r-rusia?

USA escucha

Huyó del baño a toda prisa, no quería ver ni imaginarse al capitalista por un buen tiempo. Tenía que admitirlo, estaba avergonzado por lo que ocurrió, ¿cómo pudo ser tan atrevido como para dejar así porque sí que le hiciera una mamada?, y lo peor de todo es que ni un perdón mencionó.

No decidía que hacer, si ir con los otros o quedarse en las salas que logró visualizar cuando se adentró al local.
Pensando un poco mejor prefirió ir; porque recordó que supuestamente se fue a arreglar el cabello. Si no volvía ahora mismo seguramente mandarían a alguien a revisar si se encontraba bien.

El pasillo del ascensor además de conectar con unas habitaciones también conectaba con unas escaleras al final de este. Meditando mientras caminaba se le ocurrió que probablemente, no, seguramente vería a USA en toda la noche, o al menos hasta que uno de los dos se fuera primero. Sintió nuevamente esa sensación de vergüenza combinada con enojo y decepción, tenía vergüenza por lo sucedido, estaba enojado por no poner un límite, y a la vez decepcionado de si mismo por excitarse por una estupidez. Ni que fuera un adolescente puberto.

Llegó al final del largo pasillo para tomar las escaleras que lo llevarían al segundo piso. Ya allí se percató de que al igual que la planta baja estaba dividida por secciones. Una de ellas era especialmente para las apuestas, en esta se encontraban ruletas, mesas con cartas, máquinas, bingo y sus amigos.

En una mesa ampliamente redonda China, Kazajstán, Corea del Norte e India jugaban a las cartas mientras que unas camareras semi desnudas les servían gustosas vino y principalmente una que otra bebida alcohólica sofisticada.
En esta mesa un asiento vacío lo esperaba, junto con una copa y unas botellas de su bebida favorita, el vodka.

Se acercó a las potencias dispuesto a no dar explicaciones por la tardanza.
Kazajstán apartó su mirada de su mazo para voltear a ver a su hermano.

-Si que tardaste frozen.

Le fastidió el apodo con el que lo llamó.

-Callate cuadrado.

Se sentó en su silla respectiva y tomó la botella ya abierta para verter el líquido en la copa de cristal. Si no estuviese rodeado por tantas personas hubiese optado por beber del envase.

De la nada China habló.

-...Vieron lo que subió USA a su Instagram?

Nadie respondió. Suspiró fastidiado.

-Si quiera hagan algún sonido, parece que estoy hablando con la pared pedazo de imbéciles.

India rodó los ojos.

-Qué subió?

-Una foto un poco explícita, ¿acaso no le da vergüenza subir eso?

Ya empezaba otra vez con lo mismo, siempre que se reunían el asiático tenía que criticar o mencionar fuera de los temas políticos al estadounidense. A todos les parecía irritante, en especial al ruso.

-Últimamente estas demasiado fan, China. No tienes algo que decirnos?

Todos miraron a Rusia, sabían que era verdad, pero cuestionar a China acabaría en una discusión sin sentido.

-No tengo nada que decir, y dime, tu tienes algo que contar? Digo, porque tal vez todos tengamos algo que confesar.

Silencio. Absoluto silencio en el grupo.

-Yo no tengo nada para confesar.

-Yo tampoco.

Norcorea que hace rato estaba de malhumor y la situación le parecía ridícula golpeó la mesa para llamar la atención de los integrantes.