—Es mentira —decía su madre con la voz temblorosa. Tenía cola que le pisen y estaba acorralada.

Lucía se acercaba a ella poco a poco.

—¿Cómo pudiste? —le preguntó tratando de contener la ira con una voz susurrante y llena de odio—. Sos madre... ¡¿cómo pudiste?!

Lucía se lanzó sobre ella queriendo destrozarla, pero fue detenida por Lorenzo quien la contuvo desde atrás evitando que hiciera una locura contra su madre. Y es que a pesar de todos los errores de aquella mujer, aún seguía siendo su madre.

—¡Para, Lucía!

—¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿Por qué?! —el enojo de Lucía se había transformado en una agonizante tristeza—. ¡Ustedes dos me arruinaron la vida! No tienen idea por todo lo que pasé a raíz de lo que me hicieron. ¡Todo podría haber sido distinto! ¡Todo! Y ustedes se encargaron de destrozar mi vida por creerse dueños de ella. ¡Los detesto! Y no los quiero ver nunca más en la vida —les dijo a sus padres.

—Hija... —Milagros intentó acercarse pero fue peor. Lucía se puso como loca al ver que la llamó así.

—¡No me digas hija! Yo ya no soy nada de ustedes. A partir de este momento no me interesa lo que suceda con ustedes. Pero eso sí, no se van a ir de esta vida sin pagar. Porque yo misma me voy a encargar de que paguen por lo que nos hicieron. Voy a hacer justicia por mí, por Pedrito y por Rufina y sus hijos que no debieron jamás pagar sus platos rotos.

—Lucía, por favor... perdoname —Milagros insistía en redimirse, pero ya era tarde.

—Dejalo así, Milagros. El tren pasó muchas veces y lo dejaste pasar, ahora ya es tarde —dijo su esposo con la mirada cabizbaja, aceptando el rechazo de su hija.

Lucía y Lorenzo salieron de la casa como alma que lleva al diablo. Ella quería desaparecer, huir de aquel sitio. Estaba triste; enojada; indignada, muchas emociones negativas al mismo tiempo que no podía controlar. Pero por suerte tenía a Lorenzo cerca de ella, quien con un abrazo trató de contener su angustia. 

Tutto estará bene —le decía Lorenzo limpiando sus lágrimas.

—¡No! No puedo entender cómo le hizo eso a su propio nieto. Hay que ser un monstruo para cometer semejante crimen —le respondió llorando—. Nunca lo esperé de mi madre. Sabía que era una persona dura, sí, pero de ahí a matar a una criatura inocente ya es demasiado.

È un tormento che cargarán per tutta la vita.

—Y mi padre... de él sí me llevé la peor decepción de mi vida —la rabia se dibujaba de nuevo en los ojos de Lucía—. Pensar que es igual de hijo de puta que mi madre me retuerce el estómago. Te juro que los voy a hacer pagar por lo que nos hicieron, a mí y a Pedrito.

—Ellos van a pagar, ma non lasciare che ti facciano amareggiare il cuore, Lucía.

—Mi corazón ya está amargo desde el día que eso ocurrió, Lorenzo. No me pidas que lo acepte como si solo fuera una noticia del montón. No es fácil aceptar que tus padres son unos asesinos.

Non è, ma tú è migliore que ellos. Tú è migliore que este rencor, amore mío. Ten fé che la vita ti darà una nuova opportunità per essere felice. Pedrito sarà l'angelo che cuidará di te sempre desde el cielo.

Las palabras de Lorenzo lograban calmar el dolor de Lucía.

—Él debe estar en un lugar mejor que este sitio lleno de prejuicios e injusticias.

Costruiremo un mondo migliore per il nostro futuro figlio, juntos —le dijo Lorenzo tomándola de las manos.

Ambos se perdieron en aquel beso, olvidando por un instante lo oscuro y cruel que podía ser el mundo, las injusticias que tuvieron que pasar, y todo lo que tuvieron que afrontar a la par para llegar hasta ese momento en que decidían construir un futuro para los dos.

—Quiero que me digas algo... ¿qué me hizo recordar? —le preguntó ella ya más tranquila.

Él sacó de su bolsillo un papel. El mismo contenía uno de los dibujos de Pedrito.

—Fue él —Lucía no pudo contener la emoción que le causaba ver uno de los tantos dibujos que había hecho de su pequeño—. Siamo fatti de recuerdos. Bellos, tristes... ma ellos nos hacen quello che siamo. Sono parte di noi. E se me lo permetti, voglio llenar la tua vita di bellos recuerdos che guardes per sempre nel tuo cuore.

Lucía lo miró a los ojos, con su mirada envuelta en lágrimas y una sonrisa dibujada en su rostro. Sabía que la vida estaba comenzando a sonreirle al fin.

—Ya lo hacés, Lorenzo. Ya llenás mi vida de hermosos recuerdos. Te amo, y estoy dispuesta a rehacer mi vida contigo.

Ambos siguieron su camino juntos, tomados de la mano y mirando hacia un futuro que los encontraría por siempre juntos y enamorados.


FIN 


Y hasta aquí llegó esta historia :D espero que hayan disfrutado de ella tanto como yo disfruté escribiéndola

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Y hasta aquí llegó esta historia :D espero que hayan disfrutado de ella tanto como yo disfruté escribiéndola. Nos veremos el año que viene (2023) con otra nueva historia que les estaré dando la sinopsis en el correr de estos meses. 

Sombras en la noche (#SdV 2)जहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें