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S5-E4 "Somewhere only we know."

¿Alguna vez en tu vida haz estado obsesionado con alguna idea que pareciera no tener algún sentido alguno? Ese tipo de ideas que nadie te saca de la cabeza y a la vez nadie te cree.

Cómo Joyce Byers, cuando fue fiel a la idea de que Will seguía vivo en algún lado, y al final su teoría fue cierta.

Bueno, está vez un Byers tenía está obsesión, pero ahora era Jonathan. Nadie podía sacar a Jonathan de sus ideas conspirativas y deseosas. Joyce intentaba no molestarlo con ello, ya que comprendía cómo sentía el no ser escuchado o ser tomado como loca.

Jonathan ya era un adulto que empezaba en el mundo del trabajo y aportaba a la casa el dinero que pudiera. Básicamente era el hombre de la casa. Hopper estaba ahí y también intentaba aportar, pero a veces por su edad se negaban a darle empleo, era lo suficientemente grande para estar jubilado.

En fin, Jonathan era un fotógrafo con un empleo en un periódico algo o ligeramente popular. Y desde hace un tiempo —especificamente desde su rompimiento con Nancy— se había obsesionado con la idea de que Mallory... Tal vez estuviera viva; y que tal vez y solo tal vez, estaba en la misma situación que Will hace unos años.

Estaba más obsesionado de lo que Hopper, Thimothee o Billy siempre pudieron estar por encontrarla en algún lado.

Jonathan no tenía realmente una idea de si de verdad podría estar por ahí en el otro lado, ya había intentado ir al viejo y demacrado Hawkins; donde tuvo que cruzar de manera ilegal, ya que estaba prohibido entrar por las condiciones peligrosas. Entró a casa de Lory e intento usar unas luces de navidad, no logró nada.

Ahí perdió la esperanza de que tal vez estuviera ahí. Probablemente si había muerto.

Pero aún tenía la idea atorada en la cabeza. No podía sacarla y realmente no sabía la razón del porque le era imposible. A veces sentía una presencia o vibra de Mallory, pero no sabía si era solo una histeria suya.

La mañana del 27 de diciembre, Jonathan se aproximó a su trabajo, se supone que tenía vacaciones, pero el prefería trabajar aunque fuera un rato para tomar fotos. Traía un café en la mano, para poder estar atento y en sus cinco sentidos.

—Byers que bueno que llegaste, necesito tu ayuda.—habló uno de los jefes de Jonathan al verlo, Jonathan asintió con una leve sonrisa.

—Claro, dime qué necesitas.

—Necesito cubrir una noticia en Nueva York, una doctora ha hecho un nuevo medicamento para tratar la depresión, parece ser es mejor que los anteriores.—Jonathan alzó las cejas.

—Bueno eso es impresionante.

—Toma tus cosas, lo cubriremos hoy.

—¿Hoy?—cuestionó Jonathan viendo como su jefe se movilizan rápidamente.

—Si Byers, para mañana lo necesito. Apura el paso.—Jonathan suspiro y tomó sus cosas para luego seguir a su jefe.

Ese fue el primer paso que Jonathan tomó en una dirección correcta. Llamenlo destino, dios, universo; como quieran, pero algo lo guío a Nueva York.

Y Jonathan no sabía lo que realmente le esperaba hasta que hizo la dichosa pregunta antes de entrar al auto.

—¿Y cómo se llama la doctora?

—Al parecer se llama Mallory Ballard.—Jonathan se quedó helado mientras su jefe entraba al auto.

Mallory.

—¿Ballard?

Ese apellido le sonaba de algún lado, pero no lo recordaba bien.

Era en un 99.9% probable que solo se tratara de otra mujer nombrada Mallory, así que Jonathan lo ignoró y siguió.

𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡, 𝑠𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑀𝑎𝑙𝑙𝑜𝑟𝑦 [Stranger Things]Where stories live. Discover now