Capítulo 20.2

417 69 81
                                    

La luz comenzaba a molestar mis ojos, cada vez más presente en la habitación donde me encontraba, aunque no tenía ni la más mínima idea de dónde era donde estaba acostada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La luz comenzaba a molestar mis ojos, cada vez más presente en la habitación donde me encontraba, aunque no tenía ni la más mínima idea de dónde era donde estaba acostada. Me parecía un olor peculiar, un lugar que me llevaba a mi infancia y que adoraba, aunque al mismo tiempo podía ser otro lugar que había visitado no hace mucho tiempo.

No tenía ni la menor idea, y las imágenes todavía no eran lo suficientemente claras.

Parpadeé varias veces aclarando mi vista. Veía una ventana, un foco, y nada más. No podía mover mi cuello, por alguna razón estaba demasiado tenso, pero lo intenté con cuidado; lo giré a la izquierda, y cuando lo hice a la derecha, me encontré con la sonrisa de mi mejor amiga sonriéndome desde un costado.

—¿Hermione?— medité unos segundos.

La chica movió la cabeza de arriba a abajo.

—¡No puede ser!— exclamé, comenzando a levantarme con cuidado de la cama —¡Estamos muertas! ¡Estoy muerta!—.

—¡No, no, ____, relájate!— Hermione me tomó por los hombros —Trata de levantarte con cuidado, es doloroso—.

—Mhm— asentí mientras cerraba mis ojos aguantando el dolor de haberme levantando casi de golpe —, sí, duele—.

—¿Cómo te sientes?—.

—Cansada— respondí —, como si hubiera dormido más de un millón de años—.

Y fue en ese preciso momento cuando lo entendí todo.

Mis ojos se abrieron al grado de que estuvieron a punto de salirse de sus cuencas. Todo parecía ser un terrible mal sueño, pero no, era verdad. Volteé a ver a Hermione esperando a que me dijera que había sido una broma, pero no recibí nada de su parte mas que una mueca formada en sus labios.

—Fuimos petrificadas— solté de repente —, tú y yo—.

—Así es— Hermione soltó un suspiro pesado.

—¿Cómo fue que...? ¿Qué...? ¿Cuánto tiempo?—. 

—No lo sé— admitió, exhaló una gran cantidad —. Cuando desperté, me dijeron que había sido petrificada después de las vacaciones de Semana Santa—. 

Fruncí mi ceño tratando de recordar un poco de lo que pasó, cosa que con exactitud no había logrado captar. A mi parecer había estado durmiendo por pocos minutos, quizás incluso pocas horas, pero era mucho más que eso, había sido muchísimo, muchísimo más. 

—¿Qué fue lo último que recuerdas?— me preguntó. 

—¿Qué fue lo último que tú recuerdas?— contradije. 

Hermione mordió el interior de su mejilla. 

—Recuerdo que íbamos al partido de quidditch, y Harry volvió a escuchar la voz, luego fui a la biblioteca y...— negó lentamente con la cabeza —ya, es todo lo que recuerdo—. 

Amor Tentia || Harry James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora