Capítulo 10.1

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―Increíble― exclamaba Ron incrédulo

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―Increíble― exclamaba Ron incrédulo.

―¿Estás seguro de que escuchaste bien?― le pregunté.

―Es increíble― dijo otra vez él pelirrojo ―pero los de primer año jamás entran a un equipo―.

Lo vi extrañada ―¿Hablas en serio?―.

―Muy en serio, ____―.

―Tú debes ser el jugador más joven―.

―En un siglo― corrigió Harry ―, según McGonagall―.

Cuando Harry regresó sonriendo y esbozando alegría por el lugar a la Sala Común, no tardó más tiempo en contarnos lo que había pasado cuando McGonagall lo llamó para ir con ella. Resulta que fueron con Oliver Wood, él capitán del equipo de Quidditch de Gryffindor, y nombraron a Harry con el puesto de Buscador en el equipo.

Por lo que entendía, no había nadie de tercer grado o menor que estuviera en el equipo, o que hubiera entrado al menos. Harry estaba haciendo historia de nuevo y era increíble.

―Felicidades, Harry, Wood nos lo contó― llegaron Fred y George a nuestro lado mientras caminábamos ―, hola de nuevo, ____―.

―Hola de nuevo... um...― sonreí nerviosa ―lo siento, no sé quien seas―.

―Fred―.

―Y yo George― dijo él otro gemelo al lado de Ron.

―Fred y George están en el equipo― habló su hermano pelirrojo ―, los dos son golpeadores―.

―Genial― alcé mis cejas.

Al mismo tiempo orgullosa de mí por haber comprendido a la primera, gracias a Ron y su fascinante explicación en la Sala Común que no me harían ver fuera de lugar como la hija de muggles.

―Nuestro trabajo es asegurarnos de que no te lastimen demasiado, pero no prometemos nada, es un juego muy rudo―.

―Salvaje, pero nadie ha muerto en años― continuó Fred ―. Se esfuman de vez en cuando―.

―¡Pero aparecen en uno o dos meses!―.

Oh no.

La expresión de Harry podía decirlo todo, era como si toda su felicidad y emoción de estar en el equipo de Quidditch hubiera desaparecido, ¿y de quién no? No lo culpo, si se tratara de un juego con esa clase de fama al ser rudo y salvaje también estaría entrando en pánico. Y yo pensaba que el americano era todo eso.

Tomé la túnica de Harry por la muñeca de nuevo, y traté de darle una mirada sincera para calmarlo sin dejar de caminar.

―Anímate, Harry― decía Ron ―, el Quidditch es fabuloso, es el mejor juego de todos―.

―Harás un buen trabajo, Harry― completé.

En ese instante, Hermione llegó con nosotros uniéndose a darles ánimos a Harry, que vaya y lo necesitaba.

Amor Tentia || Harry James PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora