⚠️ Un primer celo.

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— Y-yo, To-Todoroki-kun yo... —no pudo continuar, su garganta se cerró y un diminuto sollozo escapó de él.

Dioses, lo quería, lo quería, lo quería. Necesitaba tener a Shouto allí, con él, susurrando palabras dulces, tocando su piel, tranquilizandolo con su aroma y haciéndole el amor para aliviar su dolor, o para tener un bebé; sí, un bebé suyo y de Shouto, llevar al hijo de Shouto y tener su marca en el cuello, sí, eso sonaba tan, tan...

Tan desesperado, su Omega estaba cada vez peor. Él estaba cada vez peor.

— ¿¡Midoriya!? ¿¡Estás bien!? ¡¿En dónde te encuentras?! —todo rastro de sueño se borró de su voz siendo reemplazado por preocupación.

Izuku hizo un enorme esfuerzo por responder— Y-yo... En, c-casa...

—Iré inmediatamente, espérame un poco, no tardaré. —y colgó.

Izuku sabía que no tardaría mucho, su departamento estaba a quince minutos del suyo, por lo que puso todo el empeño para levantarse de la cama dispuesto a recibirlo. Se quejó en el proceso, el roce de la ropa sobre su piel era molesto, por lo que, antes de llegar al interruptor de la luz de su habitación, se quitó todo lo que llevaba puesto a excepción de sus húmedos boxsers; aún estaba lo suficientemente consiente como para no abrirle la puerta a Shouto estando completamente desnudo.

Cuando finalmente salió a la sala, semidesnudo y muy exitado, encendió las luces, caminó hasta la cocina y sacó un litro de agua del refrigerador; tenía mucha sed. Gimió cuando dejó la botella vacía sobre el mesón, e impaciente se sentó en la entrada recostado a la puerta dispuesto a esperar a Shouto

Oh Shouto, su vientre se contrajo y su piel se estremeció con solo pensarlo; su Shouto vendría, estaría allí en pocos minutos y lo ayudaría, si~ su querido Shouto lo ayudaría a aliviar el dolor.

Cielos, cada segundo se ponía peor.

Izuku contó hasta seis minutos exactos cuando tocaron a la puerta, y escuchó a la preciosa voz de su alfa pronunciar su apellido tras la puerta.

— Midoriya, ¿está todo bien? Soy Todoroki, ya estoy aquí.

Oh, definitivamente no había sido intencional, pero su líbido llegó a niveles estratosfericos al escucharlo decir la frase de su súper héroe favorito. El héroe Shouto, que llegaba a mitad de la noche para salvarlo de un terrible primer celo.

Pero... ¿Qué no lo había llamado solo para escuchar su voz por el celular y nada más? ¿Por qué ahora no dejaba de fantasear con que el que se suponía era su mejor amigo se lo follara duro y sin piedad? Estaba mal.

Izuku se levantó de un salto, su cerebro ya se había vuelto papilla, y sin dudarlo dos veces quitó las cinco cerraduras de la puerta, la abrió con fuerza y se lanzó a los brazos del bicolor.

Ya sería regañado por hacer tal irresponsabilidad más tarde.

Todoroki lo recibió sin problemas. Se había asustado mucho cuando la llamada de Izuku lo despertó en plena madrugada, conocía a Midoriya y sabía de antemano que no lo llamaría a esas horas a menos que se tratase de una emergencia; corrió todo el camino hasta el estacionamiento de su edificio (dónde vivía con su hermano mayor quien le hacía de tutor legal porque aún era menor de edad, ambos decididos a independizarse de su padre), y de allí condujo cómo maniático saltándose cada semáforo con tal de llegar lo más pronto posible (tenía suerte de que no había casi nadie a esas horas en la carretera). No se habría perdonado si algo llegase a pasarle a su conejito porque no pudo llegar a tiempo para protegerlo.

Pero Shouto no estaba preparado para ser recibido con un golpe de feromonas en la cara. El delicioso olor a flores del pequeño Omega se había vuelto tan intenso, que solo una inhalación bastó para calar abrumadoramente en él, mareando todos sus sentidos.

Ferviente. ~TodoDeku +18~Onde histórias criam vida. Descubra agora