𝘾𝙪𝙩𝙞 𝙍𝙤𝙢𝙚𝙧𝙤

7.2K 294 45
                                    

— Cristian Romero y vos —

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— Cristian Romero y vos —



"Salvador"

Hoy habías decidido salir con tu esposo, Cuti, y tu hijo al supermercado para reponer la heladera ya vacía que tenías y comprar algunos productos de limpieza necesarios. Además, sería una salida tranquila en familia.


— Amor, ¿cuál agarro, este o este? — preguntó el cordobés señalando entre dos marcas de cereales.

— Pa, este — señaló el pequeño, hablando con dificultad, aún era un bebé.

Cris te miró en busca de aprobación a la elección de su hijo por lo cual asentiste con una sonrisa.

— Bien, veamos — revisaste la lista que habías hecho de lo que necesitaban en casa — Nos falta el jabón líquido y los pañales. Creo que el jabón está en el pasillo 2 y los pañales en el 6 —  soltaste guardando la lista en tu bolsillo.

— Bueno, andate con Valen por los pañales y yo voy a buscar el jabón así ahorramos tiempo. ¿Dale? —  propuso Romero entregándote al bebé — Los encuentro en el pasillo 6.

— Okay, amor. — te encaminaste empujando el carrito al pasillo 6 que estaba cerca ya que estaban en el pasillo 4.

Admiraste los pañales buscando el que solía usar tu bebé, hasta que lo encontraste y tomaste algunos paquetes para tener como repuesto.

— Creo que con esto ya estamos, esperemos a tu papi — le comentaste al bebé que sonrió ante tu mirada. — Que lindo que sos Valentino — sonreíste con él.

— Igual que vos, bombona — escuchaste la voz de un extraño detrás tuyo que te sobresaltó. — ¿Qué pasa hermosa, por qué tan sola? —  se acercó a tu lado el desconocido lo que te incómodo de sobremanera y posó su brazo en tus hombros.

Frunciste el ceño ante ese acto totalmente fuera de lugar.

— No, estoy sola. — quitaste bruscamente el brazo del contrario. — Estoy con mi hijo y mi marido que ya viene — dijiste con algo de inquietud pero firme al hablar e intentaste alejarte con el carrito y así evitar al extraño. El pequeño bebé casi parecía entender todo porque miraba al desconocido de mala manera.

— Pero que pelotudo que es ese para dejar a semejante mujer tan sola — siguió insistiendo con una sonrisa horripilante, pero esta vez poniéndose en frente del carrito y así evitarte el paso.

— Por favor, señor, le pido que me deje en paz. Me está incomodando a mí y a mi hijo —  expresaste firmemente alzando a tu bebé en brazos para alejarlo de ese hombre, y el bebé se abrazó con fuerza a vos. ¿Por qué carajos el pasillo estaba vacío justo ahora?

— Pero, ¿por qué tan mala onda? — rió como si fuera un chiste la situación. — ¿Te pongo nerviosa, linda? — sonrió coqueto, asqueroso, comenzaba a acercarse a vos, por lo que retrocediste asustada de lo que intentaría.

— ¿Pero qué te pasa hijo de puta? — exclamó una voz familiar, tu salvación, Cris. — No te acerques a mi familia o te juro que te cago a piñas — amenazó en el tono más serio y enojado que habías escuchado de él, empujando lejos de ustedes al extraño y posicionándolos detrás suyo.

El desconocido se veía enojado igualmente que frustrado, notaste que se acercaba a ustedes alguien de seguridad, seguramente habrían visto por las cámaras toda la escena y decidieron enviar a alguien, al fin.

— Señor, se lo ha visto en cámaras molestando a esta familia. — se dirigió el policía al extraño. — Le pido que me acompañe. —

— Pero... — intentó excusarse inútilmente porque fue interrumpido.

— Señor, le pido no cause más problemas y me acompañe. No me obligue a usar la fuerza. — amenazó esta vez el policía.

El extraño cedió y fue alejado de ustedes en compañía del policía quien llevaba del brazo a ese hombre. No podías creer lo que había sucedido, gracias a Dios había aparecido tu marido antes de que ese pervertido intentara algo.

Cris te abrazó fuertemente e hizo un escaneo de ambos buscando alguna clase de herida o algo por el estilo. Habría golpeado al pelotudo que se había atrevido a molestarlos, pero él debía mantener su compostura. No dejaría que su hijo viera algo como eso. Además, aún era una figura pública, y lo que le importaba más que nada era el bienestar de su familia, así que por ahora dejó de lado a ese estúpido.

Trataste de calmarlo antes de que empezara a preocuparse de más. El extraño no les había hecho nada grave.

— Amor, estamos bien. Tranquilo, llegaste justo — intentaste apaciguarlo.

— Ay, Dios — suspiró. — Amor, te juro que lo cagaría a piñas, me muero si alguien les hace algo —  explicó sumamente preocupado y los abrazo con fuerza de nuevo, como intentado protegerlos del mundo.

— No nos pasó nada más, estamos bien — dijiste más como para consolarte a ti misma. — Pero tenía mucho miedo — admitiste finalmente escondiendo tu rostro en su hombro, lo que fue una punzada para el corazón de tu marido.

Él no dejaría que eso volviera a pasarles a las personas más importantes de su vida.

— Amor, ya pasó. Ya estoy con ustedes — te consoló con una voz suave que logró tranquilizarte.

— Te amo, gracias por salvarnos. Sos nuestro salvador. — levantaste tu cabeza y lo miraste a los ojos, esos ojos que eran tu mundo.

— Yo te amo también y te prometo que no voy a dejar nunca que les pase algo a ninguno — apoyó su frente con la tuya. — Los amo demasiado — el bebé parecía estar feliz por estar ya con sus papás, por lo que aplaudió y río apoyando una de sus manitos en la cara de cada uno.

Ambos rieron y con esa risa se fue cualquier mal sentimiento que habían tenido hacía unos minutos.

— Mejor los llevo a la casa — habló tiernamente Cuti, casi pareciendo una persona totalmente diferente a la de unos minutos atrás cuando estaba enojado, y les dio un beso en la frente a cada uno. Por lo que comenzaron su camino de vuelta a casa ya más calmados.


a: otamendimihombre

Lamento la demora en actualizar,
espero disfruten este shot. Besos 😘.

𝙨𝙘𝙖𝙡𝙤𝙣𝙚𝙩𝙖 𝙤𝙣𝙚-𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨Where stories live. Discover now