𝙏𝙬𝙚𝙣𝙩𝙮 𝙩𝙬𝙤; Envidia

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No entiendo por qué, pero en el momento en el que ambas miradas se posaron en mí, incluso se me olvidó a qué venía.

— Yo... — tartamudeé — Venía a hablar con Tokio principalmente. Si pudieses dejarnos solas, por favor.

Río aceptó de inmediato. Cuando caminó fuera de la sala y se cruzó por mi lado, no fui capaz de mirarle como él hacía conmigo. ¿Estaba siendo infantil?

— Antes de que empieces, déjame explicarme — me cortó Tokio en seco — Río y yo hemos tenido una relación rara estos meses atrás. A mí no me gustaba ni me gusta ahora, pero no es una sorpresa decirte que yo a él sí.

Me lo esperaba. Era tan obvio.

— Con esto no quiero decir que aún le guste, ni mucho menos, soy consciente de la especie de relación que tenéis entre vosotros, también algo extraña. A lo que me refiero es que no quiero que te confundas cuando estemos juntos.

— Pero, Tokio, a él todavía le gustas, es tan evidente — caí desparramada en el sillón, exhausta.

— Creo que estás sacando las cosas de quicio. De hecho, ¿te gusta Río, pero no confías en él? — preguntó inquisitivamente. Y con razón.

𝘽𝙖𝙟𝙤 𝘾𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙡 [La Casa De Papel: Corea]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum