Jimin sonrió de medio lado y puso las manos en su pecho, se apoyó un poco para poder poner los tobillos en los muslos del contrario y se dejó caer con fuerza.
—Minnie~
Yoongi dijo su nombre en lo que parecía una mezcla de un gemido y un gruñido. Su voz provocó una corriente en el cuerpo de Jimin que lo recorrió desde su cuello hasta la punta de su miembro.
El rubio comenzó a moverse, levantándose un poco con las piernas mientras echaba la pelvis hacia adelante, para luego caer mientras se movía hacia atrás. Aprovechó que tenía las manos sobre el pecho del mayor y empezó a jugar con sus pezones, sin dejar de moverse.
Yoongi se estaba deleitando con la habilidad de Jimin para montarlo, no esperaba que fuera malo, pero esto estaba rozando el maldito paraíso. Clavó sus dedos en las caderas del menor mientras echaba su cabeza hacia atrás y gemía, estaba cerca. Tomó el pene del rubio con una mano y comenzó a masturbarlo, si él iba a venirse, se iba a asegurar de que Jimin también lo hiciera.
—Ahh Yoon~
El chico cerró sus ojos, haciendo que algunas lágrimas cayeran por sus mejillas, mientras se mordía los labios con fuerza para intentar aguantar un poco más. Los mordió tan duro que la herida que Yoongi había curado momentos atrás volvió a abrirse y un hilo de sangre brotó de ella. El pálido empujó sus caderas al ritmo de Jimin, llegando más profundo, hasta que, unas estocadas después, el menor fue el primero en ser golpeado por el orgasmo. El mayor le siguió no mucho después, perdiéndose en la apretada entrada de su chico y llenando el condón de semen.
Respiraron un par de veces para intentar calmar sus respiraciones y luego Yoongi lo tomó del cuello para acercarlo y darle un suave beso que manchó sus labios de sangre. Poco a poco el mayor fue saliendo del rubio, hasta que su miembro quedó liberado y el lubricante chorreó del redondito culo de Jimin.
El pálido se levantó de la cama y cargó al menor al estilo nupcial para llevarlo al baño y que pudieran asearse. Después de una ducha caliente, muchos besos y algunos manoseos más, se vistieron con la ropa cómoda de Yoongi y fueron a la cocina. Jimin se sentó en la isla de la cocina a observarlo mientras su guapo anfitrión preparaba la cena.
El mayor era demasiado atractivo, cualquiera con dos ojos en la cara podía darse cuenta de ello, pero había algo en su actitud que simplemente superaba lo físico. No era como que su ancha espalda, sus labios rosados y sus ojos felinos no lo pusieran prácticamente de rodillas, decirlo sería una blasfemia; pero era la preocupación que le demostraba, la manera en que parecía perderse cada que lo miraba a los ojos y la forma en que lo trataba lo que había hecho que cayera por él hace mucho tiempo.
Siempre lo observaba desde la barra del bar, esperando la oportunidad de acercarse pero demasiado tímido como para tomarla, hasta que al fin había pasado y ni siquiera entendía bien el cómo.
Salió de sus pensamientos en cuanto Yoongi puso en frente suyo un plato de ramen acompañado de kimchi, luego sintió el roce de sus suaves labios. Cuándo se separaron, ambos tenían una sonrisa en el rostro.
Comieron uno junto al otro, dándose caricias y besos de vez en cuando. Al terminar, Jimin recogió los platos y se los llevo para lavarlos.
Yoongi fue tras de él y lo abrazó por la cintura, no lo soltó hasta que el rubio terminó con su tarea. Entonces le dio un beso en el cuello, lo tomó de la mano y fueron a la habitación.
Se acostaron y Jimin apoyó la cabeza en el pecho del mayor. Este lo rodeó con un brazo y acariciaba suavemente su piel. El menor pudo pensar que se estaba quedando dormido, de no ser porque su corazón latía desbocado.
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R͟i͟d͟e͟ M͟e͟
FanfictionEn un pequeño pueblo, el desastre está a la vuelta de la esquina y puede convertirse en un gran infierno. Por eso, cuando Jimin está en el ojo del huracán, Yoongi saltará en su ayuda, aunque, tal vez su ayuda se vuelva muy... Íntima. Yoonmin. +18.
