° Tres °

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El viernes había llegado.

Y con él traía la presentación de nuestra obra.

Ahora estaba en bastidores del teatro abierto de la universidad. Sentados fuera estaba casi toda la universidad esperando a que inicie nuestra presentación. Mis amigos hace un rato me habían enviado mensajes deseándome suerte y esas cosas.

Nunca creí necesaria la suerte en una obra, siempre me tuve la confianza suficiente para saber que lo haría bien. Sin embargo, ahora no me sentía muy confiado de mí mismo.

Estaba nervioso de una forma en la que nunca lo estuve y eso no me agrada; muy pocas veces tuve nervios antes de una presentación y lo detesto totalmente.

Me paseaba de un lado a otro, murmurando cada una de mis líneas. Ya iba con el vestuario de Romeo, que era algo muy diferente a la ropa que usaban en sus tiempos. Por lo que sé, tomaron un poco de inspiración de la película de Romeo y Julieta de 1996. Así que iba con unos tejanos viejos, botas, una camiseta blanca bajo una cazadora tejana negra y el cabello todo despeinado.

Bueno, más despeinado de lo normal.

Ahora bien, la ropa no era algo que me estaba causando incomodidad. He usado cosas peores en otras obras y proyectos de clases. Una vez tuve que disfrazarme de una banana. Recibí bromas por parte de Evan y Andy por casi tres meses. En otra ocasión, tuve que hacerlo de un superhéroe tonto que ni siquiera podía ponerse bien su super traje, así que, ya te haces una idea de cómo salí al escenario, ¿No?

Aunque lo que llevo puesto es mejor que en otras presentaciones, aún sentía los nervios en mí. Las palmas de mis manos sudan como locas, las pasaba cada diez segundos por el pantalón para poder secarlas. No me gustaba esta sensación de nerviosismo, la odio. Siempre he sido un chico confiado en escena, pero ahora no es así. Ya no soy ese Aidan que cuando sube al escenario sonríe seguro de lo que va a hacer. Ahora ni siquiera puedo esbozar esa sonrisa.

Malditos nervios.

Veo entre la brecha de separación de un telón y otro y ahí sentí que mi corazón se detuvo un momento.

¿Había dicho «casi toda la universidad»?

Pues no, ¡Estaba toda la jodida universidad!

Profesores, alumnos, de las tiendas del plaza-boulevard, ¿Ese era incluso el rector?

Ay, joder.

Me aleje del telón antes de que por alguna torpeza que me llevaran a hacer estas emociones termine como idiota en medio de la plataforma.

Pasé mis manos por mi cabello y las entrelacé sobre mi cabeza, tomando respiraciones profundas mientras tengo los ojos cerrados.

—Tranquilo, Aidan. Tranquilo. No es nada. Solo... solo te verá toda la universidad, incluídos los profesores. Nada por lo qué preocuparse —me dije a mí mismo en murmuros.

Eché otro vistazo al público.

En las filas de adelante, sentados sobre unas sillas de playa, estaban Evan y Bea, tomados de las manos mientras hablaban animadamente de algo. A su lado, Andy y Lyla jugaban no sé qué cosa en el celular de alguno de los dos. No encontré a Camille y Billy, pero debían de estar por allí.

—Sip, nada por lo qué preocuparse.

Volví a alejarme de la brecha de los telones.

Seguí caminando de un lado a otro ida y vuelta, murmurando mis líneas. Sentía que si no las repasaba las olvidaría en cualquier momento. Y aún así, repasándolas, no me sentía más seguro.

Solo Me Importas Tú [Loved #2] ✅Where stories live. Discover now