Un simple carpintero

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Se ha puesto a pensar porque Dios se encarnó en alguien a quien le conocerían como el hijo del carpintero. Quizás para muchos de su lugar de nacimiento Jesús paso desapercibido, o simplemente lo vieron por el oficio de su padre (cuidador).

En Mateo 13 nos relata cómo Jesús impartía el mensaje de salvación y lo hacía a través de parábolas. Inicia con la parábola del sembrador, continúa con la de la mala hierba, luego la del grano de mostaza y la levadura; Jesús les explica a los discípulos el significado de la parábola de la mala hierba. Retoma las enseñanzas con el tesoro escondido y la perla, y termina con la parábola de la red que es una comparación de como es el reino de los cielos.

53 Cuando Jesús terminó de contar estas parábolas, se fue de allí. 54 Al llegar a su tierra, comenzó a enseñar a la gente en la sinagoga.

—¿De dónde sacó este tal sabiduría y tales poderes milagrosos? —decían maravillados—. 55 ¿No es acaso el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María; y no son sus hermanos Jacobo, José, Simón y Judas? 56 ¿No están con nosotros todas sus hermanas? ¿Así que de dónde sacó todas estas cosas?

Mateo 13: 53 - 56

¿A quienes defendió Jesús?

A los niños (Lucas 18: 15 - 17); Las personas llevaban a los niños ante Jesús, pero los discípulos les reprendían. Jesús les defiende y hace la siguiente declaración.

Les aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, de ninguna manera entrará en él».

Lucas 18:17

A la mujer adúltera (Juan 8:1-11)

Al amanecer Jesús se fue al templo, y se sentó a enseñar. Los maestros de la ley de Moises y los fariseos llevaron a una mujer que había sido encontrada con otro hombre que no era su esposo. Según la ley ella debía ser apedreada. La intención de las autoridades religiosas era ponerle una trampa a Jesús para luego acusarlo.

Pusieron a la mujer en medio del grupo, y siguieron preguntando a Jesús; su acción fue inclinarse y comenzó a escribir en la tierra con su dedo.

7 Y, como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo:

—Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

8 E inclinándose de nuevo, siguió escribiendo en el suelo. 9 Al oír esto, se fueron retirando uno tras otro, comenzando por los más viejos, hasta dejar a Jesús solo con la mujer, que aún seguía allí. 10 Entonces él se incorporó y le preguntó:

—Mujer, ¿dónde están? ¿Ya nadie te condena?

11 —Nadie, Señor.

—Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar.
Juan 8:7-11

Los hechos de Jesús son muchos, y en cada historia podemos apreciar el carácter de nuestro Señor. Me fascina leer como Jesús predicaba, como defendía a los más desfavorecidos y siempre aprovechaba cada oportunidad para enseñar.

Dios le bendiga. 

Mi Día con DiosWhere stories live. Discover now