Capitulo °II°

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Jenna

No esperaba que el encuentro diera un giro de trama tan intenso e impensable como cenar con el socio de mi jefe y su hermano menor, uno que no sabía que tenía porque su vida es prácticamente un secreto hasta para él mismo.

Definitivamente no pensé que el destino me jugara tan chueco ¿Por qué entre todos los hombres del mundo fue él? Es que mi mala suerte empezó desde que nací, el maldito socio de mi jefe encontró mi tanga roja con el jodido número de teléfono.

Dulce Coleman, daré por muerta y enterrada, esto es tu culpa y vas a pagarlo con intereses mayores a los de un préstamo bancario.

La vergüenza me llenó desde el segundo uno en que se sentó en el espacio libre.

Ese hombre sexi, alto, atractivo y muy serio es el socio principal de mi jefe ¿Eso no es de temer? Porque la verdad ahora mismo estoy muerta de miedo por perder mi empleo, que si bien no es necesario gracias a mi mejor amiga y su muy rentable negocio, sentirme inútil no es agradable.

Desde joven fui la responsable de la educación y cuidado de mí hermana menor, trabajar y estudiar era lo que mayormente hacía ¿Descuidar un empleo que conseguí con mucho esfuerzo? No, no ni siquiera hoy perdería el puesto de secretaria que por más de dos años mantuve.

Seré lo más educada que pueda y les pediré amablemente que olviden la broma de mi mejor amiga y el que nos vimos.

- No esperaba encontrarla aquí - dice mirando a su hermano de una manera extraña y hasta intimidante.

¿Me perdí de algo? Porque ese otro hermoso hombre se ríe disimuladamente, casi como burla.

- Admito que yo tampoco - estoy de la mierda con los nervios, literalmente tuve que aspirar fuerte para que no lo notaran.

- Pues... - el hermano menor alterna miradas entre ambos - Es incómodo saber ambos se conocen, yo no tengo el placer de conocer a tan bella dama pero mi hermano sí ¿Me hace el honor de decirme su nombre? Seguro es igual de hermoso que usted - ese inicio de conquista es interesante, es amable y educado sin dejar de demostrar sensualidad.

- Ella es... - me iba a presentar el mayor, pero lo detengo con una amable y matadora sonrisa.

- Permítame presentarme, soy Jenna Miller - extiendo mi mano para un típico apretón, mi piel se eriza al sentir su suave contacto, y mi cuerpo tiembla de nervios por el beso que planta en la palma ¿Deja Vu? Porque esto ya pasó.

Hoy tiemblo más que una puta gelatina.

En mi jodida vida un hombre dominó mis nervios con una simple y llana mirada ¿Por qué ellos sí? Es que es tan intensa, mi alma se siente en extremo desnuda por ambos, es como si pudieran ver a través de mí como unos jodidos ratos X.

Diría que ambos son una vista deliciosa para toda mujer, un pecado que hasta una monja comería con gusto si eso significa verlos mínimamente desnudos. Pechos tonificados, brazos fuertes que jamás te dejarían caer y unas piernas largas que te hacen sentir pequeña.

- Es gracioso verla presentarse por segunda vez, ya lo hizo en la entrada del restaurante ¿Los nervios no le permiten pensar con propiedad? - hijo de su perra madre, olvidé que ya cometí un error de solo verlo, ahora va el segundo al jugar con mi mente.

Sabe que me presenté y se burla de mí por olvidarlo, ahora entiendo porque la escena se me hacía familiar.

- ¿Burlarse de una mujer vulnerable frente a dos hombres le hace gracia? Porque de ser así permítame decirle que su sentido del humor carece de tacto - seguro que mi cara se nota roja, me he avergonzado yo solita.

RojoWhere stories live. Discover now