Corazón Roto- Carlisle Cullen

Capitulo 13

Rochester, Nueva York, 1933

Ya habían pasado algunos años, al rededor de esos años Joseph y Esme se casaron.
Kiara y Esme hicieron las pases.
Edward había empezado a estudiar y llevarse mejor con su “Tía”. Por lo que ahora todo iba bien y seguían mudandose.

—¡Nosotros somos dos!— Joseph perseguía a Kiara por la casa.— Edward está solo y puede tener la habitación pequeña.

La pelirroja cerró los ojos, había escuchado lo mismo desde hace una semana que llegaron a Rochester.

—Pero tenemos 6 habitación en esta casa, puede escoger otra ¿Por qué siempre tiene que ser la mía?— Edward apareció aún lado de Josh.

—Por que solo dos habitaciones son grandes, y tus padres tienes una de ellas, puedes cambiarte a otra— El pelinegro se cruzó de brazos y miro a su hermana.

—¿Quien escogió la habitación en la casa pasada?— Kiara lo miro y levanto su mano para callar a Edward.

—Fui yo…— Josh murmuró.

Kiara bajo la mano y miro a su hijo y este gruño antes de hablar.

—Acordamos que sería por turnos, pero tú ya estás casado y solo por esta ocasión cambiaré la habitación.— Edward hablo mientras miraba a su madre.

La pelirroja sonrió y se fue hacia la cocina antes de que otra cosa sucediera.

—Siguen peleando la habitación¿Verdad?— Esme miro entrar a la cocina a su cuñada.

—Si, parece que tengo dos hijos en vez de uno— Kiara negó y las dos se miraron para luego empezar a reírse.

Todavía tenían algunas cajas por desempacar, la pelirroja se había negado a trabajar sin tener su hogar en perfecto estado. Por otro lado Carlisle desde el primer día había regresado a trabajar.

—Eh notado que siempre escogen el mismo tipo de casa— Esme apunto a Kiara con un par de lápices.

Kiara inclino su cabeza hacia un lado confundida, su cuñada tenía razón todas las casas en las que han estado son casi iguales.
Eran de dos pisos, a excepción de esta que era de tres y la cocina se encontraba en el segundo piso junto a los baños. En la primera planta estaba la sala de estar y tres habitaciones que eran de huéspedes. En el tercer piso estaban las demás habitaciones y un pequeño cuarto que Kiara quería utilizar como su área de pintura.

—Asi no se siente tan pesado el mudarse tan seguido— Sonrió y se acercó a el gran ventanal que estaba frente a ellas.

La pelirroja noto algo raro, el carro de su esposo venía a gran velocidad, Esme se acercó a su lado cuando la miró callada.

—Es muy temprano para que el esté de regreso…—

Las dos se miraron cuando el carro se detuvo y Joseph salió corriendo de la casa y se acercó a el rubio.

—Es una chica, algo le pasó… no deja de pensar en salvarla— Edward entro a la cocina a toda prisa.

Kiara regreso la mirada hacia el auto y miro como en los brazos de su hermano estaban una chica rubia llena de sangre.

—Largo, vallanse lejos de aqui— Miro a Esme y a Edward para hacerles señas hacia el patio que daba a hacia la carretera.

Edward miro a su madre, se negaba a irse y dejarla pero sabía que todavía no podía controlarse, mucho menos que Esme sería lo suficiente fuerte para hacerlo. Así que la tomo de la mano y Kiara no espero a que se movieran. Trono los dedos y los dos aparecieron en medio de la carretera así que miro como empezaban a caminar lejos de la casa.

Después de asegurarse de que si estuvieran alejándose, bajo hacia el primer piso y miro el piso lleno de sangre y Josh tratando de limpiarlo.

—Ve a ayudarlo, yo me encargo de esto— Le quitó de las manos el trapo.

Su hermano la miró antes de caminar hacia una de las habitaciones de huéspedes, Kiara se puso de cuclillas para empezar a limpiar el piso. Estaba preocupada por el que pasaba detrás de esa habitación y el por qué su esposo había traído esa chica a casa…

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—¿Y bien? ¿Me dirás que paso?— Kiara giro su cabeza para ver a su esposo.

Carlisle se sentó alado de ella en la sala de estar. Ya había pasado media hora desde que había entrado a esa habitación.

—Son las 5 de la mañana, y termine antes mi turno…— El rubio negó y recargó su cabeza en el hombro de Kiara. — Ella fue violada, la hija de alguien estaba tirada en la calle muriendo…

Kiara cerró los ojos al escuchar eso, le daba demasiada tristeza y rabia al pensar que alguien pudiera hacerle eso a una mujer que no tenía la culpa.

—¿Y qué harás cuando ella despierte?—

Carlisle se incorporo de golpe en su lugar y miro a su cuñado, que estaba en otro sillón mirándolo.

—Tal vez quieras decir el que hizo…— Josh aparto la vista cuando sintió la de su hermana sobre el.

—¡Que! ¿La convertiste?— Kiara se levantó de su lugar. — Acabamos de mudarnos, Edward acaba de entrar a estudiar ¿Que voy a decirle? —Llevo sus manos a su cabeza para dejarse caer en su asiento.

—¿Que querías que hiciera? ¿Que la dejara morir?— El rubio la miró — ¿Dónde está la Kiara que quiere salvar a todo el mundo? Podemos criarla como nuestra hija, como hacemos con Edward.

— Si quieren Esme y yo podemos hacernos cargo de ella— Josh interrumpo aquella discusión incómoda. —Saben que a mí esposa estaría encantada de ser madre…

—No, yo fui el que la convirtió así que yo me haré cargo— Carlisle negó sin despegar la vista de su esposa. — Ella será nuestra hija y no voy a discutirlo.

Kiara miró el gran cuadro que estaba en la sala, era una foto familiar de Carlisle, Edward y ella. Recordó una charla que había tenido con el rubio hace tiempo, el que fuera una familia más grande… el tener más hijos. Así que el negarle una oportunidad más a esa chica se le hacía muy egoísta de su parte.

— Tendré que buscar una casa mas grande en la próxima mudanza— La pelirroja miró a los dos hombres que tenían su vista en ella y sonrió un poco.

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—¿Una hermana? Por favor dime qué es un chiste— Edward caminaba detrás de Kiara.

—¿Por qué te molesta tener una hermana?— Kiara guardaba sus pinturas en una caja.

Estaban empacando de nuevo las cosas, ya que cuando la chica despertara se irían de ahí para no tener problemas.

—Tal vez ella sea tu compañera… Ya sabes que puedas casarte e irte de casa…— Josh hablo con diversión y se recargó en el marco de la habitación.

—Ni siquiera sabemos cómo se llama, que edad tiene o si es de fiar— Edward ignoro a su tío y siguió mirando a su madre.

—Lo sabremos cuando ella despierte— La pelirroja se detuvo para mirarlo — Cuando te convirtió tu padre, jamás te juzgamos al contrario nosotros te quisimos demasiado

Edward hizo un ruido con su boca y salió de la habitación molestó, el no quería una hermana, no quería compartir nada con una persona más, ya le era suficiente el tener a Josh en casa junto a su esposa.