La hija de mi mejor amigo

Capítulo 2

-¿¡Está es tu casa!?
-Nuestra casa cariño, también es tuya.
-Es hermosa.
-Le pedí a Isabela que trabajara en ella cuando supe que habías entrado en la universidad.
-Es preciosa mamá Nena.
-Hay una habitación limpia y lista para que tú la decores como quieras, es para el bebé.
-¿De verdad?
-Sí, sube a verla.
-¿No vienes?
-Ahora vuelvo, le pedí a los vecinos que cuidaran de l casa mientras yo estaba en Estados Unidos y quiero darles las gracias.
-De acuerdo.
-Ve a ver la habitación del bebé.
-Eso haré.

Sebastián
Mientras Mariana estaba en su vuelo a Italia, yo escuchaba de nuevo discutir a mis padres, desde que tenía memoria ellos peleaban demasiado pero ninguno de los dos quería el divorcio; así que yo tenía que soportar esas peleas todo el tiempo.
Escuché cuando llegó el coche de los padres de Mariana y salí con Luca.

-Que hay.
-Hola.
-¿De nuevo discuten?
-Que raro ¿No?
-¿Quieres jugar un videojuego?
-Prefiero básquetbol.
-Vamos.

Luca era muy bueno jugando basquetbol, pasábamos horas jugando en su cochera mientras Mariana nos veía sentada en el pórtico y comiendo helado o tomando jugo de arándanos.

-Es raro ¿No crees?
-¿Que Mariana no esté gritando como loca ¡Vamos chicos lo hacen increíble!?
-¡Ja! Sí.
-Muy raro, pero creo que ella estará bien con mi abuela, son inseparables.
-Lo sé.

-¡LUCA LA CENA ESTA LISTA!
-¡YA VOY MAMÁ!

-¡HOLA SEBASTIÁN!
-¡HOLA!
-¡VEN A CENAR CON NOSOTROS!
-¡GRACIAS!

-Ven, vamos a cenar.

Voltee a ver a mi casa y lo que menos quería era ir a ese lugar.

-Vamos, es mejor que no estemos aquí.
-De acuerdo.

Esa noche cené en casa de los padres de Mariana, Luca me invitó a quedarme con ellos esa noche y acepté.

-Sabes donde está todo así que puedes ponerte cómodo.
-Gracias Luca.
-Tú también te irás ¿Cierto?
-Sí, en un par de días me voy de este infierno.
-¿Vendrás para navidad? Mariana y mi abuela vendrán.
-Por supuesto, Mariana es la única razón por la que voy a volver a este lugar.
-¿Por qué no se lo dijiste nunca?
-¿Decirle que?
-Que estás enamorado de ella.
-¿Por qué dices eso? Mariana es mi mejor amiga es todo.
-Está bien que tenga 16 años Sebastián pero, sé como ves a la chica que te gusta; también me han gustado chicas del colegio.
-... Buenas noches, apagas la luz cuando te vayas a acostar.
-... Buenas noches.

¿Y si Luca tenía razón, y si en serio me gustaba Mariana y nunca me di cuenta? Es cierto que tuvimos sexo la noche de la graduación pero, solo fue sexo ¿O no? ¿Y si estuvimos juntos porque nos queríamos de otra forma? Luca me dejo pensando en eso toda la noche. En la mañana me fui a casa a preparar mis cosas para irme a la universidad.

-Cariño ¿En dónde estabas?
-Me quedé en casa de Mariana.
-¿Qué no se fue a Madrid ayer?
-Milán, no Madrid... Y sí, se fue pero me quedé con Luca.
-Ah... ¿Tienes hambre o ya comiste algo?
-Ya desayune, la madre de Luca me invitó a desayunar con ellos.
-Sebastián, anoche después de hablar con tu padre los dos decidimos una cosa.
-¿Hablaron, para ustedes eso es hablar? Mamá toda la calle se da cuenta de su relación.
-Tu papá y yo nos vamos a divorciar.
-Es lo mejor que pueden hacer, felicidades mamá.
-¿No te pone mal lo que te estoy diciendo?
-Me pone mal verlos pelear todo el tiempo; siento que te quedes sola, pero recuerda que me iré a Nueva York en dos días.
-Y yo me iré a Atlanta con tu abuela.
-¿Cómo dices?
-Lo que escuchaste Sebastián, después de que te vayas llevaremos el proceso de divorcio a distancia, vendré cuando tenga que hacerlo, pero a partir de la siguiente semana me iré de nuevo a Atlanta.
-¿Y navidad?
-Si quieres pasar navidad conmigo entonces nos veremos en la casa de tus abuelos.
-¿Y qué va a pasar con Mariana?... ¿Ya no la voy a ver?
-Si quieres pasar navidad con Mariana entonces puedes llegar aquí con tu padre.
-Mamá no hagas esto por favor.
-No me quedaré sola en una ciudad que no es mi ciudad esperando a mi hijo por meses para solo verlo un par de semanas... Ya tomé la decisión, lo siento Sebastián.

Mariana
Ya habían pasado dos semanas desde que llegamos a Milán y no había salido para nada de casa, intentaba acostumbrarme al horario, pero el JetLag y el embarazo no me estaban ayudando para nada.
Mi abuela me había llevado al médico para ver todo lo del embarazo, estaba perfecto, pero no había podido conseguir uno de los medicamentos que me había recetado así que tendría que salir para intentar conseguirlo.