Capitulo Cinco

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Hyunjin está ansioso porque salgamos. Entra y sale de la habitación, golpeteando la pierna con sus dedos y mirándome con el ceño fruncido. Y cuando me desinflo derrotado, Hyunjin prácticamente empuja a Heeseung fuera del apartamento.

—Pero que grosero, hombre —le digo con una pequeña sonrisa.

Hyunjin señala la habitación y yo le doy un pequeño saludo.

—Sí, señor —bromeo.

Me las arreglo para empacar mis cosas en menos de dos minutos. Hyunjin me está cronometrando en secreto, tratando de probar su punto. Veo el temporizador en su teléfono, así que meto mi mierda en una bolsa de plástico mientras que él me observa con la boca ligeramente abierta.

—Eres un bárbaro —murmura mientras coloca su pequeña maleta en el baúl del auto junto a mi bolsa medio derramada y luego se desliza dentro del vehículo.

Me encojo de hombros, extendiendo mi gran cuerpo en el asiento del pasajero.

A pesar de la pequeña charla de ánimo, mi polla está dura de nuevo porque aparentemente Hyunjin dentro de este automóvil costoso me provoca cosas.

Cosas obscenas y pornográficas.

—¿Quién te compró este auto, hombre elegante? —pregunto, jugueteando con la ventana.

Él pone el seguro para niños y yo pongo los ojos en blanco.

—Mis padres —dice mientras salimos a la carretera.

Nubes oscuras se acumulan en el cielo y un olor a petricor impregna el aire. Dios, me encanta la lluvia, no tenemos suficiente por aquí.

—¿Tus padres son ricos? —pregunto, colocando mi brazo en la consola central y golpeando el suyo. Sin embargo, no lo mueve, solo deja que nuestras pieles se rocen entre sí.

—Define rico.

—Mierda, hombre —digo, dejando que mi dedo repase distraídamente la vena en el dorso de su mano. No dice nada al respecto y tampoco se aleja de mí, simplemente mantiene sus ojos puestos en la carretera—. Si tienes que pedir una definición sobre tu riqueza, eso quiere decir que eres asquerosamente rico.

—Supongo.

Resoplé mientras mis dedos seguían acariciando el dorso de su mano. —Te das cuenta de que vas a salir con un campesino sureño este fin de semana, ¿No?

—¿Y eso importaría por qué...?

—Hacemos las cosas de manera diferente —respondo.

—Eso supuse luego de conocer a tu familia.

—Tenías razón —digo, y luego levanta la palma de la mano y deslizo mis dedos entre los suyos. Como si fuera jodidamente normal el tomar la mano a un tipo mientras vamos a casa para pasar el fin de semana.

Sí, totalmente recto**. Ese soy yo.

//Recto de Straight, que quiere decir heterosexual.//

Conducimos en silencio durante la siguiente hora, yo hojeando canciones en sus listas de reproducción en busca de algo que nos gustara a los dos.

Aparentemente, lo único que tenemos en común es la música.

—¿Te gusta la música electrónica? Pensé que te gustaría la música clásica o algo así.

—Y yo pensaba que a ti te gustaba la música country o el heavy metal.

Me encojo de hombros. —Podría optar por ambos, pero el EDM** también es genial. Ahora, a Jay y a Sunghoon les gusta el rock clásico.

Hyunjin ⋆ hyunlixWhere stories live. Discover now