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— Leandro Paredes y vos —
"Sesión de fotos"
Fuiste contratada como fotógrafa para la presentación de la nueva camiseta de la selección albiceleste, y la emoción de conseguir este trabajo te invadió. Era una gran oportunidad.
El día de la sesión, todo estaba listo para comenzar. La sesión de fotos transcurrió sin problemas mientras indicabas a cada jugador lo que debían hacer para las fotos. Después de cada toma, preguntabas si estaban satisfechos con el resultado y, al obtener su aprobación, se retiraban. Te sentías afortunada no solo por fotografiar al equipo, sino también por interactuar con ellos y hacer nuevos amigos.
Entre los últimos jugadores a fotografiar se encontraba Leandro Paredes, por quien sentías una fuerte atracción. Solo esperabas no hacer el ridículo durante su sesión.
— Hola, linda, soy Leandro — entró al estudio con una sonrisa radiante y te dio un beso en la mejilla — ¿todo listo para empezar?
Sonreíste, emocionada de que te llamara "linda".
— Hola, bienvenido. — recuperaste tu compostura por el bien de tu profesionalidad. — Está todo listo, ¿Comenzamos? — él asintió, lo guiaste al escenario y te ubicaste detrás de la cámara. — Primero, colócate así y señala la camiseta — le indicaste con gestos.
— ¿Así? — posó con una sonrisa.
— Perfecto — dijiste mientras enfocabas con tu cámara. Era evidente que tenía un talento natural. — ¿Qué te parece si probas algunas poses por vos? Podemos ver cuáles funcionan mejor — sugeriste, tenías la corazonada de que la improvisación sería efectiva.
Paredes asintió y comenzó a adoptar diversas poses, dominando la cámara como si fuera modelo en lugar de futbolista. Sentías que podrías caer rendida ante su mirada azul, incluso cuando solo sonreía.
Tratabas de mantener la compostura, pero él lo hacía difícil. Seguro tendrías sueños bastante sugestivos esa noche.
— Y... — tomaste la última foto — listo. Lo hiciste increíble, casi parece que sos modelo profesional — elogiaste al terminar.
Leandro sonrió algo avergonzado. — Gracias, supongo que tener una gran fotógrafa ayuda — te guiñó un ojo de manera juguetona.
Mierda, ese hombre...
— Gracias — respondiste nerviosa. — Ahora, para finalizar, tenemos que seleccionar las mejores fotos — lo invitaste a ver junto a vos.
Se acercó y juntos pasaron un tiempo eligiendo los mejores ángulos y enfoques. A tus ojos, incluso si la foto no era perfecta, él luciría impecable.
— Bien, eso concluye tu sesión. Fue un placer trabajar con vos — te acercaste a saludarlo con un beso en la mejilla.
Durante ese breve tiempo, te diste cuenta de que no solo era atractivo físicamente, sino también una persona encantadora. Estabas más intrigada por Leandro que nunca.
Paredes correspondió al saludo y se despidió. Le pareciste encantadora, carismática y muy talentosa; agradeció que hubieras capturado su mejor versión. Él, aunque dudó por un momento, se volvió antes de irse por completo y te llamó.
— ¿Te gustaría hacer algo después de terminar aquí? — preguntó, tratando de ocultar sus nervios.
— Yo... — dudaste, ¿deberías? — Mmm, en una hora estoy libre, ¿nos encontramos en la entrada? —
Al carajo el profesionalismo, era Leandro Paredes.
Una sonrisa de alivio se dibujó en su rostro. — Perfecto, nos vemos en una hora — dijo antes de retirarse, dejándote ensimismada.
A pesar de tu asombro, tenías que continuar trabajando. Fotografiaste a los últimos dos jugadores y, a la hora acordada, te dirigiste a la entrada del edificio, donde encontraste a un Leandro Paredes cambiado, esperándote. Era un auténtico bombón.
Cuando levantaste la mirada y viste su sonrisa, ambos supieron que este sería un día inolvidable. — ¿Lista? — preguntó, abriéndote la puerta.
Sentías que ibas a pasar un tiempo maravilloso y que este sería un día para recordar. — Siempre — respondiste en un tono juguetón, y juntos emprendieron su destino, la cita perfecta, la primera de muchas.
