Morgana [Saul Silva]

8.-

- ¡Hadita!

Morgana se giró al sentir la voz de Riven. Lo localizó en una de las plataformas de entrenamiento y no tardó en acercarse. Se encontraba sentado al lado de un especialista al que no recordaba haber visto.

- ¿Qué quieres, pavo real?

- ¿Pavo real? – Riven la miró con diversión, mientras que bajaba de un salto para acercarse a ella.

- No veo mejor modo de describir a unos adolescentes engreídos.

Riven soltó una carcajada mientras negaba.

- ¿Te has levantado con mal pie?

- Digamos que me he levantado especialmente picante – le corrigió, sonriendo ella también.

- ¿Te apetece pelear? – le preguntó, extendiendo una mano en su dirección.

Morgana rechazó la invitación.

- Prefiero mirar.

- De acuerdo – el chico se giró mientras paseaba sus ojos por la zona, hasta que localizó a la persona a la que estaba buscando – Mickey – llamó a un chico que se encontraba a unos veinte metros – Al lío.

Se subió de un salto a la plataforma, y Morgana se acercó a la misma para apoyar los brazos en ella, dispuesta a observar como se peleaban.

- ¿Eres amiga de Riven? – le preguntó en un momento dado el especialista que no conocía y que, por cierto, aún no se había presentado.

Al hada le invadió una oleada de celos, y no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.

- Si lo que realmente quieres saber es sí tenemos algo, la respuesta es no – respondió, observando como el chico se encontraba de golpe tremendamente avergonzado – No es mi tipo – añadió mientras que, con la mirada, buscaba a una persona. Cuando sus ojos se encontraron con el cuerpo de Silva, sonrió – Soy Morgana, por cierto – extendió una mano en su dirección. Mano que el chico no tardó en estrechar.

- Dane – se presentó.

- ¡Oye! – un quejido por parte de Riven hizo que ambos mirasen en su dirección – Necesito que mi público este atento a mí. Si no no podré dar lo mejor.

Morgana rodó los ojos con diversión, pero no perdió detalle de los movimientos del especialista hasta que este terminó encima de su compañero con una amplia sonrisa de triunfo.

- ¿A qué nunca habías visto a alguien con unos dotes para la lucha tan maravillosos como los míos?

- ¿Eres siempre así de engreído o solo en mi presencia? – replicó la morena, apartándose para dejarle bajar.

- Lo es siempre – respondió Dane, recibiendo un empujón.

- Sólo en tu presencia – tenía un brillo en la mirada que Morgana no era capaz de identificar – Dime, ¿ha sido suficiente para impresionarte?

Morgana volvió a reír.

- Para impresionarme hace falta mucho más que eso – replicó – Pero buen intento.

- Tomo nota entonces – Riven se había acercado bastante a ella, y podía notar su aliento rozando su mejilla – No cesaré en mi intento por impresionarte – sentenció, antes de alejarse, dejando a la morena medio desconcertada.

Intercambió una mirada divertida con Dane antes de despedirse, yendo en dirección a Silva, que había presenciado toda la escena con los labios apretados en una fina línea. Vio a Morgana acercarse a él, y se obligó a relajar su cuerpo, recibiéndola entonces con una corta sonrisa.