La mire, mientras ella acortaba la distancia entre nosotros y acercaba su mano sin tocarme
—Mal...
—No - la detuve – no me llames por el nombre que ellos me han puesto.
—¿Entonces como debería llamarte? - pregunto mientras me miraba con ternura.
Yo sonreí
—Solo llámame cariño
—Me gusta como sueña – dijo ella sonriendo – Cariño
La suavidad y el cariño con que dijo aquellas palabras aun permanecen en mi memoria.
—¿Y tu?¿como me llamaras?
—Mi vida - respondí al instante - porque desde hoy y hasta el fin de los tiempos ella te pertenece.
YOU ARE READING
El castigo de los amantes alados
FantasyPorque para convertirse en demonio primero hay que vivir el infierno en carne propia. Ángeles como tu no pueden ir al infierno conmigo. quizás yo no pueda bajar al infierno, pero tú tienes alas así que toma mi mano y vayamos juntos al cielo. Los re...