Mi Día con Dios

Ciudadanos del cielo

Quienes hemos aceptado a Jesús en nuestro corazón tenemos una ciudadanía en el cielo, mientras el Señor nos permita vivir en esta tierra debemos esforzarnos para obtener ese galardón de estar con nuestro Dios. 

No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí. 13 Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, 14 sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.
Filipenses 3:12-14

Cada día de nuestras vidas debemos esforzarnos por seguir avanzando, estoy consciente que vienen dificultades, pruebas y tentaciones. Sin importar la edad seremos tentados a cometer pecados, y también recibiremos ataques en nuestra mente, pero debemos rechazar el pecado y combatir los malos pensamientos con la verdad de su palabra: la Biblia. 

Como les he dicho a menudo, y ahora lo repito hasta con lágrimas, muchos se comportan como enemigos de la cruz de Cristo. 19 Su destino es la destrucción, adoran al dios de sus propios deseos y se enorgullecen de lo que es su vergüenza. Solo piensan en lo terrenal. 20 En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. 21 Él transformará nuestro cuerpo miserable para que sea como su cuerpo glorioso, mediante el poder con que somete a sí mismo todas las cosas.
Filipenses 3:18-21

Es necesario que pensemos que un día seremos juzgados por nuestras acciones (Romanos 14:10-12), esto debe hacernos reflexionar que ante Dios no hay nada oculto. La vida es corta, y debemos vivir cada día para agradar a nuestro Padre. La meta de nuestras vidas debe ser Cristo. En el camino que transitamos vamos afrontar dificultades pero no estamos solos, el Señor está conmigo y con usted. 

Dios le bendiga