Te encontré por casualidad ♢Yaoi/Gay♢

Capítulo 3

Pero uno cometió un grave error, David lo ilumino directamente al rostro haciendo que se retuerza del dolor y empiece a gruñir.

El ser salto desde arriba del armario hacia una de las mesas y amenazante comenzó a gruñir más fuerte acercándose a ellos de manera rápida dejando ver sus dientes blancos y afilados como los de un felino.

David tenía un fierro que había tomado cuando entraron, he intento pegarle con este por miedo a lo que intentase hacer, pero el ser evito el golpe, eso sólo sirvió para enojarlo más, se tiró encima de el intentando morderlo, David intentaba alejarlo con todas sus fuerzas, pero no lograba nada.

Derrepente Sebastián patea al ser por la desesperación y ayuda a David a pararse y caminar hacia afuera.

Pero el ser da un grito casi inaguantable a los oídos de los chicos haciendo que se quedaran aturdidos y quietos, aprovechó y atacó a David mordiéndole el brazo y tirando a Sebas a un lado golpeando su cabeza, dejando en claro quien quedaba en pie sería el próximo inconsciente.

Alex estaba paralizado, quizá del miedo o de lo bello que era el ser albino, , mas logró reaccionar alejándose al ver que se acercaba peligrosamente.
toda la acción acabó como inicio, en un par de segundos y volvió al silencio.

Mientras David estaba intentando calmar el sangrado de su brazo y Sebas estaba inconsciente en el piso por la caída.

El ser se acercaba lentamente, observando y analizando al extraño, Alex tropezó con los restos descompuestos de alguien o algo quedando sentado en el piso aún sin dejar de ver al ser que se acercaba lentamente hasta acorralarlo contra la pared donde se detuvo y lo observó de cerca directamente a los ojos.

El ser albino empezó a tocar el rostro de Alex, aunque extrañado por el calor al tacto continuo por la curiosidad,  sus dedos fríos, largos y delgados iban por el cabello y su caída por el rostro lleno de pavor, sin embargo no hacía nada en contra para alejarlo, estaba más que nada impresionado porque no le hizo daño como a sus amigos, el ser albino parecía contemplar por primera vez el tiento a otro ser vivo.

Alex se relajó y volvió a respirar con normalidad, lentamente levantó su mano y tocó la mano del albino que se asustó, pero no se alejó, acercó su mano a la de Alex percibiendo el calor que emitía, observó sus ojos nuevamente y Alex hizo lo mismo en un gesto extraño de conexión.

El ser miro hacia atrás al escuchar el quejido de los amigos de Alex, de quien tenía el brazo dañado y que con el otro intentaba agarrar al inconsciente, se había dejado llevar. Se acercó a Alex y susurro en su oreja: - váyanse-

Era una melodiosa voz, muy suave y tierna que logró hipnotizar más a Alex, que con su sola apariencia exótica le atraía enormemente y ahora con su voz se había transformado en el ser perfecto, aun cuando era una máquina asesina.

Su corazón latió por primera vez por alguien, por su belleza pura en el peor de los escenarios y con ese momento terminó, el ser albino se alejó y ocultó en la oscuridad.

Alex con el pasar de los minutos se levantó y fue con sus amigos al cuando David lo llamó, lo ayudó a levantarse y llevar a Sebastián afuera del subterráneo, donde únicamente el miro atrás deseando no dejarlo solo.

Los tres amigos llegaron en medio de la fría madrugada a la civilización, Alex dejó a David y Sebastián solos en el departamento de David, ya no quería molestarlos, obviamente están enojados con el que los llevó ahí y aunque no se llevaban bien, sabía que Sebastián estaba en buenas manos.

-vamos al hospital mejor, deben verte la herida -habló inseguro.

-estoy bien- 

-es una herida muy grande como para que estés bien- dijo al ver la gravedad de esta.

-estoy bien, adiós Alexander-dijo David sonriendo aunque en sus ojos se veía furia, Alex sabía que era mejor irse y no empeorar las cosas.

Se fue a su departamento y al llegar lo primero que hizo fue prender la calefacción, se cambió de ropa y ser preparó, sentía aún el frío, se acomodó en su silla y encendió su computadora, intentando encontrar algo más sobre el lugar. Pero sólo encontraba la foto que antes había visto, una muy antigua donde sólo mostraba a el director, algunos científicos y guardias.

Sabía que eso no le llevaría a nada, esos debían estar muertos, necesitaba algún lugar donde buscar más, la biblioteca, pero el problema era que ya había ido y no había encontrado nada tampoco.

Estaba frustrado de estar peor que antes, más obsesionado aún con el hospital porque no lograba olvidar aquel ser. ¿Por qué no lo atacó?

Sin contar su aspecto que desafía las lógicas, estar así de aislado y abandonado, pero era bello como una rosa que jamás se marchita, ¿Era un humano?, su belleza innata que había dejado hipnotizado a Alex.

Sólo pensaba en qué haría ahora, sentía que quería volver a verlo, necesitaba verlo.

|Tch ¿qué me pasa? Es un ser, un salvaje, que casi mata a mis amigos... y aún así quiero volver a verlo, realmente estoy enfermo...| su mente se encontraba ahogada en sus pensamientos, no sacaba en nada investigar así y menos si sólo quería al chico albino y no al lugar.

Después de ese debate mental fue a su cama, pero no lograba dormir, simplemente observaba por la ventana a la oscura mañana hasta la llegada del sol con su color rojizo que lo hizo recordar esa mirada vacía... ¿por qué era así? Tantas preguntas venían a su mente, pero finalmente logró dormir con la llegada de la mañana.

Sólo esperando despertar e ir al lugar denuevo, esta vez solo.