LUJURIA CAP 1

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Amnesia.

Londres/ Inglaterra.

Tres años después.

Christopher

Admiro el voluptuoso cuerpo que se pasea sobre la cama, me guiña un ojo y gatea a mi entrepierna como gata en celo, morena de ojos castaños y con una sonrisa cargada de perversión.

La rubia de mi izquierda me mordisquea el lóbulo de la oreja recorriendo la V de mi cintura. Clava los dedos en mi bóxer liberando el miembro erecto que la hace lamerse los labios.

Se ata el cabello a una coleta, aparta a la morena y se apodera de mi polla dándome un alucinante oral que me quita el aire en cuestión de segundos.

—¡Joder! —jadeo en medio del éxtasis.

Saborea mi glande haciendo magia con la lengua mientras la pelirroja que tengo al lado reparte besos por mi torso. El éxtasis me acelera el pecho y simplemente dejo que hagan lo que quieran.

Se ciernen sobre mí deslizando un preservativo a lo largo de mi miembro. La pelirroja toca a la morena y esta besa a la rubia dándome la fantasía que todo hombre sueña.

Saco a la de la mitad subiéndola a horcajadas sobre mi cintura, su coño me envuelve y ellas vienen a mí uniéndose al momento.

El nivel de alcohol es tanto que solo me enfoco en mi placer carnal,evado los besos y solo meto la polla buscando la manera de llegar.

Sus manos me recorren, arremeto contra la mujer que se me pone en cuatro, por un momento pierdo claridad y ni sé a quién diablos estoy embistiendo, simplemente acabo llenando el preservativo con mis fluidos.

No me doy descanso simplemente busco mi ropa preparándome para irme.

—Eres estupendo —me besan la espalda.

—La práctica hace el maestro —contesto sin dejar de vestirme.

—¿Nos visitarás mañana? —preguntan.

Niego mareado «Bebí mucho»

—Al menos di que nos llamaras —se quejan.

—No me gusta mentir —me visto— Aunque no niego que me gusto.

—Estas cordialmente invitado al desfile, seria lindo tenerte en primera fila.

—No es buena idea —alcanzo mi chaqueta— No quiero distraerlas.

Me inclino a darles un beso simple a modo de despedida.

—Suerte en París.

—Es Milán —me corrigen muertas de risa— París ya no es la capital de la moda.

—Disfruten la habitación —les guiño un ojo y me llevo la botella de Jack Daniels.

Dos escoltas esperan afuera, hombres asignados por el ministro, Make y ... No me acuerdo como se llama el segundo, apareció esta tarde y no me tome la molestia de preguntar quién diablos es.

—Mi coronel —me dedican un saludo militar.

Make es un veterano con más de diez años de experiencia en protección y defensa personal. El piso se mueve y debo recostarme en la pared en busca de equilibrio.

—¿A casa? —pregunta Make tomándome del brazo.

—Supongo.

Dos escoltas esperan cerca de la escalera, abordan conmigo el ascensor abriéndome paso entre las personas que estan en el vestíbulo. Este tipo de guardia suele atraer la atención por más disimulado que se quiera ser.

Extras Pecados Placenteros (Eliminados)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora