Babylon Allure [JOHNTEN]

XXXVIII. SAPPHIRE BABEL

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All your fault by Yugyeom (feat. Gray)
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«ἦλθες, ἔγω δὲ σʹ [ἐμαιόμαν],
ὃν δʹ ἔψυξας ἔμαν φρένα καιομέναν πόθωι»

Safo de Lesbos

Viniste, y yo te deseaba,
entonces, refrescaste mi corazón incendiado en amor.

Traducción mía <3

Dos días después, un domingo por la mañana, Lee Taeyeon aparece frente a la puerta de su casa.

Y cuánto más lo piensa, no encuentra una razón para explicar la conexión que eso tiene con la muerte de Christopher Bang. Sin embargo, sabe que la tiene.

Ten está dormido sobre su pecho, respira lentamente y Johnny comprende que para ese punto su hábito de dormir se ha convertido en una adicción y no es lo más grato de decir para cuando se trata de ellos. Porque ambos están cansados y, por más que quiera no hacer menos el desgaste de su novio, sabe que Ten no hizo mucho durante la semana, así que ¿por qué duerme tanto?

—Bebé, ¿te sientes bien? —murmura sobre sus cabellos lacios y el otro se remueve sobre su pecho.

—Súper bien—carraspea con una voz sonriente. —Tengo una buena cama, he dormido por horas, estoy calientito y me abraza el amor de mi vida, no necesito otra cosa, ¿y tú?

Johnny no responde porque se dedica a besarlo, a suspirar con alivio y seguir el camino de saliva que traza Ten en sus labios, acomodar su cuerpo para que despierte por completo y deposite sus caderas por encima de las suyas mientras acaricia y seduce la piel de sus costados.

Es más de medio día, alrededor de las dos de la tarde, Irene está en turno y Haechan ha invitado a una cita a Mark, así que su casa está prácticamente abandonada, salvo ellos que tras despertar por la mañana, volvieron a dormir tan pronto como Mark se fue.

—¿No tienes que tomar tu medicina con algo en el estómago? —pregunta entre besos.

—Creo que por ahora preferiría tener otra cosa, me estás volviendo impaciente, mi amor.

—Estás lesionado, dulzura, no voy a hacerte nada hasta que pueda volver a poner ese tobillo sobre mi hombro sin que duela, ¿entendido? —Johnny peina los cabellos de Ten hacia atrás, es tan largo que puede acomodarlo detrás de sus orejas, lo que lo hace ver adorable. —Ahora te voy a llevar a la cocina, desayunarás y tomarás tu medicina.

—¿De qué sirve que estemos solos? Ya dijiste que vas a seguir queriéndome incluso si soy un bicho feo, no tengo otra cosa de la que hablar, te he dicho todo, como pareja deberíamos aprovechar el tiempo, mi cuerpo necesita al tuyo y no vas a mentirme diciéndome que no es recíproco, mira—no es una palmada directa a pesar del dolor.