2

40 4 0
                                    

Mire a mi al rededor, multitud de adolescentes, aunque era algo común y de esperarse, es una preparatoria.

Mire a todas las personas caminar apresuradas, "Pobres almas en desgracia" pensé al ver la multitud.

Me baje de mi bicicleta, la lleve hasta la zona para poder guardarla.

La encadene, volví a mirar a la multitud, me quite los audífonos, pude oír el ruido de la multitud con conversaciones indistintas, me encaminé hacia la puerta de entrada de la escuela.

Más gente caminando por los pasillos de la preparatoria.

"Maldita monotonía" Pensé, "Así es la vida Robbie" Me conteste a mí mismo en mi cabeza.

Camine hacia mi casillero, lo abrí lentamente con una cara cansada y aburrida.

No me hables, si lo haces te arrepentirás.

En eso podría haberse descrito mi cara.

Como si alguien hubiera leído mis pensamientos y decidiera ignorarlos.

Escuché a alguien hablar detrás de mí.

-¿Qué tal chico amargado?, ¿Como va tu día?- Preguntó una voz femenina y dulce.

Volté, -De maravilla, gracias por preguntar Cinthya- Respondí con sarcasmo, mirándola a sus ojos cafés.

-Eso veo, Robb, ¿Otra vez te levantaste quince minutos antes de la hora de entrada?- Me preguntó Cinthya de manera juguetona.

Su piel blanca con un poco de rosa siempre hacia resaltar esas expresiones.

-No me culpes- Respondí -Mi casa está justo a quince minutos de distancia- Dije sonriente.

-Bueno, lo que digas chico amargado- Me dijo Cinthya mientras jugaba con su cabello alborotado y café.

-Ahora, ¿Te parece ir a clase?- Preguntó Cinthya -Claro, como si tuviera otra opción, soy un prisionero en un sistema corrupto- Respondí, Cinthya me miró por unos segundos, mostraba una cara de estar harta de siempre escuchar lo mismo en cada mañana.

-Claro, artista incomprendido, ahora vamos a clase -Dijo Cinthya algo molesta mientras me jalaba del brazo.

Me deje llevar por su fuerza, la cual era bastante.

Llegamos a la puerta del salón de clases.

Cinthya la abrió de manera apresurada, entro caminando de manera rápida y autoritaria.

Yo me dediqué a seguirla de la misma manera.

Llegamos a nuestros asientos, y nos sentamos.

En cuanto llegue a tocar el pupitre, el timbre de la escuela comenzó a sonar.

-Justo a tiempo- Bromeó Cinthya -Como siempre- Respondí orgulloso.

En ese instante entró una chica, la mire durante varios segundos.

Era Madeleine.

La había visto siempre a lo lejos o de reojo, nunca me había detenido a verla durante un tiempo.

Tenía cabello oscuro y rizado y una piel morena

Pero lo que más me parecía atractivo y llamaba mi atención, eran sus ojos.

Eran como una laguna cristalina que resplandecía con la luz del sol.

La mire durante varios segundos, ella noto lo que hacía, volteo a verme desconcertada.

Mire hacia otro lado apenado, "Maldito acosador" Pensé, "Si, lo eres, completamente" Me respondí en mi mente.

Cinthya me tocó el hombro, me sacudió de manera brusca.

-¿Hola? Robb, ¿Estás bien?- Pregunto Cinthya de manera curiosa, caí en cuenta de que me había perdido mirando a la nada, perdido en mis pensamientos.

-Si, si, estoy bien, no te preocupes- Respondí, -Parece que esa chica te ha robado el corazon, Melanie, Maleni, creo que se llama- -Madeleine- Corregí inmediatamente -Guau, ¿Conoces su nombre?, Te debe tener loco entonces- Río Cinthya.

-No, claro que no- Dije apenado- Nunca, me enamoraría de una chica como ella- Tome un tiempo para continuar mi frase- Aunque, debo admitir, es bonita-.

POV Madeleine.

Llegué de manera apresurada, quedaban pocos minutos para que se llegará a tocar el timbre de la escuela.

Me baje de mi bicicleta de manera rápida y ridícula.

Me detuve justo al lado del parqueadero para bicicletas, la dejé guardada, y salí corriendo para la escuela.

Llegué a mi casillero, guarde mi mochila y prepare mis cosas para la clase.

-¿De nuevo tarde?- Preguntaron a mis espaldas, logré reconocer la voz, una voz Cantarina, -Si- Respondí apenada - Deberías levantarte un poco más temprano, ¿No lo crees? - Tal vez, lo pensaré - Dije al tiempo que me daba la vuelta para ver a Silvia.

Como de costumbre, estaba con su cabello rubio enredado y su cara blanca con algo de rojo debido a que se quemaba por el sol.

- Ah, si, por cierto, solo quedan dos minutos para llegar a clase a tiempo - Mire a Silvia, le di una mirada de enojó - ¿Hasta ahora lo dices? - Sipe, así que ya vámonos - Dijo Silvia mientras me tomaba de la mano, a continuación salió corriendo en dirección a el salón de clases.

Corrimos por varios segundos, nos detuvimos a unos cuantos metros del salón.

-Descansemos,-Jadeo Silvia, -Descansemos un segundo- Pidió Silvia -Concuerdo contigo, y acepto tu petición - Dije jadeando.

Descansamos unos segundos, hasta que de repente se escuchó el timbre de la escuela.

-Mejor vamos- Dije mientras comenzaba a caminar.

Silvia asintió y me siguió el paso.

Llegué hasta la puerta y la abrí lentamente.

Mire a mí alrededor, "Bien, aún no llega el profesor" Pensé, -Vamos preciosa-
Brome, Silvia arqueó una ceja -Claro, mi bella dama- Respondió Silvia siguiéndome la broma.

Reímos por varios segundos, hasta el me percaté de que alguien me estaba viendo.

Mire a mí alrededor hasta el pude verlo.

Un chico de cabello rubio, piel blanca y ojos dorados.

Era Robbie, lo miré por varios segundos, miro hacia otro lado al percatarse de mi mirada.

-¿Quién es ese chico?- Me preguntó Silvia al verme -Oh, no es nadie- -Nadie, ¿Eh?, Es lindo- -Es raro- Dije yo al instante - Eso quiere decir que te gusta-.

-Claro que no- Respondí, -Ni si quiera lo conozco- Silvia me miró por unos instantes -Oh bueno, entonces no habrá problema si me lo presentas, ¿Cierto?-.

-No lo haré- -Entonces, ¿Si te gusta?- Preguntó Silvia -Nope, no lo haré por qué no puedo, ya que no lo conozco-.

-Señoritas- Escuché decir detrás de mí.

Gire mí cabeza para ver quién hablaba.

Era el profesor Lincoln.

-Me parece que la clase ya ha comenzado- Dijo con su característica voz melosa.

-Claro, lo sentimos, tomaremos asiento- Golpe levemente a Silvia en señal de que me siguiera la corriente.

-Si, ya nos vamos a sentar- Silvia me devolvió el golpe en señal de que le molestaba.

Luego de eso caminamos a nuestros asientos y escuchamos la clase.

Ella es... ¡Bonita!Where stories live. Discover now