—No se a lo que se refiere señor... yo..-
—¡No sabes a lo que me refiero! Oh Lucius... si mal no recuerdo... tu pequeño es gran amigo de Leah Potter. ¿Donde está por cierto?

La chica en ese momento frunció el ceño y cuando quiso salir corriendo, alguien la atrapó por detrás empujándola, saliendo a la luz para Voldemort.

La cabeza empezó a dolerle demasiado y no pudo resistir de pie. Cayó rendida mientras trataba de no gritar.
—Nos volvemos a ver... Leah Potter.

La chica no podía mirarlo. Algo le decía que no debía hacerlo.
—Has crecido, si... ¿que tal has estado?

La chica frunció el ceño aún mirando al suelo pues no entendía tal amabilidad de parte de este. No entendía como es que aún no la había matado. ¿No que era el malo?
—No muerdo, puedes hablar.

La Slytherin finalmente levantó la cabeza encontrándose con este cierre ante dejando un espacio entre ellos.
—Así mejor.

—¿Que quieres de mi?

Voldemort sonrió e ignoró la pregunta de la chica. Miró a sus seguidores y abrió los brazos.
—Hoy, he vuelto más fuerte que nunca, y con nosotros, tenemos una invitada especial para hoy... ¿no es así?

Todos asintieron y la verdad es que la chica estaba más que confundida. No sabía si le daba más miedo que hiciera algo o que no lo hiciera.

Se levantó del suelo al bajarle el dolor de cabeza y recuperar algunas pocas fuerzas. Seguido de eso, tomó su varita y apuntó a Voldemort quien la miró curioso.
—Eso es... ¿lo que creo que es?

Tanto los seguidores de este como la chica se preguntaban de que hablaba Voldemort y es que era demasiado raro.
—¿Qué?

—Tu varita.

—¿Que le pasa?

El señor tenebroso miró a Lucius quien seguía de pie sin decir nada para volver a la chica la
cual estaba casi en shock.
—Si... aún recuerdo cuando nos vimos en la cámara de los secretos.

—No quiero escucharte ni a ti ni lo que dices.— mientras, la chica seguía apuntándolo con muchos nervios.
—Recuerdo que eras diferente. Aún tienes potencial, eres más fuerte.— explicó este.

Leah quien no paraba de buscar la copa con sus ojos rápidamente se dio cuenta de que se encontraba cerca del caldero donde estaba anteriormente Colagusano.
—También recuerdo a Draco. ¿No sabías Lucius? Tu hijo ayudó a los hermanos Potter a derrotarme... por poco tiempo.

Los seguidores de Voldemort empezaron a cuchichear, empezando a dejar mal a los Malfoy.
—Yo, señor no sabía nada... de, no tenía ni idea. Lo juro.— empezó a decir Lucius avergonzado.

—No. Draco no tiene nada que ver con esto, no sabía en lo que se metía, y no hizo nada. Tu lo sabes.— dijo la chica de repente sorprendiendo al señor oscuro el cual frunció el ceño mientras la miraba fijamente.

¿Seria coincidencia que los niños tuvieran la misma varita? Voldemort no lo creía.
—Cierto, el chico es tan inútil que estoy seguro que no sabe ni decidirse, ¿no es así Leah?— empezó a decir este.— Aunque debo admitir que es bastante astuto.

—¿Qué?
—Si, engañarte para que vinieras a mi ha sido bastante fácil. No ha tenido que hacer absolutamente nada.— terminó por decir este con una sonrisa.

¿El platinado lo sabía? Leah no podía creerse que fuera cierto. ¿Por qué le dolía tanto su traición?
—Mientes. No te creo.— intervino ella con rabia.

Voldemort se empezó a reír. Miró a Lucius el cual no sabía que hacer o decir.
—Si, buen consejo de tu parte diciéndole
al niño que se hiciera amiga de la chica para poder traérmela ante mi.— murmuró este ahora mirando a la chica la cual estaba demasiado confundida y asustada.

—¿Entonces para que me quieres? No dejare que me controles más.— mencionó ella amenazante.
—Oh claro que si, y cuando esté en tu mente, conseguiré acercarme suficiente a Harry Potter para matarlo, a través de ti no sin antes hacerlo sufrir.

—No te dejaré hacerlo.
—No puedes impedirlo niña tonta.

Leah entrecerró los ojos y agarró bien su varita, sabía que ese era el momento en que debería ser fuerte y darlo todo.

Aquel sería el momento decisivo, y no iba dejar que alguien la controlara. No iba a permitir que Harry saliera herido.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora