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No había puesto el primer pie fuera de la habitación del especialista, y ya se había arrepentido de tomar esa decisión tan impulsiva. Se detuvo en el centro del pasillo y por un momento estuvo a punto de dejar que el orgullo le ganara.

Recordó lo que había pasado la última vez que había dejado que el orgullo pudiera con ella, y no estaba dispuesta a permitir que pasaran otros 16 años antes de volver a ver a Silva. Dejó escapar un suspiro antes de dar media vuelta para volver a reencontrarse con Saul.

Justo cuando doblaba la esquina que daba a su puerta, se lo encontró de frente.

- Mor - exclamó este al casi chocar contra ella.

Se miraron durante varios segundos antes de exclamar a la vez:

- ¡Lo siento!

Los labios de Saul se cubrieron en una amplia sonrisa antes de que sus brazos envolvieran el cuerpo de Morgana con fuerza.

- Volvamos a la habitación - susurró contra su oído mientras ambos empezaban a caminar.

Tan pronto como la puerta se cerró y volvieron a quedar protegidos entre las cuatro paredes de la habitación Silva habló.

- Quiero una familia contigo - sujetó las manos de Morgana entre las suyas antes de que esta pudiera reaccionar - Por supuesto que la quiero. Si dije eso fue porque... Me asusta tanto como la deseo. No sé si podré llegar a ser un buen padre, y tú te mereces eso y más.

- Ya eres un buen padre. Mira a Sky.

- Sky no me habla. Me atrevería a decir que me odia.

- Sky no es más que un niño al que se le ha venido el mundo encima. Pero un niño, al fin y al cabo. Durante 16 años lo has creído bien. Increíblemente bien. Y estoy convencida de que serías un padre maravilloso - apretó suavemente sus manos mientras esbozaba una sonrisa - Siento haber reaccionado tan... Así - susurró segundos después - No sé porque me he puesto así - suspiró - Lo siento.

- No hay nada por lo que disculparse - tiró de ella para abrazarla con fuerza - Ahora ya está. Volvamos a la cama - la fue arrastrando hacia la misma antes de dejarse caer sobre el colchón con ella aún en brazos - Solo tengo ganas de dormir y despertar a tu lado - susurró sobre sus labios antes de unirlos en un lento beso - Te quiero.

- Y yo a ti, Saul - murmuró cuando se alejó - Ya lo sabes.

- Por supuesto que lo sé. Y nada me alegra más que eso.

En aquel momento Morgana vio su oportunidad de hablar con Saul de su muy probable embarazo, pero cuando se giró hacia él y lo encontró con los ojos cerrados, decidió que tal vez era mejor esperar.

Acarició suavemente su rostro antes de ser ella misma víctima del sueño.

Se despertó a la mañana siguiente sintiéndose terriblemente mareada. Tan pronto como abrió los ojos, todo se volvió borroso a su alrededor. La cama a su lado estaba fría, y el sonido de la ducha le hizo saber que Saul se había levantado antes que ella. Hizo ademán de incorporarse pero no tardó en caer de nuevo contra el colchón.

Cuando el especialista salió del baño cinco minutos después, se la encontró con la vista fija en el techo y la respiración ligeramente acelerada.

- ¿Estás bien? - se sentó en el borde de la cama.

- Sólo un poco mareada - respondió el hada, sin mentir - Pero estoy bien.

- ¿Hay algo que...?

- Simplemente dile a Rosalind que me retrasaré un poco - le interrumpió antes de que terminara la frase - Nada más.

Morgana [Saul Silva]Where stories live. Discover now