—Deja de ser tan escandaloso —le reclamó, mirándose en el espejo de su habitación una vez más solo para estar seguro de que estaba viéndose a sí mismo—. ¿No te parece demasiado? —cuando se giró para mirarlo, TaeHyung se adelantó para darle una nalgada—. ¡Hijo de...! —golpeó su brazo.

—Luces increíble —halagó sonriente mientras acariciaba el golpe, mirando a JiMin como si estuviera orgulloso de él—. Si después de esto ese alfa no cae por ti definitivamente no es el indicado.

—No estoy buscando al "indicado", sólo quiero verme bien —corrigió, volviéndose a mirar en el espejo para ver más detalladamente el pantalón.

Internamente, sí quería que su guapo vecino cayera por él. ¿Era malo eso? No, que te acaricien el ego no está mal de vez en cuando.

—¿Puedes dejar de mirarme el culo? —miró a TaeHyung con reproche.

—Es hipnotizante —admitió, casi consternado por ello—, ¿sí sabes moverlo, verdad? —apoyó su mentón sobre su mano, mirando con total concentración la espalda baja de su mejor amigo.

JiMin bufó, dándole un empujón, pero sin contestar la pregunta.

Si la tela se rompía sería la peor de las catástrofes, pero no podía darle tanto crédito a su culo porque no estaba seguro de que fuera tan fantástico como su amigo no se había cansado de afirmar. Sin embargo, muy dentro de él, quería que YoonGi lo mirara durante todo el transcurso de la cita y aunque ciertamente no era fan de que los alfas asquerosos babearan por su cuerpo, por el momento podía permitírselo.

YoonGi debería darle las gracias por dejarlo mirar, en todo caso.

Combinó los pantalones con un par de botas y una camisa de botones color rojo, se colocó un poco de delineador alrededor de los ojos y un suave color cereza en sus labios. No recordaba la última vez que se había preparado de esa manera... para una cita, para una salida que no fuera la universidad o el trabajo, o para algo que no estuviera relacionado con JungKook.

Se sentía bien.

—¿Cómo me veo? —preguntó algo inseguro una vez salió a la sala de estar en donde había obligado a TaeHyung a quedarse y en donde el beta compartía un tazón de palomitas con JungKook.

Tae silbó y JiMin rió avergonzado.

—¡Whoa, papi! —el niño se paró en el sofá de inmediato y TaeHyung lo sujetó para que no se cayera ni para que tirara el bowl con el snack—. ¡Te ves muy bonito! —dio un par de brincos con sus puños cerrados.

—Ay, mi amor —sonrió encantado y se acercó a su pequeño, besando sus cachetes antes de levantarlo—. ¿Soy un papi guapo? —preguntó.

—¡El más guapo de todo el mundo mundial! —se rió emocionado y JiMin volvió a besar sus cachetes—. ¿A dónde vas?

—Voy a salir con un amigo —explicó cortamente y le lanzó una mirada a TaeHyung para que no comentara nada. Después de todo, él no quería que JungKook se relacionara demasiado con el tema.

Sin embargo, JungKook no era tonto, él podía atar cabos con la última vez que vio a YoonGi dentro de su casa, sumando el contenido de la conversación que tanto el alfa motociclista como su padre tuvieron en ese momento. Su papi iba a subirse a la moto de YoonGi y los dos iban a salir, pero no sabía si iban a salir a jugar o si iban a salir como los personajes cursis de los dramas. En cualquiera de los dos casos, JungKook estaba seguro de que su vecino era el protagonista.

JiMin quizás lo seguía subestimando un poco.

—Espero que te diviertas mucho, papi —y dicho esto, plantó un pequeño beso en su mejilla.

EL MOTOCICLISTA Y EL UNIVERSITARIO ♡ MYG + PJM FT. JJKWhere stories live. Discover now