Una noche alocada. Que empiece la miseria

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Le calmaba saber que a la abuela le había ido bien con sus hijos, le sonrió agradeciéndole al igual que Vene y estaba por ir al cuarto hasta escuchar lo que dijo, se puso algo rojo por eso y rió avergonzado

-N-No se preocupe.. y buenas noches..

Fueron a la habitación y apenas cerró la puerta Vene se le acercó para besarlo apasionadamente, iba a empujarlo a la cama pero este se separó dándole aquella pastilla, este le sonrió viendo cómo se iba al baño, asintió para luego comenzar a quitarse la ropa, solo se quedó en bóxer y tomó la pastilla, tosió típico humo envolviéndolo y separándolo en sus cuatro versiones

-Viernes

-Activa

-El modo

-Caja fuerte

Formaron los 4 aquella frase para luego esperar a Vene sentados en la cama

Este estaba en el baño desvistiéndose para luego escuchar las voces de las personalidades de Rusia, se sonrojo levemente al imaginarse lo que vendría para luego sonreir pícaramente y pervertida mente, no iba a decirle a Rusia pero, esa era una de sus fantasías sexuales con Rusia practicar una urgía con ellos mismos le gustaba mucho ya que el hacer una urgía con otro notablemente le asqueaba y molestaba, pero con su esposo por supuesto aceptaría

- (Esto será interesante)

Salio del baño con un traje mas que revelador que parecia ser un hilo dental que tenia una colita de conejo esponjosa, con un sostén de color negro con un moño negro en su cuello, este se acerco a los cuatro mirandolo de manera sumisa y pervertida para luego ponerse a sus pies mirándolos fijamente apretando sus pechos con sus brazos para que los rusos tuvieran mejor visión de estos

- Me alegra mucho verlos de nuevo... Espero que estén listos

Dice pícaramente para luego alzar sus brazos en señal de que podían empezar, pudo notar en la cara de estos que ya les urgía empezar

Cuando al fin Venezuela salió del baño los cuatro abrieron los ojos de golpe por la lencería que decidió ponerse en esa ocasión, cuando este se puso a sus pies apretando sus pechos y viéndolos de forma sumisa los cuatro sangraron por la nariz, el ruso coqueto ya se veía venir aquello y no tardó en pasarles la caja de pañuelos a cada uno

-Estamos más que listos cariño

Iba a acercarse para cargarlo pero el enojón se adelantó y lo alzó para acostarlo en la cama, los rusos se acostaron también, lo rodeaban viéndolo con una sonrisa pervertida y lujuriosa

-Bien vamos a prepararte~

Así como las maids atendieron al ruso la otra noche estos harían algo similar, los rusos enojon y coqueto se quedaban en la parte de arriba mientras que los alegre y triste estaban abajo, el enojón comenzaba a besarle el cuello lamiéndolo y mordiéndolo hasta su hombro mientras que el coqueto se puso a masajear los pechos del contrario

En cuanto al Rusia alegre este se encargó de retirarle ese hilo dental que tenía abajo, aunque más bien lo rasgó, ya luego le compararía otro, lo rompió de forma que solo quedara la colita de conejo como un delgado cinturón, mientras que el resto estaba expuesto, separó sus piernas para acercar su rostro y lamer un poco su entrada, metiendo de vez en cuando la lengua, por último el ruso triste se encargaba de masajear su miembro, también se acercó chupándolo un poco para excitarlo más

Este se sorprendió al sentir que lo cargaban y lo tiraban a la cama de golpe este solo alzo la mirada sorprendido de ver quien fue solo ríe levemente para dejar que se apeguen a el y empiecen a estimularlo, sintiendo las mordidas de enojón provoco que soltara gemidos bajos y jadeos.

Agua y Aceite || RUSVENE||Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ