Vecino incógnito (Jaywon)

✧⁠*⁠。26✧⁠*⁠。

Su primera parada fue un jardín botánico.

Jungwon estaba muy emocioando y feliz, sus ojos tenían un brillo tan lindo, admiraba todo con tanta fascinación y asombro, preguntaba con curiosidad, escuchaba atentamente hablar al hombre que los guiaba, y se mantenía agarró de la mano de Jay, como si fuera un niño pequeño que si lo sueltas, se perdería.

Después del jardín botánico, fueron a una heladería.

Durante el camino, Jungwon le habló animadamente de las flores que más le gustaron y la tranquilidad que le dió el lugar.

En la heladería, Jungwon ni siquiera sabía que elegir, él no tenía algún gusto de helado favorito, así que Jay eligió por él, y para su suerte, le gustaron.

El menor estaba emocionado, algo tan común y simple como comer un helado, para él era algo tan increíble, y ese brilló en sus ojos no desaparecía.

Después de comer el helado, salieron a pasear al centro comercial, y allí, Jungwon escuchó a un chico, gritar; él último que llega al auto es un viejo aburrido, y quiso jugar también, así que Jay cumplió sus deseos. En la mayoría de carreras ganó el menor, Jay solo logró ganar una, y fue porque hizo trampa.

Más tarde, fueron a un parque.

Jay le enseño a jugar al uno, y ahora se encontraban jugando con cierta ventaja que tenía el mayor.

—Nunca pensé que un juego con papeles iba a ser tan entretenido—comentó Jungwon.

—¿La estás pasando bien?—

—Demasiado.—

—Me alegra—dijo con una sonrisa

—¡Uno!—

—¡¿Qué?! Hace un minuto tenías tres cartas –reclamó Jungwon.

—Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente.—

—¡Deja de hacer trampa!—exigió con un adorable puchero, antes de tirar.

Jay sonrió, e impulsivamente, se acercó a Jungwon y dejó un beso en sus labios, causando un leve sonrojo en sus cachetes.

—¡Terminé!—

—¡Eres un tramposo!—

—Tú no sabes perder.—

—Eres malo.—

—Deja de hacer berrinches, debes aprender a perder.—

—Reparte—ordenó el menor, y el rubio obedeció.

—¿Tú crees que yo pueda amar?—cuestionó viendo como Jay mezclaba las cartas.

—Sí, ¿por qué no?—

—Ya sabes... Osea, yo no sé como se
amaba.—

—Nadie lo sabe, Jungwon.—

—Oh, vamos... No seas tonto.—

—No estoy entendiendo lo que quieres
decir.—

—¿Cómo se siente amar?—

El mayor levantó su vista, dejando de lado el juego, y miró a Jungwon, quien lo miraba ansioso, esperando una respuesta.

¿Qué es amar? ¿Cómo se ama? ¿Qué se siente amar? Ni siquiera él lo sabía.

—No lo sé... Hay muchas formas de amar y de sentirlo, no podemos encasillarlo en una pequeña descripción.—

El menor bajó la cabeza, con desilusión, al no obtener una respuesta.

—Todos tenemos diferentes expectativas o miradas hacía el concepto amor—continuó—Yo creo que hay diferentes tipos de amor, el de madre, hijos, amigos, y pareja. Todos son diferentes, y se expresan diferentes.—

—¿Crees que alguien podría amarme?—

—Claro que sí, Jungwon. Eres hermoso y tu personalidad también.—

—¿Tú me amarias si yo no te dejará tocar mi cuerpo? ¿Oh sino quiero tener relaciones? ¿Tú esperarías por mí?—

—¿Qué estás queriendo decir, Jungwon?—

—Creo que te quiero... Aunque no lo sé, quizás sólo es un afecto que desarrolle porque te considero mi héroe, o no sé, quiero que me ames y yo amarte, pero creo que todavía no estoy listo para eso.—

Jay no respondió.

—Esta bien si no quieres amarme, o estar conmigo. Seguramente solo yo, me confundí con las muestras de afectos que me das, siga...—

—Yo te esperaría, Jungwon—

El castaño lo miró ilusionado, con una sonrisa en su rostro.

—¿Hasta que me cure?—

—Tú no tienes una enfermedad.—

Jungwon gateo hacía Jay, y acercó su rostro al contrario para juntar sus labios, en un dulce y cálido beso.

Jay no iba a decirlo, pero tenía miedo.

Él creía estar seguro que los sentimientos que tenía por Jungwon eran reales, pero lo que le dijo el menor hizo que viera la cosas de otra manera, ¿y sí él tenía un anhelo afectivo? ¿En serio quería a Jungwon o solo se debía a esos largos años de soledad sin alguna emoción que lo haga sentir bien?