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POV. MADELEINE.

Me puse de pie y salí del salón de clases.

Comenze a caminar hacia la sala del club, había pasado una semana desde que Skrull entró.

Una semana en la cuál no habíamos conseguido a nadie más para el club o como Robbie y Skrull lo llamaban "la banda".

"Vaya grupo" pensé para mí misma en mi camino a el club.

Suponía que Robbie y Skrull ya se encontrarían allí para "ensayar" aunque si se le podría decir así a estar en la sala haciendo nada discutiendo sobre cómo encontrar a las otras dos personas.

Me detuve bruscamente al percatarme de estar frente a el club.

Club de música decía la chapa en la puerta que había puesto el director hacía unos días.

"¿Como han ido muchachos?" preguntó el director alegre pero aún indiferente el día que pusieron la chapa.

Sacudí mi cabeza para salir de mis pensamientos y abrí la puerta.

-¿Qué tal Mad?- Preguntó Robbie al verme entrar.

Estaba sentado en una silla metálica tocando la guitarra.

-Ya te lo dije, no me digas así- Respondí algo molesta.

-¿Sabes Madeleine? Me agrada tu carácter rudo, me recuerdas a una leona enojada- Dijo Skrull con una risita, entrando a la conversación abruptamente, sentado en la silla de la batería con los palillos en las manos.

-Gracias, supongo- Respondí - Bien, vamos a lo nuestro, ¿Tienen algún candidato?-.

Dije mientras dejaba mis cosas en la mesa.

Robbie dejo la guitarra de lado para luego hablar -Ah, pues no, aún no tengo a nadie en mente, ¿Y tú?- Preguntó recargandose en sus piernas

-Nope, aún nadie- Respondí decepcionada.

-Bien, ustedes si que son un gran grupo, aún nadie en una semana, merecen una ovación de pie- Dijo Skrull sarcásticamente y de nuevo con una risita al final.

-Bien- Dije molesta -Tampoco te veo salvando al mundo, Skrull, ¿Tú a quien tienes?-.

Miré a Skrull, esperaba que se quedará sin palabras.

Un silencio transcurrió, pero su cara demostraba una sonrisa y seguridad que me hicieron dudar de mi suposición.

-Con gusto Madeleine- Habló Skrull luego de un rato -Te presentaré a mí candidato- Dijo Skrull mientras se ponía de pie de la silla y caminaba hacía una mochila negra con rojo y con una figura de calavera en el centro.

Sacó una fotografía de un muchacho pelirrojo de piel blanca y ojos verdes.

-Te presento a Matt, nuestro próximo miembro- Gritó en voz baja mientras me daba la fotografía.

Tome la foto, la miré unos segundos y luego hablé -¿Y el que hace?- Pregunté secamente.

-El, mi querida Madeleine, toca el teclado y no quiero ser modesto, pero lo hace muy bien-.

Volví a mirar la fotografía, el muchacho sonreía de oreja a oreja y saludaba a la cámara.

Lo pensé durante algunos segundos.

-¿Ya has hablado con el?- Pregunté a Skrull levantando la mirada.

-Aún no- Respondió Skrull caminando de nueva a la batería -Pero, se cuando y donde se lo podremos proponer-.

Caminé hacia la mesa y deje la fotografía, -¿Cuando?- Pregunté mirando a Skrull.

-Mañana, en el auditorio, se van a presentar por un evento de su clase de artes-.

-¿A qué hora?- - Ah las diez de la mañana, después del receso-.

-Bien, mañana entonces-.

Comenze a caminar a la puerta para salir del club.

Pero me detuve al escuchar llamarme -Mad- Me llamó Robbie.

-No me digas así Robbie, ya te lo he dicho-.

-De acuerdo pequeña leona, quería hablarte de algo, antes de que te vayas-.

-¡Hey! Ese es mi apodo- Reclamó Skrull por lo que había dicho Robbie.

Rodé los ojos ante la escena, -¿Qué sucede?-.

-Bien- Robbie se puso de pie de su silla, -¿Cuando vamos a ensayar?-.

Lo pensé unos segundos, en realidad no habíamos practicado ninguna canción desde que había entrado Skrull.

-Mm, ¿Qué tal cuando tengamos a los otros dos miembros?-.

Robbie asintió, -Me parece bien, por cierto, vivimos en el mismo complejo de edificios, ¿No?, Que tal si ensayamos nosotros dos, solos, recuerda, el bajista y la baterista son los mejores amigos en la música, aún si no lo somos tu y yo-.

Robbie sonreía mientras decía todo eso, la música lo apasionaba, era obvio, igual que a mí.

Y era cierto, vivíamos por los mismos lares, no me pareció descabellado ensayar juntos.

-Me parece bien, luego acordamos día y hora, ¿Te parece?- Robbie sonrió -Claro que sí-.

Asentí con la cabeza y salí por la puerta del club.

Caminé por los pasillos, mirando el suelo y pensando en el tiempo que nos quedaba para salir de ese problema.

Seguí así por varios minutos hasta que escuché a alguien llamarme, -¿Madeleine?- Preguntaron detrás de mi.

Miré hacia atrás para ver quién me hablaba.

Era una chica de piel blanca, con algo de rosa, cabello café rizado y ojos del mismo color.

Estaba a mitad de pasillo, se cubría con un suéter de lana y me miraba nerviosamente.

-¿Tú eres Madeleine?- Preguntó de manera tímida.

-Si, soy yo, ¿Tú eres?- Pregunté confundida.

-Ah si, lo siento- Respondió la chica mientras caminaba hacía mí -Soy Cinthya- Dijo mientras me tendía la mano.

Correspondí el saludo, -Un gusto- -Igualmente, soy Madeleine, aunque eso ya lo sabes-.

-Jeje, sí- Respondió mientras sonreí tímidamente.

-¿Y para que me necesitas?- Pregunté.

-Ah claro, es que, tú formaste un club con  un chico, su nombre es Robbie, ¿No es así?-.

-Si...-.

-Bueno el es mi amigo- Se detuvo -Bueno... Mi mejor amigo, y hace unos días no me habla, por un incidente, quería pedirte el favor, de hacer que hable conmigo, que debo... Necesito hablar con el-.

Miré a Cinthya unos segundos, no me había percatado hasta el momento, pero tenía unas ojeras grandes y rojas, además de verse agotada y débil y un aura de tristeza.

-Claro, pero, ¿Qué sucedió? ¿Por qué ya no se hablan?-.

-Es... Personal- Dijo Cinthya mientras se arropaba a si misma con el suéter.

-De acuerdo, yo haré lo que pueda, ¿Esta bien?-.

-Si, gracias, Madeleine- Me dijo Cinthya mientras sonreía.

-Bien, debo irme, nos vemos pronto-.

-Claro, hasta luego- Cinthya se despidió saludando con la mano.

Me aleje por el pasillo.

Su cuerpo, su cara y su tristeza desparecieron poco a poco.

Ella es... ¡Bonita!Where stories live. Discover now