𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐀𝐓𝐎𝐑𝐂𝐄

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Jamás visité un cine. Olivia no es muy fanática de la gran pantalla. Prefiere ver películas en la comodidad de una casa. Nuestros gustos van más por el lado del papel y las letras. Se deja volar más la imaginación si se leen descripciones grotescas. Las cintas dependen más bien del profesionalismo de sus actores para que todo resulte más creíble. No obstante, ante la imprevista mención de un plan como tal, no puedo evitar pestañar con interés.

—¿De qué trata? Jamás fui al cine —No veo la necesidad de emplear filtros con Marco. Digo con convicción que es una persona muy transparente.

—Va de un grupo de aficionados a lo paranormal que intentan poner en prueba la teoría de un famoso demonólogo: si pasas noventa y ocho días en un lugar embrujado, eso sería lo suficiente para poder desenterrar todos sus secretos.

Me pregunto si eso mismo aplicaría a las relaciones entre las personas reales. Intentar convivir con alguien tanto que, por ende, poco a poco puedas ver todo lo que ese alguien esconde detrás de la máscara. Sería emocionante. Tarde o temprano se conversaría bajo la certeza de que la verdad fluirá. Todavía en el taxi, en otra noche nueva que es un misterio por descubrir, eso que mencionó Marco me parece una buena idea. Prácticamente saco valor de donde no lo tengo para decir en voz alta:

—¿Quieres ir a verla? —Marco sonríe. Sus ojos brillan, pero no más que las luces en los edificios—. Me gustaría ir al cine alguna vez...

—¡Sí! ¿Qué te parece si invitamos a los muchachos? Hay que decirle a Olivia —exclama con emoción. Invito a mi rostro a sonreír. Estiro las comisuras ligeramente, y decido que es suficiente.

Muchachos... Barkai. ¿Sería suficiente convivir con él durante noventa y ocho días para intentar desenmascararlo? Cualquiera obligado a sobrevivir usaría máscaras con tal de pasar desapercibido, pero él destaca entre todos simplemente sosteniendo el mismo tono de silencio perpetuo.

—Yvonne, tú y Olivia, aunque no lo creas... son las primeras amigas que tengo.

—¿Las... primeras? —Él asiente.

—Tengo conocidas con las que pasar el tiempo a veces, pero jamás llegué a planificar cosas por mi cuenta. Estoy feliz, si te soy sincero... Me hace pensar que por fin podré empezar a vivir algunas otras cosas.

¿Qué tan distintos son los mundos internos de cada persona? Si en algún momento se hiciesen conexiones entre ellos ante posibles semejanzas, creo que esta sería una buena demostración del atípico fenómeno.

Luego, al pasar una incierta cantidad de minutos en los que él hablaba y yo escuchaba atentamente, la calle Leicester abrió su gran boca para poder tragarnos. Dos hombres y una niña dan vueltas por la entrada, pero no parecen querer ir hacia la verdadera boca del lobo: la enorme puerta hacia el interior de Deep Purple. Marco se dedicó a contarme un poco de sus vacaciones en Tokio, pues es extranjero. Escuchaba su voz atentamente y temblaba. Juré que, si él me preguntaba algo al respecto, iba a tener que meter de excusa el frío inexistente que hacía dentro del vehículo. Negué cuando quiso pagar toda la cuenta. Dividimos el costo por la mitad y los dos quedamos satisfechos con el acuerdo.

Una vez somos consciente del enorme embrollo fuera del club, intercambiamos una mirada. ¿Quién no ha experimentado alguna vez en la vida el temor de estar entre un mar de desconocidos? Suena su teléfono y atiende. Ya, donde corre una ligera ventisca helada, se olfatea el alcohol del interior. Pasan cortos minutos y Marco termina de hablar por teléfono; me dice que Kobra está al costado del enrejado y, finalmente, la vemos como una dama fiel a la noche, con sus prendas oscuras y la piel embarrada de un pulcro color blanco.

—¡Yvonne, Yvonne! ¡El regalo! —exclama al tenerme cerca. Saluda a Marco con un beso en la mejilla y a mí me da un abrazo antes de sacudir una bolsa de plástico. Kobra me llamó hace algunas noches; se le hizo costumbre desde el incidente de la taberna porque, dada la casualidad, debíamos organizar bien de qué manera nos íbamos a mover hoy por la noche hasta el club.

𝟕𝟎𝟎'𝐂𝐋𝐔𝐁 | 𝗹𝗲𝘃𝗶 𝗮𝗰𝗸𝗲𝗿𝗺𝗮𝗻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora