La bella y el simp

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Y ahí estaba el chico, de piel ligeramente morena, ojos marrones y pelo negro, esperando con paciencia a que su amiga llegase al lugar para poder compartir una charla con ella mientras tomaban algo de café. Eventualmente, y tras unos minutos de espera, la muchacha de pelo rubio y ojos verdes llegó al lugar, sentándose justo en frente de él

"Hey, Ness, cuanto tiempo..."

Dijo el hombre con unos ánimos envidiables al presenciar a su amiga una vez más, ánimos los cuales, ella no compartía, pues se notaba por su expresión que se encontraba cansada y con algunas ojeras notables, vagamente tapadas por su maquillaje

"Hola, Luis, ¿cómo va todo?"

Preguntó ella débilmente para después bostezar

"Ness, ¿estás bien? Te notas cansada"

Dijo el chico preocupado por la salud de su amiga

"¿Eh? Ah, sí, estoy un poco cansada... Desde que adopte a Gregory las cosas no han ido igual"

Explicó ella para después darle un sorbo a su taza de café

"Te entiendo, no debe ser nada fácil para una mujer ser madre soltera, y mucho menos en tiempos como estos"

Comentó Luis en un intento por demostrar afecto por ella

"No, no lo es en lo absoluto, pero hey, puede que sea difícil, pero cada día me levanto pensando en que estoy haciendo lo correcto, además, Gregory acaba de conocer a un amigo en la escuela, me dijo que se llamaba Clay no sé qué"

Dijo ella con algo más de ánimos y optimismo, pero irónicamente, aquellas últimas palabras lejos de alegrar al chico, lo preocuparon aún más

"Ness... Gregory ya me ha comentado sobre ese chico, Clay Emily, y... Ya sé que no soy quien para meterme en tu vida privada o en la de tu hijo, pero porfavor, se menos permisiva con las amistades de tu hijo, hace unas horas, Gregory me comentó que fue al restaurante de Freddbear's, no por decisión propia, sino porque Clay lo convenció de hacerlo, y ese sitio es peligroso, no podemos saber que cosas raras le hayan podido pasar ahí dentro"

Le dijo Luis algo inquieto por el como se debería encontrar el castaño ahora, sorprendiendo también a Vanessa pues ella no estaba enterada de eso

"Agh, ese travieso... Mira que le he dicho muchas veces que se aleje de Fazbear Entertainment y todas esas mier..."

Antes de que pudiera acabar su frase, la peli rubia comenzó a sentir un ligero dolor agudo en el oído que le obligó a taparse este mismo con el dedo

"¿Ness?"

Preguntó Luis extrañado por la acción de la mujer

"No sé por qué, pero de un momento a otro, me ha comenzado a doler el tímpano"

Explicó ella sintiendo como el dolor sólo aumentaba, al girarse para encontrar alguna respuesta a su repentino e inexplicable dolor, se encontró con que en la mesa de al lado, estaba sentada una joven mujer, de más o menos la misma edad que Vanessa, con el cabello rojo y un vestido del mismo color, y al verla, por un momento notó como su visión se distorsionaba levemente, cosa que la asustó un poco

"Luis, no es por nada, ¿pero podemos irnos de aquí? Porfavor"

Pidió la mujer, a lo cual, el hombre respondió asintiendo con la cabeza, claramente confundido por la actitud de la mujer en aquel momento. Ambos se levantaron y salieron de ahí caminando rápidamente, caminaron hasta llegar a la casa de la peli rubia, iban a pasar el tiempo ahí, seguros de cualquier peligro.

"¿Ya te sientes más tranquila?"

Preguntó el chico sentándose en el sofá junto a ella

"Sí, ya no me duele el oído, no sé qué me pasó..."

Respondió ella para después dar un pesado suspiro, demostrando una vez más el cansancio que sentía en aquel momento

"Oye, ¿quieres que veamos alguna película o algo?"

Ofreció Luis para después encender la televisión y poner alguna película. A los pocos minutos, Vanessa ya estaba profundamente dormida, mientras que Luis veía atentamente el filme, absorbido completamente por la trama y la acción. Tras unas horas, llegó al final de la historia

"Noooo, T800, no te mates"

Dijo el chico entre lágrimas mientras continuaba viendo la película, llorando al ver como aquel robot con forma humana, se dejaba caer al metal fundido para así evitar que el día del juicio final suceda. Y justo en ese momento, el ruido del timbre retumbó por todo el hogar, siendo escuchado por el propio Luis, quien enseguida se fue hasta la puerta de entrada y la abrió, encontrándose con un Gregory tembloroso y asustado, el castaño ni siquiera le dirigió la palabra al adulto, de inmediato entró a su casa y se movilizó hasta llegar a su cuarto, cerró la puerta con seguro y se dejó caer en la cama

"¿Qué mierda fue lo que pasó?"

Se preguntaba el chico mientras empapaba el colchón de su cama con su sudor

"Hey, SuperStar al fin llegas"

Dijo Freddy alegre de ver a su amigo una vez más, sin darse cuenta del miedo que reflejaba su simple cuerpo

"Freddy..."

Dijo el castaño para después ir con la cabeza de su amigo y comenzar a abrazarla con ganas

"Hey, hey, SuperStar, ¿qué te pasa?"

Preguntó Freddy sorprendido por la acción inesperada del chico

"Nada Freddy... Nada..."

Respondió el muchacho, aunque por dentro sabía que esa no era la verdadera respuesta, y que aquello no era más que una mentira para evitar que su amigo Freddy se preocupase de más

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