19

1K 178 14
                                    

—Sun, esto es ridículo —Jay se quejó al verse en el espejo vestido de negro— Quiero que Riki me hable, no que piense que voy a un funeral.

—Como te quejas —Sunoo rodó los ojos— Te ves muy bien, a todos nos gusta un chico malo que ya no es malo—sonrió emocionado, esperando a que Riki se sintiera aunque sea un poco atraído.

—Sunoo...

—Vamos a la biblioteca, ya casi termina de trabajar y debes comprar flores también.

Derrotado, Jay asintió, acomodando su chaqueta antes de salir.

Caminaron hacia el primer puesto de flores que encontraron; Jay eligió algunas rosas rojas y para decorar, unos girasoles que sabía que a Riki le gustarían mucho ya que en algunas ocasiones, se lo mencionó. Tenía la leve impresión de que podría funcionar, que tal vez, Sunoo tenía razón en eso de ser cursi para llamar su atención, pero no debía hacerse ilusiones, ya que conociendo a Riki, se dio cuenta de que podía ser lo suficientemente frío para rechazarlo.

Sunoo se sentía muy emocionado, olvidando por completo su propio drama con Heeseung para ponerle atención a Jay, viéndolo de una forma que jamás lo vio antes, y eso solo lo hacía sentir conmovido.

Cuando llegaron a la biblioteca, justo se encontraron con Riki y Heeseung cerrando la puerta. Y cuando se dieron la vuelta para seguir sus caminos, se encontraron con algo que no sabían si clasificar como vergonzoso, o gracioso.

Jay entrecerró los ojos hacia Heeseung, analizándolo de pies a cabeza, y Heeseung hizo exactamente lo mismo, escuchándose al fondo las risitas de Riki y Sunoo.

—¿Pero qué...?

Heeseung, al igual que Jay, se encontraba vestido de la misma manera, usando negro en sus ropas, chaqueta y botas casi del mismo estilo, la única diferencia era que Jay sostenía un ramo de flores, y Heeseung tenía en su mano algunos globos de colores que eligió con mucha dedicación para Sunoo.

—¿Qué se supone que haces vestido así? —Heeseung le preguntó al más alto, ahora sintiéndose levemente avergonzado.

—¿Y tú? ¡Vamos exactamente iguales!

Sunoo apartó la mirada, haciéndose el desentendido, no tenía idea del porqué, Heeseung había decidido vestirse así justo ese día, pero había funcionado totalmente en él, llamado su atención.

—Ya, como sea, igual te ves mal —rodó los ojos el más alto y aclaró la garganta, sintiéndose nervioso por la expresión burlona de Riki en su rostro— Yo... Uhm, traje esto para ti—extendió el ramo de flores hacia el pelirosa, sonriendo de manera extraña.

—¿Por? —lo miró con sospecha, evitando sonrojarse por lo guapo que se miraba.

Jay borró la sonrisa de su rostro, buscando algo más para decir, pero estando frente a otras personas no podía seguir hablando, le daba vergüenza.

—¿Pueden irse? —miró a Sunoo y después a Heeseung.

Sunoo hizo un puchero, él quería seguir viendo a su mejor amigo en acción de conquista, pero comprendía que tal vez, no se sentía cómodo, así que asintió y se dio la vuelta, yéndose a paso rápido para no tener que entretenerse con Heeseung.

Heeseung no tuvo que pensarlo dos veces y se fue tras el castaño con el montón de globos en su mano, dejando atrás a Riki y Jay quienes se veían un poco nerviosos.

—¡Sunoo!

El mencionado solo aceleró el paso, no sabía ni qué decirle y definitivamente no quería verse como un tonto enamorado mientras lo veía con esa ropa que lo hacía lucir increíblemente guapo, tanto que podría sonrojarse; eso sería vergonzoso a pesar de que ya lo había hecho antes, solo que ahora no quería ser tan evidente.

The library. ‹𝟹 HeesunWhere stories live. Discover now