XLIV

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Pablo Gavi.

gaviraa que monos 😭

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gaviraa que monos 😭

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14 de febrero.

Día de San Valentín.

O de San Solterín.

Aunque yo estaba en la primera opción.

一 ¿Poniéndote guapo para ir a ver a la novia? 一 me dice Ilias, mientras estaba tumbado en la cama viendo tiktoks en su móvil.

一 Efectivamente. ¿Me ayudas? Es que no sé qué ponerme. ¿Algo rojo? ¡Ay no sé!

Él se rió por mi desesperación, pero se acercó a ayudarme. Al final me puse mis pantalones de cargo negros y una sudadera roja. Cogí una funda de móvil a conjunto con la sudadera y los regalos para Aitana.

Como aún no tenía coche, mi gran amigo Pedri tuvo que hacer de taxista, y el muy tonto quería cobrarme. Pero salí corriendo hacia la puerta de la casa de mi novia, y me libré de hacerlo.

Aitana llevaba un día sin hablarme, y eso me preocupaba. Dudo que esté enfadada porque subió una historia para mí hoy, pero también es lo único que sube desde de hace unos días.

Timbré a la puerta para que un poco después, me recibiera la madre de Aitana con una expresión triste. Eso me puso en alerta.

一 Hola... ¿Todo bien? Pareces triste.一 le pregunto yo.

一 No son nuestras mejores fechas. 一 me dice ella. 一 Pasa por favor. Vente al salón. Necesito decirte algo antes de que veas a Aitana.

一 Vale...

Hice lo que me pidió y fui al salón, donde estaba el padre de Aitana viendo un album de fotos.

¿Qué está pasando?

Parece que la madre de Aitana me leyó la mente.

一 Hace seis años que el hermano de Aitana murió.

Oh.

Nunca había hablado con Aitana sobre esto. Solo sabía lo poco que decía en los conciertos. No me pareció correcto preguntarle, porque sabía que era un tema un poco tabú para ella y no quería recordárselo. Además, cuando ella estuviera lista; ya me lo diría.

一 Lo siento mucho.

一 Tranquilo, nosotros lo tenemos más asumido; aunque obviamente nos siguen doliendo estas fechas. Aitana, por contra; lo pasa muy mal. Apenas se levanta de cama y come. Por eso, antes de que vayas, quería avisarte de que no va a estar muy por la labor de hablar. No es que no quiera hablar contigo. Es que no quiere hablar con nadie.

一 Muchas gracias. Voy a subir. ¿Creéis que sea buena idea darle esto ahora?

Los padres de Aitana sonríen al ver que tengo unos tulipanes rosas en la mano, junto con una bolsa donde está el regalo de Aitana.

一 Quizás es mejor que pruebes primero, si sale bien; ya se lo darás luego.

Dejo las flores y la bolsa con el regalo encima de una mesa y subo las escaleras, en dirección a la habitación de Aitana. Antes de tocar el pomo de la puerta cojo una respiración profunda. Estaba muy nervioso.

Nada mas abrir esa puerta, un olor condensado llegó a mis fosas nasales. Su habitación estaba cerrada completamente y no había ni levantado las persianas. La única luz que había era la de las luces led del techo. Miré en dirección a la cama, para encontrarme con una persona hecha ovillo debajo de las sábanas.

Me fui acercando poco a poco, y al parecer, escuchó mis pasos.

一 No quiero ver a nadie. Vete.

Lo que me dijo llegó como una puñalada a mi corazón. Sé que no media las palabras, porque estaba mal.

一 Aitana...

Ella al escuchar mi voz, se giró en mi dirección y pude ver un gesto de sorpresa en su cara hinchada de llorar. Eso me partió el corazón.

一 ¿Que haces aquí, Pablo?

一 Bueno, es San Valentín. Vine con la idea de verte y pasar tiempo contigo. Pero tu madre me dijo lo que pasó.

一 Vete. Necesito estar sola.

一 Estar sola no te va a ayudar. Tienes que intentar distraerte. Así no piensas en lo que pasó y no te pones peor.

一 ¿Y por qué piensas que no quiero pensar en él?

No supe qué responder, por lo que cambié de tema.

一 Aitana, él no querría verte así.

一 Vete. Déjame sola. 一 me dijo ella con la voz entrecortada.

Me rompía el alma verla así y que no se dejara ayudar. Que se encerrara en lo que ella creía que estaba bien, cuando solo se estaba haciendo más daño. Resistí mis impulsos de acercarme más a ella y sumergirla en un abrazo, para que llorara tranquila y teniendo apoyo.

Me giré en dirección a la puerta de su habitación y me dispuse a salir de ahí, no sin antes decirle que me hablara cuando ella quisiera.

Estaba en todo su derecho de estar triste, pero tampoco podía tratar así de mal a las personas que querían ayudarla.

Llamé a mis padres, que se habían comprado un piso en Barcelona; y les pregunté si podía ir a su casa unos días. Necesitaba despejarme, y que mejor que con mi familia.

Al bajar las escaleras los padres de Aitana me miraron con una expresión que gritaba: "¿Qué tal te ha ido?"

一 Me voy a la casa de mis padres. Darle los regalos de mi parte cuando sea consciente de lo que pasó. 一 les dije yo.

一 Lo siento tanto, Pablo. Te mandaré un mensaje cuando se le pase.一 dijo su madre y abrió los brazos para darme un abrazo. No pude evitar que se me salieran unas lágrimas. No sé si de tristeza, impotencia o cualquier otra cosa.

一 Solo dale tiempo.一 dijo esta vez su padre, acercándose a mí y a su mujer.

一Eso es lo que haré. Gracias.

Y tras eso me fui en un Uber a la casa de mis padres, quienes me recibieron con un abrazo. Mi hermana no estaba ya que se había ido con su novio a no sé dónde.

Yo me pasé el resto del día con mis padres viendo series que aparecían en la tele, porque tampoco había mucho que ver.

Estuve los siguientes tres días sin saber nada de Aitana, ni por redes, ni por mensaje. Nada.

Parecía que había desaparecido del mapa.

Proyecto Incierto | Pablo GaviWhere stories live. Discover now