius apretó los dientes con fuerza.

—Eres una mala influencia para Damian. Desde que le admitieron en la academia Eden, no hace más que distraerse en clases y comportarse de manera negativa en todo momento. Y la mayor causa de estas acciones eres tú, Anya.

"¿Yo? Lo dudo. Damian se distrae un montón con sus amigos y en general con mucha otra gente. Anya solo ha intentado ser amiga del Segundo, nada más".

—Te equivocas.

Demetrius alzó una ceja.

—Señorita Forger, no intentes negarlo. Nada más empezar la academia, le pegaste a mi hermano, pero tranquila, que eso es lo de menos para mí. El día en el que jugasteis al balón prisionero le hiciste perder una Stella a mi hermano porque confió en ti, sin embargo, no valió para nada la pena...

—No acabaron repartiendo Stellas...

—Siempre intentas demostrar lo que vales a mi hermano —ignoró a Anya— pero al final lo estropeas todo. Parece como si manipularas a mi hermano sin siquiera tú darte cuenta.

"¿Manipulación?"

—Te exijo que te separes de mi hermano y no le vuelvas a hablar en lo que os queda de años en la academia Eden. Si me entero de que has hablado con él en algún momento, tranquila porque acabarás arrepintiéndote.

—Esto es chantaje —dije, enfadada—. Te puedo denunciar.

Demetrius se rio malévolamente.

—Qué va. Es una simple amenaza —aclaró, sonriendo—. En cuanto me denuncies a un policía me enteraría de lo que has hecho y le sobornaría, así que no tienes alternativa. ¿Acaso te gustaría seguir destrozando la vida de mi hermano? Porque esa es la impresión que me estás dando ahora mismo.

Negué rotundamente.

—Pues listo. Acuerdo cerrado. —Uno de los guardias de Demetrius me abrió una de las puertas.

Le fulminé con la mirada a Demetrius y me fui.

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Llegué a casa sumida en mis pensamientos.

—¡Bienvenida, cariño! ¿Dónde has estado? Has estado mucho tiempo fuera y me has preocupado.

—Anya ha estado de compras con Becky —respondí.

—¡Oh, qué bien! ¿Y qué te has comprado?

—Nada.

Mamá me miró sorprendida pero siguió sonriéndome.

"Seguramente esté agotada después de tanto estudio. Le voy a dar la merienda" escuché decir a mamá en sus pensamientos.

—Toma, cariño. Te lo he preparado. Espero que te guste.

Me palidecí de inmediato nada más ver el plato de mi mamá. Me levanté enseguida y me encerré en mi cuarto.

Saqué mi móvil y llamé a Becky. Seguro que estaba preocupada de haberme ido con unos tíos tan raros.

—¡Anya! ¡¿Estás bien?! ¡¿Qué es lo que ha pasado?! —me exclamaba Becky.

—No ha sido nada... Tranquila. Anya está bien.

—Qué alivio. En cuanto te vi irte con Demetrius y sus guardias pensé que... ¿De qué habéis estado hablando?

Mordí el labio inferior, nerviosa.

—Me han preguntado cómo conseguí mi Stella, ya que querían que el Segundo fuese consiguiendo más.

—Mmm... qué sospechoso, ¿no? Que su hermano y cuatro guardias quieran hablarte de eso en un centro comercial...

Me callé, nerviosa. No quería hablar más de esto. Callarme algo así delante de Becky me estaba costando mucho más de lo que parece.

—Bueno, me alegro de que estés bien. Ya hablaremos más de esto mañana. No sabes qué aliviada estoy de no te haya pasado nada malo. ¡Ah, por cierto! Te he comprado unos pantalones y camisas a juego. Mañana te los daré. Espero que te gusten.

"Oh no..." pensé. "El gusto de Becky es muy diferente al mío".

Over You - Damian x AnyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora