𝐍𝐢𝐧𝐞: 𝐀 𝐭𝐮 𝐦𝐞𝐫𝐜𝐞𝐝

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Heeseung seguía a Hannah de un lado a otro. Comenzó a ignorar a todas la chicas en instagram que le escribían. Antes iba con ellas, era todo un don Juan coqueto que no le importaba enamorarse. Hasta que Hannah llegó. 

Lo tenía en sus rodillas ante ella, dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguir su corazón. Cualquier cosa.

Lo tenía a su merced y Hannah lo sabía. Disfrutaba el hecho que tenía a Heeseung siguiendo sus pasos, la atendía y siempre estaba al pendiente de ella.

Pero ahora no estaba de humor. No luego de que YoungMi viniera el día anterior a recalcar "Heeseung es mío, maldita americana"

Maldita ella, hija de su...

—Hasta cuando estaré en abstinencia. 

—No sé—siguió mirando su celular, de reojo miró el de Heeseung y vio un chat que la molestó—¿YoungMi cómo está?

—¿Por qué preguntas?

—Curiosidad, debo saber cuándo será su próxima cita.

—¿De qué hablas?

Se quedó en silencio. Y luego entendió.

—¿Cuando fue la última vez que te habló?

—Ayer—se encogió de hombros—Me llamó maldita americana. No soy americana.

—Pero naciste ahí.

—Cállate ese no es el punto—lo miró mal—pero en realidad tiene razón, estoy segura que te conoce más que yo.

—No es verdad—Heeseung negó divertido—Esto es estupidez

—¡Claro que sí!—se enojó—no sé si tienes hermanos, que comida te gusta más o ese tipo de cosas y cada vez que trato de tener una conversación sobre eso me besas para que no lo haga y a YoungMi la llevas a restaurantes o a citas y parece que yo solo existo cuando quieres divertirte y no digo que no podamos divertirnos pero no es justo que venga todo el tiempo a decirme que solo soy una chica más en tu lista.

Soltó todo lo que pensaba de golpe. Ni si quiera lo miró y al ver que no recibía respuesta se paró para irse sin importar que el ensayo aún no acababa.

—No eres una chica más en mi lista—la detuvo—no hay una lista solo eres tú y perdona si te hago sentir de esa manera. YoungMi es alguien que trato de alejar, pero mis padres son muy insistentes y lo sabes.

—Está bien—incómoda ante ese momento tan...cursi añadió—No tienes que aclarar nada ni yo reprochar, al final solo somos amigos.

Heeseung asintió.—Tengo dos hermanos, una menor y otro mayor. Mi comida favorita es el ramen y soy alérgico a las rosas, me encanta el café y salir a correr.

—Ahora ya sé que flores darte para dormirte—burló. Heeseung soltó una risotada.

—Dios, tu sentido del humor está roto.

—Bueno.

Kaori los sentó a ambos en el sofá de la sala de ensayos en lo que descansaban. Estaba nerviosa.

—¿Qué pasó?

—Saben que mis papás no piensan venir para mi cumpleaños—comenzó—Y en el colegio va a haber reunión de padres el jueves entonces... decía si ustedes podrían ir como mi familia

—Claro, si somos familia—refiriéndose a ese vínculo fraternal que tenían, Hannah sonrió.

—No, ósea como mi familia—nerviosa explicó—cómo mis tutores o apoderados o... papás.

Hannah sonrió ampliamente sin poder evitarlo—Claro, iremos.

Kaori volvió emocionada con sus amigos a practicar el baile para su fiesta. La sala ya estaba decorada con colores rojos y solo estaban instalando las luces.

—No puedo creer que Ni-ki y Kaori salgan—dijo el joven mirando la interacción entre ambos adolescentes.

—¿Es enserio?—lo miró incrédula—Kaori nos habló de algo importante y ¿Sigues pensando en eso?

Se levantó indignada y se fue caminando.

—¿¡Qué!?—la siguió quejándose—Recién va a cumplir quince, es una bebé no puede tener novio ¿A dónde vas? No los puedo perder de vista para que luego vayan a lo oscuro a hacer cochina ...

—Ay por Dios Heeseung—lo tranquilizó—tú más que nadie sabe que Ni-ki no le hará nada, están bajo supervisión van a estar bien tranquilo.

—Solo me preocupo.

—Pero no tanto—sonrió divertida—además, como si tú nunca haz ido a lo oscuro" a hacer "cochinadas " aunque no suene mala idea.

—Tienes razón—miró que nadie estuviera cerca y la tomó por la cintura—No creo que pase nada si nos vamos a lo oscuro.

—No creo—enrolló su brazos alrededor del cuello de Heeseung y se acercó peligrosamente como su fuera a besarlo pero no lo hizo—Te tengo en la palma de mi mano Lee Heeseung.

—Me tienes a tu merced—tomó su mano y la acarició—y no me quejo.

Sonriendo y tomados de la mano, salieron apresurados del edificio al auto y del auto a l a habitación de la americana.

Ten felices juntos. En paz. Cómo si el simple toque de sus labios eliminara sus problemas que rondaban en su cabeza.

Y Heeseung adoraba cada pequeña imperfección de Hannah que la hacían más perfecta. Sus lunares en su piel, cómo se le achinaban los ojos al sonreír y su mejillas rosadas.

Hannah se separó para mirarlo a los ojos y se sorprendió. Oh no, mierda.

La forma en que la miraba no era bueno. La miraba con cariño y dulzura, la miraba cómo si fuera la única persona en el planeta. La miraba con...amor.

Demonios.

Mierda, mierda, mierda.

Todo esto estaba llendo por el mal camino.

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⏰ Last updated: Mar 31 ⏰

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𝐌𝐢𝐝𝐧𝐢𝐠𝐡𝐭 𝐑𝐚𝐢𝐧Where stories live. Discover now