┊ⅩⅤ┊¿𝐀́𝐧𝐠𝐞𝐥 𝐨 𝐃𝐞𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨?

437 40 6
                                    

Las nubes grises comenzaron a llorar cuando sus ojos amarillos derramaron la primera lágrima

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las nubes grises comenzaron a llorar cuando sus ojos amarillos derramaron la primera lágrima. Lloraba desconsolada en su asiento y gran parte de mi no supo que mierda hacer, no tolero el contacto físico pero tratandose de ella... es lo que más deseo. Camine alrededor del escritorio de madera lentamente observando cada gesto de su rostro.

Quería saberlo todo, conocer todo de ella y cada expresión que su rostro dibuja, quiero conocer cada centímetro de ella tanto física como mentalmente, que le gusta, que odia, que anhela y cual es su mayor miedo.

Todo.
Absolutamente todo.

Arrastre la yema de mis dedos por la piel de su rostro, estremecí al sentir la sedosidad de su cabello y la suavidad de su piel, como si fuera la primera vez.

—¿Ocurre algo?— murmuré buscando aquello que ya sabía.

Estaba tan sumergida en su dolor que debió ignorar la llamada del idiota de Mike que estuvo a un milímetro de joderme. Verla llorar y sufrir de este modo destrozaba mi interior, provocaba que todo yo quisiera evitar ese sufrimiento, sin embargo, ya estaba preparado para esto. Serían las últimas lágrimas que derramará en toda su vida, por lo tanto, tenía que tragarme la rabia.

No hay sonido más espeluznante que sus sollozos y lamentos. Es el peor sonido que habia escuchado en toda mi vida, me destrozaba y torturaba ese órgano latente en mi pecho. Lo odio, como la mayoría de las cosas en este mundo.

—No, no, no,— negó entre susurros y de la nada exploto— ¡No! ¡No puede estar muerto!

Golpeó su escritorio con los puños cerrados una y otra vez perdiendo la cabeza.

—¡No! ¡No! ¡No, no puede!

Sus gritos eran desgarradores, tiro las cosas de su escritorio al suelo gritando y llorando. Tuve que moverme antes de que su ordenador portátil cayera sobre mis pies.

Sufre, sufre por alguien que no la merece.

Lia...

—No— repitió, colocó sus codos sobre el escritorio limpio y cubrió su rostro con ambas manos— no es cierto... n-no es verdad...

Sus hombros se contraian y gruesas lágrimas humectaban sus mejillas destrozando el rimel. Me incline y rebusque entre los cajones un botiquín de primeros auxilios, abri el último cajón y encontré lo que buscaba. Patee el cajón, subi la caja y busque en ellas algunas gasas.

—Lia— volví a llamar.

—No es cierto— balbuceo— no... no es real... ¡No lo es!

𝐀𝐍𝐈𝐌𝐀𝐋𝐒━━━ 𝐋𝐄𝐕𝐈 𝐀𝐂𝐊𝐄𝐑𝐌𝐀𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora