Capítulo 8

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¿Cómo me había podido olvidar de él?

Luke es mi novio desde hace 2 meses. Nos conocimos en una discoteca. Después resulto que iba al mismo instituto que yo. Se puede decir, que es de mi estilo: gorra plana hacia atrás, pantalones anchos, moto y cigarros. Es moreno con el pelo corto y los ojos azules. No voy a mentir, está bueno. El hombre perfecto para las fantasías de las demás.


Mientras pienso en la respuesta de Brandon, oigo unos pasos detrás de mi. Me doy la vuelta y... me han tendido una trampa.


-Hola, Ashley

-Luke, ¿cómo sabíais que iba a venir? -pregunto desconcertada

-Bueno, nos lo a dicho Anni, se lo chivó Lena- me explica Brandon

-Sera... Por cierto Luke gracias por ir a visitarme

-¿Cómo puedes culparme cuando ni siquiera sabía que estabas en el hospital? Podías haber avisado- me dice molesto

-Y ¿cómo quieres que te llame? He estado tres días en coma, si Brandom te lo a dicho, según me he enterado, por qué no has ido a visitarme- le pregunto. Me estoy empezando a enfadar. No tiene ninguna excusa.

-No quería encontrarme con tus padres... ya sabes como son- me dice

-Entonces por qué me pides explicaciones a mí. Sabes, si has encontrado a otra será mejor que me lo digas, antes de que la encuentre y le arranque los pelos uno a uno.

-¿Perdona? Tendría que ser yo el que te haga esa pregunta.

-Yo no he estado con nadie. Te recuerdo que no me he podido levantar de la cama. No sé de que me hablas- le digo. Es verdad, no tengo ni idea de que me habla

-Entonces deja que te refresque la memoria. Te lo diré en una sola palabra. Démian- dice Luke

-¡¿QUE?! No tengo nada con él. Solo me ha pagado el tratamiento por el golpe. ¿Quién os lo ha dicho?

-Lena, es facil sacarle cosas con unas copas de más-dice Luke- me vas a tener que explicar quién es Démian y por qué está tan cariñoso contigo.

-No es nadie, ni siquiera es mi amigo. No tienes que preocuparte por él -le digo un tanto nerviosa. Si Luke descubre quién es Démian, le hará la vida imposible.

-Está bien, pero si te veo otra vez con él, lo mataré -dice con una sonrisa malévola- ¿Qué es eso que llevas por ropa? Has el favor de cambiarte, nos vamos de fiesta.

-¿Qué has dicho? -le pregunto enfadada. En realidad lo he escuchado perfectamente, pero ha agotado mi paciencia. - Primero, no eres nadie para decirme con quien debo estar o no, segundo no controles lo que la ropa que llevo, no voy a ir siempre enseñándolo todo porque tú qieras,- la ropa que llevo no enseña mucho, pero aún así es de ese estilo:falda de tubo corta, blusa negra con un hombro fuera y tacones negros- y tercero, no voy a ir contigo a ninguna parte, esto se ha terminado.

-Pues cuarto, a mi no me deja nadie y tu te vienes conmigo- me ladra, agarrándome del brazo tan fuerte que me quedo inmovilizada.

Intento soltarme, pero tiene más fuerza que yo. Además, Brandon me sujeta por la espalda para que pueda mover solo las piernas para andar. Estoy roja de rabia, nadie me trata así, y menos dos borrachos como estos que tienen el cuerpo por dentro podrido de tanto beber y fumar.


Pero cuando pienso que estoy perdida y que no voy a tener más remedio que acompañarlos, escucho un sonido hueco, y la presión que hacía Brandon en mi espalda desaparece, permitiéndome girarme para ver lo ocurrido.

Lo que veo me deja impactada. Es Démian, que lleva una piedra en la mano y detrás de él está Brandon en el suelo con sangre que emana de su cabeza.

Démian empuja a Luke para apartarlo de mí, y este cae al suelo. Sin pensárselo dos veces, Démian se sube encima Luke y empieza a darle puñetazos en la cara. Pero Luke está mas entrenado en peleas y consigue quitárselo de encima. Empuja a Démian contra una valla y comienza a darle puñetazos en la barriga.

Me he quedado en medio del descampado totalmente anonadada. Pero cuando despierto del la sorpresa, cojo mi tacón y se lo clavo el cuello a Luke, haciendo que este, se aparte del dolor. Mientras yo admiro como Luke se retuerce en el suelo, Démian me coge de la mano y empieza a correr.

Lo sigo agarrada de su mano, pero el tener solo un tacón hace que vaya más despacio. Me paro y me lo arranco del pie. Seguimos corriendo, hasta que Démian se para enfrente de un coche celeste, lo abre y me indica con la cabeza que me suba.

Ya dentro me fijo en que está sangrando por el codo y tiene clavados unos cuantos cristales.

Él se dispone a arrancar, pero lo detengo,

-Tienes que ponerte algo ahí- le digo preocupada

-No, tenemos que salir de aquí ya. Como se recuperen y nos cojan, estaremos en un lío.

-Yo no voy a ninguna parte hasta que no te pongas algo ahí -le digo convencida. Sin pensármelo dos veces, arranco la parte de abajo de mi blusa y se la pongo alrededor del brazo- por lo menos dejará de sangrar.

-Gracias, ahora vámonos- me dice con la mirada más profunda que he visto nunca. Estoy segura de que si no estuviéramos siendo perseguidos por dos locos, me habría besado.

Mientras conduce, me doy cuenta de algo.

-¿Cuántos años tienes?- le pregunto

-16, como tú- me dice – estamos en el mismo curso, solo que yo estoy en otra clase.

-¿Y cómo puedes conducir? ¡¿Tienes el carnet?!- le pregunto asustada

-Sí, tranquila, mi padre tiene contactos. Soy un chico responsable, ¿quién no iba a pensar que tengo 18?- me explica.

-Bueno, empiezo a dudar de tu responsabilidad. Acabas de pegarle la paliza del siglo a Luke y Brandon- digo entre risas.

-Se lo merecían, son dos mierdas- me dice también entre risas.

-Por cierto, ¿a dónde vamos?

-A mi lugar secreto.


Tras media hora de camino, empiezo a ver el mar. Démian para el coche en un mirador y nos apeamos. Bajamos unas escaleras que llevan a la playa, pero a media bajada, Démian se pasa por la barandilla. Me da la mano para ayudarme a bajar y caminamos entre las piedras. Cuando terminamos de bajar, hemos llegado a una cala. Entramos y me quedo sorprendida.

Es preciosa. Tiene un camino de piedra natural por el que pasear, el techo está cubierto por estalactitas, tiene un color azul mar proveniente de un pequeño lago que refleja su luz y mantiene una frescura que se agradece después de lo que ha pasado.

Pero eso no es la más sorprendente. Al final de la cueva, hay una casa hecha con madera. Es gigante. Démian me invita a entrar. Por dentro está toda amueblada, tiene salón, cocina, baño y dormitorios. Todo con sus respectivos muebles. Tiene hasta luz.


-Esto es...- balbuceo, admirándolo todo.

-Sí, lo sé. La construí cuando era mas pequeño con mi abuelo. Nos llevó tres años hacerla. Veníamos incluso en invierno. Pero por desgracia solo la acabamos por fuera. No nos dio tiempo, mi abuelo murió. Entonces, me propuse acabarla por dentro.- dice él mientras se sienta en el sofá y me hace hueco.

-Vaya, lo siento. Te ha quedado muy bien.

-¿Quieres comer algo? Vengo frecuentemente, así que dejo comida aquí.

-No gracias, estoy bien.


Démian pone la tele, y me empieza a contar cosas sobre su abuelo. Me cuenta que encontraron la cala paseando por la playa, que a su abuelo le encantaba caminar con él y que se pasaban las horas admirando las estrellas en la arena. Se le ve feliz hablando sobre su abuelo. Me dejo llevar y coloco mi cabeza sobre su regazo. Démian se sorprende, pero empieza a acariciarme el pelo. Sigue contándome historias sobre su familia, pero ya no lo escucho, porque me quedo dormida.

Huesos de MarfilTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang