IX - Un nuevo hogar

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Una vez que Thomas y Harry atravesaron la red flú (el menor casi cayendo), el mayor le explicó al más pequeño que esa era la mansión Prince.
Harry, muy ilusionado, empezó a ver todo el alrededor, pero fue detenido por Thomas, quien le explicó que no vivirían allí debido al estado sucio e incluso un tanto deplorable de la mansión. En cambio, le dijo que vivirían en otro lado, pero que antes esperarían a que Michael pasára por la chimenea, y luego irían afuera, para finalmente aparecer en el verdadero lugar donde vivirían.El mencionado no tardó mucho en llegar, y los tres juntos se trasladaron fuera de la gran mansión, para después aparecerse de la mano de Thomas.

Lo primero que Harry vio, fué un gran paisaje con mucho pasto verde, lo que le pareció genial, la naturaleza siempre le había gustado, pero no vió nada más aparte del hermoso pastizal, y una colina completamente verde. No había casa a la vista, o al menos en el lado que estaba mirando. Se giró para ver que los dos adultos estaban mirando expectantes su reacción, Harry los miró medio confundido ganándose una sonrisa divertida de los mayores.

— Oigan, si debemos vivir en el pasto no me importaría en lo absoluto, lo único que me molestaría es... bueno, los mosquitos — Dijo medio divertido, ganándose una carcajada de Michael, y una negación de cabeza junto con media sonrisa de parte de su padre.

— Tranquilo, solo debemos subir esa colina y estaremos en nuestro hogar — Le dijo Thomas acercándose a su hijo y revolviendo su cabello negro, luego colocó un brazo en los hombros del mas pequeño y juntos comenzaron a caminar junto a Michael para subir esa mini colina, que parecía no terminar nunca para su tamaño.
Finalmente, cuando llegaron a la punta de esa colina, el menor aún miraba expectante el lugar. Realmente no le importaba si vivían al aire libre, en una choza o bajo un puente, no le importaba en lo más mínimo, mientras su padre estuviese con él, pero tenía curiosidad.

Obviamente no se esperaba la vista que al mirar hacia abajo el lugar le había dado, no, por supuesto que no. Y, por si fuera poco, casi se atraganta con su propia saliva al ver donde vivirían, pues mirando alrededor, se dió cuenta que no había otro lugar allí, aparte de lo que parecía un establo, por lo que se giró hacia su padre con la mandíbula caída y su boca formando una gran 'O'.

— Padre, es una broma, ¿verdad? — Dijo Harry mirando a su padre, quien solo frunció los hombros y miró a su hijo tranquilamente — Digo, no es posible que vivamos en algo así, dado que, si no recuerdo mal de mi primaria muggle, esto pertenece a la realeza británica muggle.

— Harry, todo es posible cuando eres pariente lejano de los reyes británicos muggles y sucesor de la realeza mágica — dijo Thomas lentamente para que su hijo pudiera procesar las palabras que habían salido de su boca. Harry, si es posible, se asombró más una vez que su cerebro procesó las palabras que había dicho su padre

— ¿No es una broma, verdad? — dijo lentamente mirando a su padre y luego a Michael que miraba la situación bastante alegre. Thomas, por otra parte, negó con la cabeza más serio que antes, y Harry supo en ese momento que se les había olvidado decirle cierta información sobre su familia — Ammm — Harry se pasó la mano por su cabello negro, y miró el lugar aún más atónito que antes — Es realmente hermoso; de verdad padre, no tenías que mudarte aquí por mí; hubiera sido lo mismo si viviamos en medio de la antartida o bajo un puente — dijo Harry mirando a su padre con media sonrisa. Thomas lo miró con mucho cariño y revolvió una vez más el cabello de su hijo.

— Lo sé hijo, pero bueno, el príncipe Edward, duque de Kent, y quien es mi primo lejano y fue conmigo al colegio; me debía un favor; y como donde vivía no entrábamos todos los que somos; Edward me dió este castillo después de que básicamente tuviera una deuda de vida con migo... te contaré mi historia mientras caminamos hacia el castillo — comenzaron a caminar colina abajo mientras Thomas comenzaba a contarle su historia familiar a su hijo — Nací en 1938; mi padre Julius Prince, un sangre pura, y mi madre, Mariza Sperkets, hija del duque de Windsor; si bien su padre a la vez había nacido de dos muggles pertenecientes a la realeza británica; su hija mostró señales de magia, y al tener sangre real en sus venas, se convirtió inmediatamente en un sangre pura, y así fue como la realeza británica se relacionó con la magia. Tiene pocos años y casi nadie está enterado de ello; pero mejor así, siempre tenemos un haz bajo la manga. Cuando mis padres se casaron debido a un contrato que ambas familias habían realizado, luego de ver que familia mágica era de mejor partido para su hija; el duque de Windsor visito a tu bisabuelo, y así fue como comenzó una línea de sangre inesperada, así se creó la realeza mágica; dependemos en muchas cosas de los muggles; solo ciertas personas saben de nuestra existencia, nos mantienen alejados de las lineas de sucesion muggle, el sucesor y el rey en actividad son los únicos que saben que hay una línea de sucesión paralela a la suya y que un mundo como el nuestro existe. Sempre que nace entre sus líneas alguien con magia, el círculo vuelve a empezar, por cada uno de nosotros que nace en los muggles, nosotros nos encontramos más alejados de la línea; pero no es algo que nos interese mucho, o al menos hasta que se meten con nuestra familia. Cuando nació mi hermano, Simon Prince en 1933, mi padre, tu abuelo, lo anotó como sucesor directo al trono mágico, se casó con la duquesa de la casa Plantagenet, quien había nacido bruja; nunca asumieron el trono ya que tu bisabuelo en ese momento seguía vivo, así que ellos eran quienes seguían al frente. Tuvo una hija, Eileen Prince Plantagenet; quien es la madre de Severus, y no quiso casarse por contrato, ni para seguir la línea de sucesión, ni mucho menos la pureza de sangre en las futuras generaciones. En la casa siempre se podían escuchar distintas discusiones, yo me había mudado de la casa real hace tiempo, pero cuando habia juntada familiar, por Merlín, Eileen era demasiado terca, amaba a los muggle; ninguno de nosotros tenía problemas con ellos, pero ella era lo contrario a todos nosotros, a quienes nos habían criado para eso. Simon la había mimado demasiado de niña, y cuando creció se le fue todo de las manos; Eileen se había enamorado de un mugroso muggle, y se escapó con Tobias; quien es el padre de Severus, y en ese momento rompió toda línea de sucesión que había, cortó los hilos de todos nosotros; destruyo a la familia. No entendíamos su obsesion por Tobias, pero luego tu bisabuelo enfermó; con esto tu abuelo Julius repudio a Eileen de la familia, ahora solo le quedaba el apellido Prince como adorno, pues no heredaría nada ni se relacionaría con nosotros. Nos había arrastrado por los suelos, logró que ya nadie nos respetara; pero mi hermano menor, Gregory, yo mismo, y mi primo Edward, nos dedicámos el resto de nuestras vidas a levantar de los suelos el apellido familiar. Luego, nos enteramos que Severus era hijo de Eileen, quisimos conocerlo y cuando cumplio los 18, pues a pesar de que aquí en el mundo mágico la mayoría de edad es los 17, la familia real nos tiene prohibido tomar cualquier señorío hasta que no tengamos los 18, de ese modo se aseguran que no tengamos más privilegios que los sucesores muggles. Severus tomó el señorío que le había dejado mi padre; pues al tiempo de que Eileen se marchó, mis padres fallecieron; y luego la madre de Eileen enfermó y falleció dos años después. Mi hermano le siguió tres meses después. Bastante triste que se hayan muerto uno tras otro; pero aprendimos a vivir con eso. Sólo quedamos mi primo Edward, Severus, tú y yo mismo. El siguiente en la línea de sucesión era Edward; es quien tiene bajo su mano el linaje actualmente — contó Thomas mientras los otros dos escuchaban la historia atentamente, ya casi estaban cerca de las rejas de entrada.

— ¡¿Era?! — preguntó Harry asombrado mientras miraba a su padre — Pero si tu primo no es el sucesor ahora ¿Quien quedó con la línea, si él muere o le pasa algo, se destruirá todo lo que han construido todos estos años? — preguntó Harry sin poder creer lo que escuchaba. Michael, quien había estado en silencio, sonrió en grande al entender rápidamente qué estaba tratando de decir Thomas; quien sólo sonrió cálidamente y caminó los pocos metros que quedaban hasta la reja, y con un movimiento de varita la abrió.

La magia fluyó de las rejas del palacio; Harry al ver esto inhaló aire y miró con los ojos sacados de su órbita a su padre. Sabía perfectamente lo que pasaba cuando una casa liberaba magia, y era que esta estaba reconociendo al dueño de la misma.

— Como nuevo sucesor del trono Britanico Magico; yo, Thomas Julius Prince, doy la bienvenida en sangre y magia a mi hijo y sucesor, Harrison Thomas Julius Prince — Una vez que la reja fue abierta completamente; Thomas se giró y miró a su hijo con un cariño tan inmenso que si fuera un meteorito, arrasaría con Júpiter. — Bienvenido a casa hijo mío — Harry literalmente estaba moqueando otra vez; y no sabía como reaccionar. Thomas suspiró y lo atrajo en un abrazo — Ay pequeño; cómo has dado vuelta mi mundo en unos días; y sin embargo todo fue para bien — Besó su cabello negro y lacio mientras su hijo y heredero lloraba sin soltar su ropa.

Meilė AzkabaneWhere stories live. Discover now