Plata y Oro

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Ninguna de las franquías aquí es de mi autoría. Crédito a sus autores.
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Dos años exactos habían pasado exactamente desde había empezado a vivir en la casa Rose, dos años que podría llamarse "extraño", al menos para el mismo.

Ahora con casi 10 años de edad se habia unido legalmente a esta familia, y aun así había preferido mantener su apellido Emiya, en nombre de Kiritsugu y que el apellido Rose o Xiao long realmente no le quedaban en su opinión.

"Summer no esta en casa, si que creo que debería hacer el almuerzo". Se detuvo cuando la familiar sensación y mudo sonido de chirrido sonó desde su izquierda, así que se movió paso atrás.

"Waaaaa!" Una torbellino de pétalos paso de largo frente a el y choco contra la pared. "Au... otra vez me esquivaste, Shirou".

"Deja de hacer eso, Ruby." Esta situación se había estado repitiendo desde esos dos años. Desde que su semblanza se manifestó, no había dejado de intentar sorprenderlo o tomarlo por sorpresa. Lo cual ahora mismo era bastante imposible debido en lo que se basaba su semblanza.

Podía sentir a su alrededor hilo metafóricos que se movía, sonaban o se envolvían a su alrededor. En palabras simples, es como si siempre supiera lo que pasara a su alrededor de forma constante, incluso mientras dormía.

Mind Eye. Yang se le ocurrió ese nombre en broma, y termino siendo algo temporal por que no había una mejor forma de describirlo. Desde que despertó, había tenido constantes ataques de panico hacia absolutamente todo a su alrededor sin excepciones, desde las personas hasta el insecto mas pequeño en la pared, podía sentirlo todo a su alrededor.

Era una sensación abrumadora para todos sus sentidos. Tuvieron que recetarle calmantes para que empezara a manejarlo lentamente, y afortunadamente funciono. La practica hace al maestro, y en su caso, los constantes ataques de Ruby y Yang habían ayudado al caso. Ya que desde hace un tiempo no había tenido un ataque de pánico en medio de la noche por sentir un grillo en su ventana.

Si. Eso fue muuuuuy vergonzoso.

Otro chirrido y esquivando un Jab de parte de Yang que llego desde su Izquierda. frunció el ceño a la rubia.

"Por favor chicas, ya deténganse con eso".

Yang le sonrió y hablo. "Es para asegurarnos que no vayas a tener otro susto masivo". Se reía, pero en realidad ella era la que parecía mas preocupa solo superado por Summer y Ruby. Aun se sentía culpable por hacerlas poner esa cara de preocupación cada vez que pasaba.

Suspiro, rindiéndose en insistir en esto. "¿Por lo menos podrían no hacerlo en la cocina? Tai se va a enfadar si continúan con esto ¿saben?"

Yang se desinflo visiblemente mientras empezaba a tocar su cabello.

"Tu sabes muy bien cual es el castigo por eso ¿no?" Shirou no tuvo problema para echar leña al fuego, y como resultado la rubio solo palideció.

"N-No te atrevas, no es bueno ser un soplon ¿sabes?" La voz Yang temblaba mientras tomaba distancia lentamente.

No había vivido tanto tiempo con estas dos sin aprender varios trucos para saber lidiar con ellas. Pero tampoco le gustaba que estuvieran alteradas. "Puedo mantener la boca cerrada, por ahora, así que no hagan un desastre".

La rubia se ilumino. "¡Gracias Shirou, te amo!"

Intento abrazarlo, pero Shirou la esquivo. "El afecto sobra, solo haz lo que digo".

Yang asintió de mala gana de la cocina.

Shirou soltó una risa junto a un suspiro cuando vio las niñas empezar a jugar en la sala adyacente a la cocina. Sonría inconscientemente cuando las veía felices, pero la distancia que sentía entre ellos era demasiada. No es que no quisiera acercarse a ellas, solo que siempre que crecía en el esa necesidad, otra sensación demolía con el sentimiento anterior.

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