Capítulo 6

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Mientras que Démian esta dando un paseo, yo busco una forma de pedirle disculpas. En realidad no tendría por qué hacerlo (no es mi culpa que alguien me quiera y que esa persona no sea correspondida) pero hay algo en mi interior que me dice que lo intente.

Cuando Démian llega, aún no he encontrado nada, pero siento un gran alivio al descubrir que no está enfadado

-¿Cómo te encuentras?- me pregunta.

-Bastante bien.

-Te noto preocupada. ¿Qué ha pasado?

-Nada...-miento

-Ashley.... a mí no me engañas

-Solo es que... me preocupa Lena.

-¿Lena? ¿Por qué?

-Por la compañías que tiene últimamente. Y su comportamiento conmigo. No me ha visitado. Acabo de llamarla

-Y, ¿qué te ha dicho?

-Que era una seca porque estaba todo el día tumbada en la cama, que no soy como ella que está de fiesta.

-Pero... ¿no sabe que estás aquí en el hospital?- pregunta Démian sorprendido.

-Sí, ¿cómo no lo va a saber si ella me trajo en la ambulancia? pero estaba borracha y no sabía lo que decía.

-Bueno, ¿y qué más da? Ya se le pasará.

-Ya, pero ella no es de esas tía que se emborrachan todos los días que sale de fiesta. Si con solo oler una cerveza le dan arcadas...

-¿Que quieres decir?

-Que esa Anni, la está llevando por mal camino y no se está dando cuenta.

-¿Quién es Anni?-pregunta Démian

-Es una más mayor que nosotras. Esa que tiene el pelo azul y nunca va a clase pero siempre está en la puerta fumando.

-¡Ah! Ya sé quien es. No tiene muy buenas pintas.

-Ya, por eso, pero Lena es de las que nunca entran en razón. Y siempre dice que estoy celosa de ella. En realidad solo quiero ayudarla...-le explico a Démian

-Bueno, tal vez deberías dejar que cayera por su propio peso, es decir, que se de cuenta sola que lo está haciendo mal. Eso es lo que hago contigo, y por ahora funciona- se ríe Démian

-Lo intentaré, pero yo me suelo dar más cuenta de las cosas que ella, por eso te funciona conmigo.

-Ya veremos, es la hora de cenar, ¿pedimos pizza?- dice Démian entre risas.

-¡Vale! A ver si consigo despejarme.

¿Quieres que pida también alguna bebida en Starbucks?- me ofrece.

-No, gracias, pero podrías comprar palomitas y después de cenar, ver una peli – le ofrezco yo.

Démian llama a la pizzería y en menos de media hora tenemos las pizzas en la habitación. La mayor parte del tiempo comemos en silencio. Cuando terminamos, Démian baja al quiosco de abajo y compra dos paquetes de palomitas.

¿Cuál vemos? - me pregunta Démian.

-No sé, la que tu quieras. Después de haberme convencido para que pagaras tú la cena, te convenzo yo para que elijas tu la película.

-Está bien. ¿Qué te parece... “Somos los Miller”? Es una comedia. Es muy divertida -dice Démian

-Vale, por mí bien.

Démian pone la película es su ordenador. No me había dado cuenta de que lo había traído.

Cuando terminamos de ver la película, estoy con un ataque de risa. Me encantan ese tipo de películas.

-Démian... si quieres descansar, puedes irte a casa. Me puedo cuidar sola, y te prometo que no le diré a mi madre que te has ido- le digo

-¡¿Qué dices?! Ni lo sueñes, no te vas a librar de mí tan pronto. Puedo dormir en el sofá.

-Vale. Buenas noches.

-Buenas noches.

Huesos de MarfilDove le storie prendono vita. Scoprilo ora