Ella es... ¡Bonita!

6

POV. ROBBIE

Escuché sonar el despertador.

Estiré mi brazo derecho para golpearlo con enojo.

Me senté en la cama mirando el vacío y pensando en todas las decisiones que me llamaron hasta allí.

Recordé lo que había pasado el día anterior, suspiré.

Me levanté de la cama, y comenze mi rutina.

Tome mi mochila luego de haber echo todo, mire mi guitarra, la metí en su funda y le hablé.

-Tranquila, ahora mismo eres mi ángel de la guarda, vamos a divertirnos hoy-.

Me colgué la mochila, tome la guitarra de sus agarraderas, y salí del departamento.

El día anterior Madeleine, el director y yo habíamos terminado los acuerdos del trato.

Me vería con Madeleine en la sala del club de música después de las clases, tendría que llevar mi guitarra.

En el club hablaríamos más sobre lo que tendríamos que hacer en esos tres meses.

Ruido, mucho ruido.

Sin darme cuenta ya había llegado a la escuela.

Encadene mi bicicleta, y comenze a caminar hacia la escuela.

Llegué a mi casillero, guarde mis cosas y mire mi guitarra.

Le di unos golpecitos a la funda.

-¿Traes la guitarra ah?, Parece que va a suceder algo importante- Escuché decir por una voz chillona.

-¿Ahora si quieres hablar?- Pregunté a Cinthya mientras la miraba con enojo.

-Vamos Robb, escuché lo que sucedió, ¿Que pasó cuando fuiste a la oficina?- Mire fijamente a Cinthya, no podía creer que hablara con normalidad mientras el día anterior me rogaba dejarla sola.

-No, mejor dime qué sucedió ayer, ¿Que no podías contarme?- -Es algo privado- Cinthya desvío la mirada.

-Maldición Cinthya, dímelo, nosotros nos contamos todo- -Carajo Robb, hay cosas privadas que no se deben contar, tú no eres nadie para decirme que hacer-.

Mire a los ojos a Cinthya, mostraban que estaba triste, deprimida.

Sin vida.

-Pues, creí ser tu amigo- Tome aire para luego suspirar pesadamente.

Sonó el timbre de las clases

Nos miramos unos segundos.

-Nos vemos Cinthya- Comenze a caminar hacia el salón.

Cinthya se perdió entre la gente.

El día pasó en una nebulosa, sentía que lo que había sucedido y lo que estaba sucediendo no era real.

De repente, escuché el timbre de la escuela.

Las clases habían llegado a su fin, ahora, tendría que ir a la sala del club.

Me levanté de mi asiento y comenze a caminar a la sala.

Me detuve frente a el club, suspiré antes de abrir la puerta, "Carajo, odio esto", me dije a mi mismo, "Pues, querías emoción en tu vida, acá la tienes", me respondí rápidamente.

Tome aire antes de continuar, abrí la puerta y pase al club.

-Al fin llegas, ¿No crees que es algo tarde?- -Vamos, apenas son 10 minutos- Respondí a Madeleine mientras dejaba mis cosas en la sala.