Aldo miró hacia donde Liam miraba. —Ah, te refieres a eso. No es nada. —Fue modesto, en realidad le gustaba mucho presumir el poder que tenía—. Además, si te dijera algo sobre eso, seguro tendría que matarte después.

Lo pensó, no tenía muchas alternativas para sacarle información. Lo único que sabía sobre ese chico era lo poco que Zayn le había contado. Sentía mucha adrenalina en el cuerpo, sabía que tenía que mantenerse alejado de toda esa mierda en la que ahora su mejor amigo y su novio estaban enterrados, sin embargo no le importaba, no los dejaría solos y si podía ayudar, lo haría. —Tal vez valga la pena con tal de saber algo sobre ti... —Comenzó por algo ligero—. ¿De dónde eres?

Le gustaba la actitud que el castaño había tomado. Estuvo a punto de contestar cuando el camarero llegó hasta ellos con un par de bebidas y las colocó sobre la mesa. Liam rápidamente dio un tragó a la suya y casi terminó con todo el líquido del vaso, sabía que era alcohol y eso le ayudaría a relajarse. —Hey, con cuidado, chico —Comenzó a reír tras verlo beber de esa manera y dio un trago pequeño a su bebida—.  Es coñac, no quiero que te embriagues tan pronto.  

Sonrió y negó con su cabeza. —No creo, no me quiero olvidar de nada de lo que pase esta noche. —Le dijo, había sido un poco atrevido con esas palabras, pero tenía que arriesgarse, no había nada que perder—. Aún no me has dicho tu nacionalidad... ¿Tendré que adivinarla o serás tú el que me lo digas?

—¿Por qué tanta urgencia con eso? ¿Qué importancia tiene? —Acercó su mano hacia el brazo del chico y comenzó a rozarlo levemente.

Liam tragó saliva e intentó no mostrarse nervioso con el tacto del italiano. —Pues... hay mucha inseguridad en la ciudad, no me puedo arriesgar... —Una idea estúpida llegó a su cabeza y las palabras salieron de su boca sin avisar—. ¿No escuchaste del chico ese que balacearon brutalmente esta mañana? Un tal Zayn Malik... —Se arrepintió al instante, aquello había sido demasiado arriesgado.

Aldo se tensó levemente, alejó su mano del castaño y dio un trago a su bebida. —Estoy seguro que esa "muerte" es otro invento del gobierno para tener a los ciudadanos tranquilos. Llevaban meses buscando a esos sicarios que operaban con flores envenenadas y ahora resulta que encuentran un muerto sin tener idea de quién lo hizo. —Aldo no era ningún idiota, no lograba creerse ese cuento de que Zayn estaba muerto. Estaba convencido de que todo era un simple invento para distraer. Tenía a todos sus hombres rodeando la discoteca por si a ese chico se lo ocurría aparecerse por ahí.

Sintió preocupación al escucharlo y tragó saliva. —En el hospital donde yo trabajo han llevado el cuerpo de ese chico —Fingió una risa—, y créeme, estaba muerto. —Mintió.

El italiano lo miró confundido, alzando las cejas. —¿Eres doctor? —Liam asintió—. ¿Y estás seguro que el cuerpo que viste pertenece a Zayn Malik? —Parecía sorprendido, para él, Liam era un simple chico que no tenía ni idea de lo que escondía ese asunto, no tenía motivos para engañarlo.

—Pues eso creo... su rostro coincidía con la fotografía que llevaba sus identificaciones.

Aldo parecía cada vez más confundido. Tomó su móvil y comenzó a buscar entre sus fotografías. —¿Pertenecía a él el cuerpo que viste del día de hoy? —Le mostró la pantalla del móvil y Liam sintió su estómago revolverse al mirar a su novio.

—Sí, totalmente. —Respondió intentando lucir natural, tragó saliva y le dio una sonrisa—. ¿Por qué? ¿Pasa algo?

Hizo una seña a uno de sus guardaespaldas que yacía cerca de ellos. —No, todo está bien. —Se levantó de su silla—. Ya vuelvo, debo arreglar un asunto muy rápido. No tardaré. —Le dijo para después caminar hacia donde se encontraban sus hombres.

Poisonous Rose (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora