La hija de mi mejor amigo

Capítulo 13

-Tu mamá no era muy feliz al lado de tu padre, espero que se encuentre mejor ahora que no está con él.
-Yo espero lo mismo, pero mejor cuéntame de ti ¿Cómo te ha tratado Milán?
-Bueno, al principio todo fue muy raro, el idioma no es algo que me esté costando trabajo, mi abuela y mi papá hablaron italiano toda mi vida así que estoy bien con eso; la comida es deliciosa aunque algo condimentada para mi gusto, pero en general es deliciosa.
-¿Y la escuela?
-Es complicado ser extranjera entre tantas chicas italianas, crecieron con la moda muy de cerca; pero me gusta mucho. En mi curso hay otra chica americana, se llama Aisha y es afrodescendiente, nos llevamos increíble.

Sebastián solo se reía de lo que decía pero no contestaba nada.

-¿De qué te ríes?
-Pensé que te haría falta, pero veo que estás bastante bien sin mí.
-No, siempre me vas a hacer falta, eres mi mejor amigo y...
-... ¿Y?

Por un casi nada le digo que es el padre de mi bebé y eso no podía hacerlo.

-Yyy eres... Como un hermano para mí.
-¡Auch!
-¿Qué?
-¿Un hermano?
-¿Qué querías que dijera, que eres el amor de mi vida?
-Mínimo.
-Sebastián ya dime qué haces aquí, no tomas un vuelo de casi 14 horas solo porque sí.
-Ya te dije, que te echaba de menos.
-No te creo ¡Y! Te conozco.
-Okay... Estoy aquí porque tengo que decirte algo muy importante.
-¿¡Qué pasa!?
-Mariana... Yo... No se como decirlo.
-Solo dilo.
-Yo...

Entro una llamada a mi celular, era Aisha lo cual era extraño ya que ella casi nunca me llamaba por teléfono.

-Espera, tengo que atender.
-Sí adelante, no te preocupes.

-¿Hola?
-¡AHHH!
-¿¡Qué pasa!?
-¡Adria me pidió que saliera con él en forma de date!
-¿¡Qué, en serio!?
-¡Sí!
-¡Felicidades Aisha!
-Gracias, pero... ¡Necesito de tu ayuda! No sé qué ponerme.
-¿Cuándo saldrán?
-Está noche, Mariana ¿Puedes venir a mi casa para ayudarme?
-¿Ahora?
-¡Por favor!
-¡Ehhh!... Sí, seguro.
-¡Gracias, Gracias, Gracias!
-Ahora te veo.
-Te espero.
-Chiao.
-Chiao.

-¿Está todo bien?
-No, bueno sí pero... Aisha me necesita.
-¿Ahora?
-Sí.
-... Está bien, ve con tu amiga.
-Pero dime antes lo que me ibas a decir.
-No importa. Puede esperar.
-¿Cuánto tiempo te quedarás?
-Tres semanas.
-¡Yaas!... Entonces quédate en casa con mi abuela y conmigo.
-¿Crees que a tu abuela le agrade la idea?
-Sabes que mamá Nena te adora; con ella no habrá problema.
-Gracias Mariana.
-Vamos a casa, te dejo con mi abuela y más tarde podemos ir a recoger tus cosas ¿En dónde están? Por cierto.
-En un hotel cerca de aquí.
-Entonces vamos primero por tus cosas y después vamos a casa.
-¿¡Estás segura!?
-Obvio.
-Bueno.

Me estaba arriesgando demasiado a que Sebastián se enterara del embarazo, pero no podía evitar querer estar cerca de él como antes y si podía hacerlo entonces lo haría, así estuviera jugando con fuego no me alejaría de mi mejor amigo. Fuimos a casa en Uber y cuando llegamos Sebastián estaba muy nervioso como si nunca hubiera visto a mi abuela.

-Cálmate, mi abuela no muerde.
-Ya lo sé pero si impone.

-¡MAMÁ NENA... YA LLEGUÉ!
-¡BIENVE... Nida...

-¿¡Sebastián!?
-Hola señora Nena.
-¡Estás en Milán!
-¡Estoy en Milán!

-Mamá Nena, Sebastián se va a quedar con nosotras unos días, vino de Nueva York a verme y pasar unos días aquí.
-Qué... Que bueno hija.

-Bienvenido a casa hijo.
-Gracias señora.
-Por favor ponte cómodo.
-Gracias.
-¿Comiste algo?
-Eh...

-No ha comido, eso íbamos a hacer, pero Aisha me llamo y me pidió que fuera a verla, mamá Nena ¿Te puedo pedir un favor?
-Sí mi amor.
-¿Puedes quedarte con Sebastián en lo que voy a ver a Aisha? Te prometo que no tardo.
-Por supuesto mi niña, no te preocupes.
-Gracias, te prometo que no me tardo.
-Está bien hija, pero ve con cuidado.
-Sí, no te preocupes.

-Sebastián te quedas con mi abuela.
-¿No quieres que vaya contigo?
-Lo siento, pero no puedo llevarte.
-Está bien.
-Ponte cómodo, te prometo que no me tardo.
-De acuerdo.
-Adiós.
-Adiós.

Le di un beso en la mejilla y salí de casa, iba a cruzar la puerta cuando mi celular volvió a sonar y era Aisha de nuevo.

-¡Ya voy!
-¡Date prisa, Daphne ya está aquí!
-... No tardo.

Me fui en bus a la casa de Aisha y no tarde más de 20 minutos en llegar, Daphne era otra chica de la universidad pero del grado de Marcelo y muy amiga de ellos desde hacía tiempo.