𝘽𝙖𝙟𝙤 𝘾𝙤𝙣𝙩𝙧𝙤𝙡 [La Casa De Papel: Corea]

𝙏𝙚𝙣; Infiltrados

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¿He escuchado bien? Que Denver me diga que tal vez está enamorado de una rehén, no hace falta decir nombres, me lo creo y ni siquiera me sorprende, ¿pero de Río? ¿Si me lo está contando es porque es de mí? Eso es imposible, ¿no?

— Tal vez no debería decirte esto — oigo como recula Denver en cuanto mi cara se transforma en una mueca de incomodidad — Sigues siendo una rehén más dentro de lo que cabe así que mejor continuamos con ese trato.

En este punto hablaba consigo mismo y no se percataba de que lo que yo prefería ahora mismo tal vez no era eso que él pensaba.

— Denver — le corto — ¿Me estás diciendo esto en serio?

— Sí, ¿por qué la duda? — pregunta un poco desconcertado.

Me hubiera encantado contestarle que yo siento lo mismo. Que yo también me he enamorado de un ladrón y estoy asustada por ello. Que tuve miedo desde el momento en el que pensé que Río era alguien bueno y atractivo. Pero no pude.

— París, al vestíbulo con el resto de rehenes, vamos — me ordenó Tokio, arrastrándome con ella al lugar citado.

Me dejó junto a dos mujeres más y poco tiempo después apareció también Denver. Estábamos todos los rehenes reunidos de nuevo junto a Tokio, Denver y Nairobi. Viene la reprimenda...