Mi nombre

249 30 3
                                    

Me quedé paralizada, y al parecer, ellos igual.

—...ris. ¡Amaris!—

El llamado de mi madre me hizo volver a la realidad.

—¡Sí! ¿Q-qué?— Pestañeé repetidamente nerviosa.

¿Te encuentras bien hija?Susurró en mi oido.

Sí, es solo que estoy un poco dormida aún.— Contesté tranquilizandola.

Bien. ¡Hola chicos!, yo soy Lauren, y ella es mi hija Amaris.—

Hice una pequeña reverencia a la cual correspondieron de igual manera.

—Un gusto. Yo soy Jay, él es Heeseung, Sunghoon, Jake, Sunoo, Jungwon y
Ni-ki.— Presentó a todos.

A pesar de no ser tan similares físicamente, habían dos cosas que compartían, el cabello negro, y la piel clara, al igual que yo, de un tono pálido que claro que suele llamar la atención.

—Bien, ahora que nos presentamos, ¿les parece bien que les enseñe la casa?— Preguntó sonriente mi padre, así es él.

—Por supuesto.— Contestó el mismo que había hablado antes.

—Tendré que hacerlo rápido porque debemos salir temprano, lo siento mucho. Sepan que ante cualquier duda pueden preguntarle a Amaris.—

—De acuerdo, muchas gracias.—

Salieron de la habitación y los seguí con la mirada.

¿Qué fue eso? ¿Qué fue ese sentimiento?

[...]

Veinte minutos después estabamos despidiendonos.

—Adiós hija. Cuídate, come bien, diviértete, y no estés triste. Cualquier problema llámanos.— Habló mi padre.

Asentí con un nudo en la garganta.

—Ven aquí.— Hice caso a mi madre.
Date vuelta.— Nuevamente obedecí.

Corrió mi cabello a un lado y me colocó una linda y delicada cadena.

La tomé para poder verla mejor y noté que llevaba una hermosa luna.

—Gracias... Es hermosa.— Le regalé una sonrisa.

—Te ayudará más adelante.— Abrió sus brazos en busca de un abrazo, el cual por supuesto le otorgué.

Mi padre se acercó y se unió a nosotras.

Nos quedamos así unos minutos hasta que llegó el momento de que partieran.

Nos despedimos y se subieron a su auto.

Mi madre al volante tocó bocina alegremente, y mi padre del lado del acompañante saludaba moviendo su mano, con todos sus ojos vidriosos.

Cuando desaparecieron de mi vista dejé salir todas la lágrimas que tenía retenidas.

Entré a la casa y fuí directo a mi cuarto, sin ver si me cruzaba a alguien en el camino.

[...]

Eran ya nueve de la noche y aún no había comido nada, había estado encerrada llorando.

Decidí darme una ducha caliente para poder relajarme un poco.

Al terminar fuí a la cocina, sorprendiendome al ver a todos allí.

—Hola...— Saludé bajo.

—Hola.— Hablaron todos a la vez.

—Jay está cocinado curry, ¿quieres?— Preguntó quien reconocí como Heeseung.

—C-claro... Si no les molesta.— Respondí un poco avergonzada.

Habían llegado hoy y yo ni siquiera les había preguntado cómo se sentían aquí o si necesitaban algo.

—¡Para nada!— Contestó alegre Ni-ki.

[...]

—Ten.— Sunghoon puso un plato lleno delante mío.

—Gracias, huele delicioso.—

—No es nada, disfrútalo.—

—¿Habían los ingredientes suficientes? Si hace falta algo puedo ir a comprar mañana.—

—Descuida, la alacena está repleta de comida.— Contestó Jay.

—Supongo que mis padres compraron de todo. Igualmente si necesitan algo, avísenme.— Todos asintieron.

—¿Ya probaste?— Preguntó refiriéndose a la comida.

Negué con la cabeza y tomé mis palillos para hacerlo.

Todos hicieron silencio.

Saboreé un poco y hablé.

—Mmh, ¡está delicioso!— Levanté mi dedo pulgar.

—Ay, no es para tanto.— Ocultó su sonrisa.

Todos rieron por su reacción tímida.

—Si quieres más te recomiendo que te guardes porque Jungwon te ganará.— Miré a quién hablaba, se encontraba a mi lado, y le sonreí. —Soy Sunoo por si no lo recuerdas.—

—Sunoo, lo recuerdo.—

Nos miramos sonriendo en silencio unos segundos.

—¡Yo soy Jake!— Dijo de repente.

Todos los miramos un poco sorprendidos.

—Digo... Por si no lo recuerdas...— Pareció encogerse.

—También lo hago, Jake.— Respondí.

Levantó la vista emocionado, como un cachorrito.

—¿Y el mío?— Habló Jungwon quién aún no lo había hecho en ningún momento.

—Tú eres Jungwon.—

—¿Y-?— Al parecer iba a hacer la misma pregunta.

—Ya, déjenla.— Ordenó Jay.

Todos quedaron en silencio como si los hubiesen retado.

—...¿Ustedes recuerdan el mío?— Pregunté tratando de romper la tensión.

—Amaris.— Respondieron al unísono.

—"Hija de la luna".—

—¿Qué?— Lo que dijo Heeseung me confundió un poco.

—Eso significa tu nombre, "hija de la luna".—

—¿En serio? Wow.—

Mis padres jamás me lo habían dicho.

Quizás no lo pensaron tanto... Creo que es probable.

De pronto recordé la cadena que me puso mi madre.

La miré, y miré la luna. Se veía apagada, aunque probablemente era tan solo una piedra.

달의 딸 - EnhypenWhere stories live. Discover now