George ladeó la cabeza y le sonrió esperando que ella misma se diera cuenta. La Slytherin entrecerró los ojos, y finalmente suspiró rindiéndose.

—Bien, puede que me haya molestado, pero no sé por qué. Simplemente es rabia, ya está.— mencionó esta mirando a otro lado por la vergüenza que le producía admitir aquello.

—A mi se me ocurre algo...— empezó a decir este.— ¿Y si hay una mínima posibilidad de que te guste Malfoy?

Leah estaba dispuesta a negar absolutamente todo, estaba a punto de enfrentar ese argumento de George pero fue cuando la pareja que tanto había odiado entró donde se encontraban estos junto con más gente.

Pansy y Draco hablaban animadamente con las demás personas, juntos. Que daban asco de verlos, al menos para Leah. Quería vomitar.

—Si, te entiendo, no te gusta, te encanta.— le interrumpió los pensamientos el pelirrojo también viendo la escena.
—Que no, pesado.— le dijo está empujándolo.

—Hm, ¿de que habláis?— preguntó la voz de Fred apareciendo al lado de la chica.
—Adivina.— propuso George sonriendo burlonamente hacia ella.

—¿Malfoy?— preguntó Fred haciendo que Leah se tapara la cara con sus manos de la vergüenza ya que esté al parecer no sabía susurrar.

—¿Que queréis?— preguntó el mismo ahora con las manos en los bolsillos como siempre, mirando a la chica.
—Desde luego si que tienes buena audición.— murmuró Fred cruzándose de brazos.

—O simplemente es tan chismoso como todos en este lugar.— aclaró George.
—Dado que me estáis mirando todo el rato y gritando mi nombre, no es difícil saber que estáis hablando de mi.— insistió este.

La Slytherin soltó una sonrisa sarcástica.
—No todo es entorno a ti, ¿sabías?

—Claro, por eso no paras de mirarme cada vez que estoy en el mismo lugar que tú.— respondió este retándola.
—Será porque no dejas de seguirme y créeme, sé oler a idiotas a distancia.

—Siempre tienes que ser tan amable y adorable conmigo, ¿verdad?— le preguntó el platinado sarcásticamente.
—Vamos Malfoy, admite que tengo mi encanto.— confesó la chica con intención de irse.

—Solo estás molesta porque tengo pareja para el baile. ¿Acaso te morías de ganas de ir conmigo?

En aquel momento Fred y George quienes estaban alucinando con la conversación de estos dos, se miraron entre sí. Esperaban con ansias la respuesta de ella.

—No creas, no soy como tu.— respondió ella de lo más tranquila.
—¿Como yo?— preguntó este de manera arrogante.—No hay nadie como yo.

—Si... como tú. No le pido a cualquiera que me pase por delante que sea mi pareja, además, ¿alguien te ha dicho alguna vez que eres una persona increíblemente promedio?— respondió ella sorprendiendo al chico quien no habló más.

Leah miró a George el cual miraba tras ella muy mal. Y de repente, sintió como alguien se colocaba detrás suyo.
—Leah, Leah... me han dicho que no tienes pareja para el baile.

Draco empezó a apretar la mandíbula y a tratar de controlarse cuando Johnny apareció como si fueran amigos de toda la vida.
—No, no tengo.— murmuró ella.

—Bien, por que me encantaría que fueras mi pareja. ¿Que dices?— preguntó este.

Leah no quería. Su interior era un completo no. George negaba con la cabeza al igual que Fred quien analizaba al chico.

Después estaba Draco. A Draco no le gustaba para nada Johnny. Estaba segura de que estaba molesto de que el búlgaro le hubiera pedido ser pareja para el baile. Y también estaba segura de que se molestaría más cuando le dijera que si.
—Um...

—No. No irá contigo al baile.— interrumpió el platinado mirándolo amenazante.
—¿Y quién lo dice?— preguntó el mayor colocándose enfrente de este.

—Lo digo yo. ¿No te vale?

Leah en esa situación fue con los gemelos quien miraban la discusión.
—Debo admitir que tiene agallas...— reconoció Fred.— Se nota que está celoso.

—No, solo es posesivo, y está acostumbrado a tener lo que quiere.— dijo la chica cruzándose de brazos.
—Y como tú no le haces caso, le gustas más.— siguió George.

—Si lo quieres ver así...— murmuró ella encogiéndose de hombros.
—Yo lo vería como que no tienes pareja y tendrías que apresurarte a buscar alguna.— interrumpió Fred.

Era cierto. Leah no sabía que haría si no conseguía una dichosa pareja para el baile y el tiempo corría en su contra. Seguía teniendo sus expectativas altas, y sinceramente, no pensaba más que en esa persona.

Claro que esa persona ya estaba ocupada.

you're my story (Draco Malfoy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora